Hay pequeños placeres en la vida que están infravalorados: puedes desahogarte y pasarlo en grande criticando a tu cuñada con tu pareja, o compitiendo con tus hermanos para ver quién tiene la peor suegra. Pues bueno, eso va a ser realmente difícil para los hermanos Reichor, unos señores austriacos que han cometido el error (o acierto, según lo veas) de casarse con tres hermanas. Ya me diréis cómo va cualquiera de ellos a criticar a su cuñada delante de su mujer, sabiendo que son familia directa. Y lo mismo con la suegra: ¿qué interés tiene contar batallitas a tus hermanos si sabes que ellos tienen la misma?
De profundas creencias católicas, el mayor de los Reichor fue quien abrió la veda de este Tres hermanas para tres hermanos en 2005. Simon, que ahora tiene 26 años, conoció a su mujer, Darja, durante unas clases sobre la Biblia en Alemania, a las dos semanas empezaron a salir y la cosa terminó en boda.
Después fue Manuel, de 24 años, quien se casó con Janna, hermana de Darja, en 2009. Aquí la cosa ya cogía tintes peliculeros, pero bueno, digamos que no son un caso excepcional. Quizás sí en Engerwitzdorf, la localidad austriaca donde han ido contrayendo matrimonio, pero yo conozco algún caso de dos hermanos casándose con dos hermanas, si bien es cierto que los que yo conozco son de hace 40 años.
El caso es que, después de todo esto, supongo que el pequeño Lukas y la pequeña Joy se miraron y pensaron: «Ups… parece que no nos han dejado escapatoria», así que hace poco más de dos semanas decidieron dar el gran paso (más pequeño desde que inventaron el divorcio) y también se casaron.
Darja, la mayor de las hermanas, está encantada, según contaba a la prensa austriaca: «Siempre soñé que encontraría a un hombre con dos hermanos que se casarían con mis hermanas… y ahora es realidad». Yo creo que a la pobre le leían muchos cuentos de princesas de pequeña y quedó marcada, porque menudo sueño.
Simon y Darja tienen ya cuatro hijas, pero ven «complicado» encontrar cuatro hermanos para que se casen con ellas. ¡Ah! Y se me ha olvidado deciros que la madre de Simon, Manuel, Lukas, está encantadísima: «Estoy muy feliz, porque ya conozco a mis consuegros», cuenta la pobre con un poco de resignación.
PD: ¿Alguno de vosotros saldría con su cuñada o cuñado?