Con ansiedad cerré fuertemente la mandíbula, clavé mis afilados colmillos en la carne dulce y tierna de su joven cuello y el dolor se sintió hasta en la bolita del ojo. La sangre caliente comenzó a emanar en grandes cantidades pero al no poder soportar la molestia, tuve que parar de beber y el espeso líquido comenzó a rebalsar desde mi boca. Dejé de ejercer presión y solté a mi víctima. La sensación de vacío y ausencia fue instantánea. La vergüenza, absoluta. Uno de mis colmillos había quedado enterrado en el cuello de aquella hermosa campesina que tanto me había costado hipnotizar. Decepcionado volé nuevamente hacia mi castillo, entré a mi habitación por la ventana, dejé el diente al costado del velador y medio enclenque me recosté en el ataúd y cerré la tapa. No tardé en darme cuenta de que ya estaba demasiado viejo para ese tipo de cacerías.
Nunca es tarde Sr. conde.
Si esa dulce campesina cayó en sus brazos, fue porque rendida se vió ante el encanto que le ofreció.
Además, ustedes allá en Argentina tienen la Gotita, que lo que «La gotita pega, nada, nada lo despega».
…Y esta noche, como nuevo.
02 junio 2011 | 15:40
No te obsesiones con la edad vampiro. Ahora puedes dar chupetones.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
02 junio 2011 | 17:56
Si la gallina vieja hace buen caldo… ¿el vampiro viejo hace buena sangría…’?????
02 junio 2011 | 18:53
Para sopitas y vino dulce
es el dicho más común
de decirle al “viejecete”
que los higos del serete
hay que dejarlos para otros,
con los dientes en condiciones
de hacerle al asunto frente.
Que toda va con la edad,
que con un trabuco viejo
no se puede ir de caza
y menos a por un conejo,
Que de garbanzos nanay,
ni bombones de turrón,
que se le parten los piños
después, vaya sofocón.
Solo sopitas y buen vino,
paseítos por el parque
mirando a las florecillas
y alguna que a otra doncella.
Pero hay que renunciar
a, los mordiscos en el cuello
y a lo que dice la “carla”:
Lo de a chupetones catar.
02 junio 2011 | 19:03
Me parece que eso que has escrito es mentira que los vampiros humanos no existen , me lo ha dicho mi amigo el fantasma de la opereta.
Clica sobre mi nombre
02 junio 2011 | 23:15
Walter, ese vampiro me hizo recordar esta canción de los llanos venezolanos 🙂
https://www.youtube.com/watch?v=Y4fDvqJw3mM
Ay pobre vampiro, habrá que ayudarle con algo de estos tiempos.
Unas pepitas chiquitas que no necesitan receta médica, – dicen todos los “vampiros” cuando se juntan en la plaza del pueblo- que tales pepitas hacen maravillas.
Marisa aun me estoy riendo con lo que contaste de tu niño en el cole jejeje
Asi que hasta la gata de nuestra Eliele ya adoptó al plus ultra hummm… buena señal.
Me alegro, me alegro, pero que no sea ingrata y se venga a los blogueesss que para todo hay tiempo.
Conviene que el adonis descanse un pelin o pronto quedará como el vampiro este….sin colmillo jejejeje
03 junio 2011 | 00:49
jajajajajajajajajjajajajajajajajajaja, jodete!!!
03 junio 2011 | 01:09
hablaba con el vampiro que se ha quedado sin colmillo! es que no se puede morder más de la cuenta.
03 junio 2011 | 01:14
Mira tú que tener que ir al dentista el vampiro para ver si puede solucionarle el problema de su colmillo. ¡Qué cosas pasan!
Ana… Lo que ocurre es que como el novio que se nos ha echado es de su mismo gremio, pues eso, que en los tiempos muertos de las guardias, en lugar de hacer lo de antes, que era entrar en los blosssses, pues no señor, a inaugurar estancias del hospital,que se dedican. Esto último es lo que suponemos nosotras, claro, que hemos cruzado apuestas y todo de «lugares raros», pero que no suelta prenda
03 junio 2011 | 01:29