Policías afganos frente un hospital de Kabul / Hedayatullah Amid
Joint Way Foward. Así se llama un documento que han firmado la Unión Europea con Afganistán para expulsar personas de este país que viven en suelo europeo. Con este documento se pretende regular la “inmigración ilegal”, pero la realidad, por eso, es que los devuelven a una muerte segura.
Según un estudio de Amnistía Internacional, el año pasado países de la Unión Europea deportaron 9.460 afganos. Eso es el triple que un año antes, ya que en 2015 se expulsaron a 3.290. Estas deportaciones se hicieron desde Noruega, Países Bajos, Suecia y Alemania.
Pero esto conlleva llevarlos en un país donde su vida está en juego, especialmente, porque estas personas son solicitantes de asilo. Este es el caso de Azad (nombre ficticio) que es homosexual. AI relata que este chico, que se crió en Irán y huyó a Países Bajos, pero fue devuelto a Afganistán y ahora teme por su vida por su condición sexual. De hecho, tenia tanto miedo de volver a su país que intentó suicidarse. “Aquí intento ser un hombre. Me estoy volviendo loco. Paso mucho miedo por la noche; estoy aterrorizado”, contó a AI.
Pero este no es el único testimonio que recoge la ONG. Farid (también nombre ficticio) vive con miedo porque se convirtió al cristianismo. Farid se marchó de muy pequeño de su país de origen, por lo que no guardaba ningún recuerdo de él cuando regresó. Junto a su familia se fueron a vivir a Irán y luego se marchó solo a Noruega, donde se convirtió al cristianismo. En mayo del 2017 llegó a la capital, Kabul, donde el 16% de los civiles sufren algún tipo de violencia. Ahora vive con temor a ser capturado por un grupo talibán, que persiguen a aquellas personas que han abrazado a otra religión. “No sé nada de Afganistán. ¿Adónde voy a ir? No tengo dinero para valerme solo y no puedo vivir con familiares porque se darían cuenta de que no rezo”, relató a AI.
Pero más allá de la persecución a colectivos minoritarios, en Afganistán se vive una situación abierta de conflicto armado, se dan casos de tortura, además, de atentados terroristas constantes.
El país asiático es uno de los que registra un mayor índice de violencia contra civiles. En 2016, un total de 11.418 personas murieron o fueron heridas en Afganistán. En el primer semestre de este año, se han registrado un total de 5.243 víctimas civiles.
El gobierno afgano, por eso, le interesa recibir a los deportados. “Si Afganistán no coopera con los países de la UE en relación con la crisis de refugiados, la cantidad de ayuda humanitaria asignada a nuestro país pagará las consecuencias”, dijo recientemente Ekil Hakimi, ministro de Economía de Afganistán, ante al Parlamento, tal como recoge AI.
La Unión Europea, esa que erige la bandera de los derechos humanos, se le debería caer la cara de vergüenza por permitir esta situación y enviar a personas hacia una muerte segura.
Fuera rapefugees!!
08 octubre 2017 | 10:07
Es insostenible traer a millones de personas de un pais en guerra a otro, es empobrecer el bienestar social de Europa, por que no se actua con firmeza en esos paises? entonces mañana entran en guerra otros paises y nos los traemos tambien?
08 octubre 2017 | 10:35