Yo la quería con locura, pero ya no podía vivir junto a ella. No voy a negar que pasé buenos momentos, mas cuando comenzó a tener ese tipo de actitudes caprichosas, me vi obligado a tomar una decisión. Su carácter comenzó a ser pésimo; cada vez se enojaba con más frecuencia y yo, por estar siempre a mano, era el primero con el que se descargaba. Sin ir más lejos, me falta un ojo desde que no le permitieron ir a una fiesta por no haber terminado las tareas. Me sostuvo con fuerza desde mi brazo y comenzó a golpearme contra el suelo para descargar su bronca. Aquel día también descosió mi axila. Aguanté un tiempo hasta que decidí marcharme. Hace varios meses que escapé de casa y ahora la vida es más tranquila. No me molesta ser un vagabundo, principalmente porque ya estaba acostumbrado a dormir en el suelo.
Es la historia de un peluche,
es una historia tan terrible
Que puede llamársele inhumana
de malos tratos plagada.
Una dura y perra vida
la que a ese tierno muñeco,
le estaba dando su ama.
Hizo bien con evadirse,
poner tierra de por medio.
Aunque vagabundeando,
y a la intemperie durmiendo
al fin podía decir:-Soy libre,
libre, muy libre.
Tanto y es mucho mejor,
que vivir acompañado
y cada día maltratado.
Si hay hombres o mujeres
que así pudieran vivir,
que hagan como ese el peluche.
Poner tierra de por medio
que es mejor ser vagabundo,
que vivir vapuleado.
C- 20.07.201i. Al Sur de Gomaranto.
20 julio 2011 | 17:57
Es duro ser un peluche cuando tu dueña entra en la terrible «edad del pavo». Duro para los peluches y para todos los humanos y juguetes a su alrededor. Pero si un peluche es duro y valiente y sobrevive a tan temida etapa, puede llegar a vivir para siempre, decorando una estanteria en lugar de su cama, quizá, Con un poco de suerte puede llegar a vivir una segunda vida, con el hijo de su primera dueña, conocer de nuevo besos y arrumacos infantiles. Todo consiste en tener valor y esperar que el tiempo pase. Todo lo malo pasa…
20 julio 2011 | 18:45
…No es para tanto hombre, estais algo catastrofistas. Un peluche que se precie, aguanta lo que le echen, y más si es el preferido. Además si resiste todos los envites, manchas y arreglos, puede aspirar a la eternidad, al privilegiado reposo encima de una cama o repisa, que debe ser algo así como la condecoración al los años de sufrimiento soportados sin rechistar, tal como apunta Metamorfosis.
Este es un poco desertor. 🙂
20 julio 2011 | 19:35
Uyyy Walterrrr…pobeshitooo, que mala vida te dieron.
Menos mal que te liberaste. 🙂
Naa, nay, nay, yo no estoy de acuerdo con mis antecesores, pues eso de aguantar lo que sea para después formar parte de los recuerdos de alguien desalmado hummmm… no me parece.
Tengo cosas de mi infancia que ya están en el cuarto de mi hija pero ayyyyyy como los destroceeee…we have a problem!!!
Walter, veo que andas de lo más creativo jeje!!!, sacándote el gabán y observándonos a todos desde arriba, luego luchando contra la memoria que te molestaba sin ningún tipo de filtro, comentando la metida de pata de algunos dioses que aun esperan ofrendas y ahora haciéndonos ver lo injustos que podemos ser con nuestros pobres muñecos que no hacen otra cosa que acompañarnos en nuestra infancia… que’s que somos muu malos jejeje!!!
Saludos a tus consecuentes seguidores y a todos los “viejos conocidos» in the next room, Jamia’s club incluidas; of course° 🙂
Como mañana es jueves te pongo esta musiquita para que te relajes y no cortes demasiadas cabezas…
https://www.youtube.com/watch?v=dBHhSVJ_S6A&feature=related
20 julio 2011 | 21:18
Pide a la ministra Leire Pajín que escuche a las trabajadoras del sexo
http://actuable.es/peticiones/pide-la-ministra-leire-pajin-escuche-las-trabajadoras-2
20 julio 2011 | 23:53
¿Descocer? ¿Qué diantres es descocer?
21 julio 2011 | 09:13
Oye peluchito, vente conmigo que nosotros te trataremos como te mereces. Se me parte el corazón nada más pensar que debes pasar las noches en cualquier rincón de la ciudad. No todos los amos son iguales, te lo aseguro. Vente pacá!!!!!!
21 julio 2011 | 10:16
Pequeñas delicias de la vida conyugal
21 julio 2011 | 11:08
No todas las adolescentes destrozamos los peluches en esa malvada edad. Cuando yo tenia rabietas la tomaba con los cojines o con el colchón, mi osito de la infancia siempre ha estado reverenciado y acompañandome a dormir hasta que me independicé, y ahora sigue en su sitio privilegiado encima de la cama, ya solo duerme conmigo en las ocasiones especiales, como cuando hace mucho frio.
21 julio 2011 | 11:43
Yo todavía me emociono cuando recuerdo mi primer osito de peluche, de cómo le perdí de vista en el bus de linea de un viaje a Toledo. Qué habrá sido de él… sobreviviría? se iría con otra?
Te echo de menos. Si lees esto y quieres volver, te recibo con los brazos abiertos, pues en mi vida no ha habido otro como tú.
21 julio 2011 | 11:46