Los feligreses de muchas iglesias austriacas tienen que estar que trinan al ver el resultado de una investigación que indica que el 86% del agua bendita utilizada en los templos tiene contenidos fecales y otros microorganismos muy dañinos para la salud. Por mucha fe que tenga uno, el líquido elemento no se depura solo.
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El estudio ha sido realizado por un grupo de científicos del Instituto de Higiene e Inmunología Aplicada de la Universidad de Viena. Durante las pruebas, los investigadores analizaron 18 pilas bautismales y 21 fuentes sagradas, y descubrieron que cada milímetro cúbico de agua contenía 62 millones de bacterias. La niña del Exorcista seguro que estaba encantada con dar un trago a este ‘elixir’, que de bendito tiene muy poco.
Entre las bacterias detectadas están la E. coli (Escherichia coli) y la campylobacter, que pueden causar fuertes diarreas e infecciones intestinales. Vas a la iglesia a limpiar tus pecados, y de paso, también vacías tus intestinos como si no hubiera mañana. La penitencia la pagas con creces en el cuarto de baño.
«Tienen que advertir a los feligreses que no utilicen agua de estas fuentes«, dijo el Dr. Alexander Kirschner, microbiólogo de la Universidad de Medicina de Viena y responsable del estudio. También añadió que «los bautizos pueden ser peligrosos porque se sumerge o se echa agua casi fecal a los niños«. ¡¡¡Vaya toalla!!!