El último ganador del Oscar es también «embajador del medio ambiente» de las Naciones Unidas. Publicó en Youtube un documental sobre cómo despreciamos el medio que nos rodea y qué podemos hacer para salvarnos «Antes de la Inundación«.
Una de las piezas del tríptico que DiCaprio muestra en el documental
A la izquierda, el pasado intacto. Al frente, un «Jardín de las Delicias» lleno de flores, frutos, vicios y exhorbitantes placeres. Hacia la derecha, un futuro negro: el hombre contra el hombre, masticando odio y respirando humo.
Al cerrar el cuadro, la tierra en los inicios de su creación, frágilmente envuelta en una pelota de cristal. Esa es la metáfora que usa Leonardo DiCaprio para describir el presente de nuestro planeta a través de la magnífica obra que hoy cuelga en el Museo del Prado.
En el documental, uno de los investigadores que trabaja y vive en el Ártico asegura que la transformación de nuestra capa de ozono es tan dramática que a este ritmo en el año 2040 se podrá navegar a través del polo norte, un territorio hasta ahora cubierto de hielo sólido.
«La realidad nos muestra que la ciencia tenía razón y que todos los que contradijeron las teorías de calentamiento global estaban equivocados», dice Barack Obama, entrevistado para el film.
«Una gran parte de la población mundial vive cerca del agua… si los mares suben esto convertiría en una puja por la tierra y la comida. No es un problema ambiental, también afecta a la seguridad de nuestros ciudadanos», agregó el presidente de Estados Unidos.
Durante sus ocho años de mandato, Obama se comprometió a fomentar la energía verde, poner límites a las emisiones de carbón y establecer estándares de calidad en los autos americanos que impiden gastar más de lo debido. Y aunque es el primero en implementar todas estas medidas que se discuten desde el Protocolo de Kioto (1997), todavía no es suficiente.
Otra arista del problema climático es inserta en el documental a través de una cita al Papa Francisco, que relaciona la contaminación con la desigualdad y la pobreza: los más afectados por los males del calentamiento global son y serán los marginados del mundo.
Los pobres tienen menos dinero para construir casas que resistan a las tormentas, huracanes e inundaciones, tienen menos posibilidades de traslado y tienen menos recursos para reconstruir.
No entraré más en detalles para aquellos que quieran verla, pero si algo demuestra esta pieza cinematográfica es que nadie está exento, en ningún continente.
Spoiler Alert: nuestro planeta está en peligro.
Si quieres ver el documental, esta es la versión en Español:
Y aquí está en Inglés:
Somos tan lel@s que no vemos que se nos acerca lenta e implacale el fin del mundo…pero claro, quién paga mientras tanto mi hipoteca, luz, agua, comida, seguros, colegio…habrá que aprender a nadar…
03 noviembre 2016 | 09:42
No es un documental para nada obscuro, al contrario, queda muy claro que el ciudadano de a pie puede hacer mucho para cambiar las cosas.
03 noviembre 2016 | 12:10
Es un documental demagógico más de PROPAGANDA del imperio, el cual quiere continuar indefinidamente imponiendo a los demás países un impuesto que él no paga (sistema de tasas de emisión de CO2), para perjudicar el ascenso de Europa y los BRICS, asceso que pone en jaque la hegemonía económica e industrial anglosajona.
No hay calentamiento global desde 1997, sino enfriamiento progresivo, en consonancia con el Sol, igual que el calentamiento anterior, no catastrófico, fue causado igualmente por un calentamiento solar, y no por el CO2, gas que en los rangos homeopáticos actuales, sigue ssin tener efecto felevante alguno en la temperatura.
Los datos de temperaturas globales fueron fasleados al alza, tanto los de las estaciones meteorológicas (caso Climategate, con el leitmotiv «Hide the decline», oculta el declive, citsndo trxtualmente los emails del CRU/Univ. East Anglia filtrados por hackers), como en el más reciente escándalo NASA (manipulación al alza de los registros de satélite), como en anteriores campañas de propaganda demagógica mediática, como el documental de Al Gore, el cual hoy sabemos se basó en una gráfica errónea, el gráfico del Palo de Hockey de Mann et al., que negaba los cambios climáticos del pasado histórico, de obvio origen natural.
03 noviembre 2016 | 15:17