Desde que supe que Agoney estaba entre los 18 escogidos para la Gala 0 de Operación Triunfo sabía que no me estaba confundiendo al decirle que su voz iba a ser la más potente.
El de Agoney ha sido un año de altos y bajos. Su mejor año profesional, el de darse a conocer, y el peor de su existencia en el plano personal, decir adiós a quien más quieres tiene que ser muy muy complicado.
Pasada su etapa de sombras, a Ago ahora le toca brillar. Brillar tanto hasta destellar. Le toca demostrar quien es comenzando a labrar su, espero larga, carrera profesional.
Su primera canción es una delicia: Quizás es diferente, fresca, actual y muy muy personal.
Parece que ha encontrado su estilo y estética. Una mezcla perfecta (salvo por el look rosa) entre Mika y Adam Lambert que, aunque no se yo si será muy bien entendida en nuestro país, estoy totalmente a favor de la misma. Porque si Agoney, ha hecho algo además de cantar, ha sido visibilizar y conocerse a sí mismo. Qué importante es que un artista sea honesto consigo mismo. Yo sería incapaz de vender música (en este caso) sin ser sincero con lo que siento. Ojalá todos aprendiesen.