Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

Una aureola de humedad sobre el techo

La familia está de vacaciones, la casa ha quedado vacía y no hay nadie que advierta el futuro desastre. La fuerte lluvia que cae desde hace largas horas continúa acumulándose sobre la terraza y ha comenzado a filtrarse dentro de la habitación de la más pequeña. La aureola de humedad se expande sobre el techo, justo sobre la casita de muñecas de la niña y cuando es lo suficientemente grande, suelta la primer gota. Al terminar de llover y con el drenaje de la terraza tapado, el agua de lluvia acumulada continúa escabulléndose por la grieta y cayendo sobre la casita de paredes rosas. Una a una las gotas se desprenden con gran velocidad y van inundando cada una de las piecitas. Adentro, un matrimonio con su bebé golpea desesperado las paredes, puertas y ventanas, esperando a que alguien les abra para dejar salir el agua. Nadie llega a socorrerlos.

9 comentarios

  1. Dice ser LA SINFONÍA DE LAS GOTERAS

    Y aprovecha este pollo: http://www.xxminutos.com/2011/02/patti-smith-y-pau-dones.html para grabar el sonido de las goteras y lo publica, nos llama chorizos, y se va a la SGAE a cobrar el canon y la Sinfonía de las Goteras.

    25 febrero 2011 | 10:50

  2. Dice ser Michan

    La casa, por lo que deduzco del texto, sería una casa antigua… buena historia esta 😉

    Clicka sobre mi nombre!! ^^

    25 febrero 2011 | 10:53

  3. Dice ser Clica aquí

    Las casa de muñecas están muy mal construidas y cuando se inundan no se salva ni un ratón, ni siquiera una cucaracha ni una telaraña. Deberian pasar unaq revisión obligatoria minima.

    25 febrero 2011 | 12:38

  4. Dice ser Michel

    Saludos desde la peña quinielistica http://www.alprimertoke.com

    25 febrero 2011 | 13:37

  5. Dice ser Metamorfosis

    Los gritos de los habitantes de la casa de muñecas llegaron hasta los oidos plásticos de los juguetes que reposaban en la habitación de la niña, se pusieron en pie y pasaron de uno en uno la alerta hasta el viejo Action Man, que reposaba en la habitación del chico. Este veterano de mil guerras ya no conservaba su uniforme de campaña ni sus botas, pero aún se veía fuerte y musculoso. El pequeño ordenador de iniciación trazó un plan de rescate sobre la pantalla, que todos atendieron con respeto, para algo era el juguete con más cerebro. Necesitaban de la fuerza del Action Man y de la grua roja, que ya no conservaba su gancho, pero ayudaría a ascender rápidamente al rescatador. Asi se inició el rescate, entre la angustia de la familia atrapada en la inundación, y los gritos ansiosos de los congéneres que intentaban salvarles.
    Días después, la niña entró en su habitación y vió el charco que se había formado en torno a la casa, que se había roto por la fachada y mostraba todo su interior inundado. No comprendió que hacía la familia de muñecos en el hospital de Barbie, junto con el viejo Action Man de su hermano, que había perdido un brazo y llevaba el muñón cuidadosamente vendado. La familia que vivía en su casa de muñecas parecía velar su descanso. Lo pensó durante unos segundos y después decidió deshacerse de aquel muñeco, que le costaría un buen coscorrón de su hermano, si llegaba a verlo roto en su cuarto. Lo metió en una bolsa de plástico y corrió a tirarlo a la basura, ante la desolación de los demás juguetes, que no podían hacer nada al respecto, de momento. Todos rogaron en silencio que el padre olvidara bajar la basura aquel día. Mientras, el ordenador de iniciación trazó un plan para rescatar al héroe que dió su brazo para abrir la casa de muñecas y salvar a aquella pobre familia…

    25 febrero 2011 | 14:08

  6. Dice ser Walter de 150xdía

    Gracias Michigan.
    Fantástico, Metamorfosis. Me gusta mucho esta descripción: Este veterano de mil guerras ya no conservaba su uniforme de campaña ni sus botas, pero aún se veía fuerte y musculoso.

    25 febrero 2011 | 15:56

  7. @ Metamorfosis

    Qué bonita y tierna historia,
    me ha encantado tu relato.
    Pienso que aún eres muy joven,
    y si tan joven ya no eres,
    se adivina o se deduce,
    que con tus hijos o tus nietos,
    tú continuas jugando.
    que conoces los juguetes,
    y sabes también vida darles.
    Tu relato llena de este blog,
    el apartado comentario.
    Solo me atrevo a insertar;
    mi admiración y un gran ¡OLE!

    Felicitaciones, desde Al Sur de Gomaranto.

    25 febrero 2011 | 16:10

  8. Dice ser Metamorfosis

    Gracias Walter. Gracias al Sur de Gomaranto.
    No soy tan joven como para jugar ni tan mayor como para jugar con mis nietos. Aún recuerdo cuando creía firmemente que mis juguetes cobraban vida por la noche, y les trataba bien para evitar vendettas mientras dormía. Por eso, entre otras mucas cosas, me ha encantado la trilogía de Toy Story.
    Un beso y feliz viernes.

    25 febrero 2011 | 17:11

  9. Dice ser noaguantoamijefe

    ¡Guau! Esta historia sí que te ha quedado superoriginal. Me encanta.

    26 febrero 2011 | 23:21

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