Lejos de ser un don, tener alas cuando nadie más las tiene puede llegar a ser muy duro. En este mundo de seres humanos desalados desprovistos de impulsos naturales para elevarse, de nada sirve que me sobresalga desde la espalda este par de gigantescos y emplumados instrumentos de vuelo. En vez de ser algo bello y exótico, los mutantes miembros que me suministró la naturaleza me convirtieron en una especie de engendro a excluir y con suerte, a ignorar. Finalmente lo que en un momento de mi vida creí como una bendición de la evolución, terminó por convertirse en un peso inútil que me incomoda a la hora de vestirme, de bañarme, de dormir o de ir al cine. Si al menos me comprendieran, si al menos supieran lo complicado que es cargar con alas tan largas y pesadas cuando hay un mundo entero que no las necesita ni aprecia.
Pero cómo ¿me entero de que tienes alas, vengo corriendo (¿corriendo? ¡volando!) a consultar tus sensaciones, a que me hables de picados y remontadas, a sentir envidia de cuando recuerdes tirabuzones vertiginosos y piruetas varias…. y te encuentro llorando?
De verdad, dios da alas a quien no tiene pan, o algo asín.
29 enero 2011 | 11:23
Suena a sindrome adolescente desencantado con su suerpo. En esas alas veo miles de posibilidades, las mismas que fuí descubriendo con cada centímetro de mi cuerpo.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
29 enero 2011 | 12:19
Pues yo, como no tengo alas y me gustan los vuelos altos, siempre vuelo pilotando un Cesna de la escuela de pilotos de Ibertour, y ya casi tengo el titulo de piloto . Eres muy afortunado de tener alas como los angeles y los pajaros . Debe ser maravilloso volar como las aguilas surcando los cielos sin oir el motor de un vehiculo que tienes que atender como si fuera un dios . Yo estaria muy feliz.
29 enero 2011 | 13:11
en este mundo a veces parece que tenemos que seguir el camino marcado, la dirección «correcta» y nos olvidamos de los diferente que puede ser cada dia. me gustó mucho el relato
29 enero 2011 | 15:37
Todos hemos soñado alguna vez que volábamos, o mas bien que flotábamos levitando en el espacio en suerte desconcertante e insegura, porque cuando intentábamos elevarnos sobre algún peligro que acechaba, el subconsciente nos constreñía a descender creándonos en el ánimo un sentimiento de impotencia y desamparo.
Es sin duda en la evolución de los lagartos ciertamente mucho mas prolongada que en las demás especies, en donde la necesidad de volar tal que lo hicieron antes los peces en su medio, les iba a permitir defenderse de los depredadores también lagartos.
Volar parece que significa libertad y hay muchos que creen que después de esta vida a ras del suelo, “volando” se alcanza una utópica libertad mas allá del anéantissement final.
Si los lagartos crearon alas con plumas para elevarse por encima de sus enemigos, el Hombre también lo hizo elevando su cerebro por encima de la hierba en la sabana para hacer lo mismo, pues había dejado de ser un mono que pudiera dominar el panorama desde lo alto de una rama.
Por último, creo que cualquier pájaro estará orgulloso de poseer alas y lo que realmente sería estúpido es que los ángeles las tuvieran, porque siendo ángeles no las necesitarían ni les añadiría ninguna belleza ya que las habrían copiado de los pájaros.
29 enero 2011 | 15:50
Yo también tengo alas.No podría imaginarme ni un instante sin ellas, me permiten elevarme, surcar los cielos, excudriniando todo a mi paso.
Definitivamente lo considero algo bello y exótico, como todo en mí, me convierten en el centro de atención, buscada y adorada.
No se exactamente si llamarlas una bendición, pero sí mi mayor atractivo, mi mejor complemento con cualquier vestuario, y mejor aún, sin ninguno.
No busco comprensión, ya tengo el aprecio de millones, que, cuando ven el reluciente tridente en mi mano, se rinden incondicionalmente a mis pies.
29 enero 2011 | 15:54
Dicen que los ángeles tienen
todos alas emplumadas
que las de los demonios mutaron,
cambiando plumas por membranas
como si fuesen murciélagos.
Si hubiese un híbrido humano
con un par de alas, a la espalda.
Muchos llegarían a decir:
Que por carnaval está bien,
pero en pasando esas fiestas,
que ese disfraz se quitara.
Sería muy fácil el saber
quien engendró a tal engendro.
Si sus alas tienen plumas
fue, un ángel de los cielos.
Si por contra son membranosas
su padre, es uno de los diablos,
que habitan en de los infiernos,
de los que tienen rabo y cuernos.
Al tener plumas el de esta historia,
nada en sus genes hay de malo,
al menos del lado paterno.
Y por el lado materno,
no podemos confirmarlo.
Aunque es de suponer,
que una hembra que conciba,
con un ángel asexuado,
muy mala no puede ser.
Eso sería al parecer,
casi, casi como un milagro.
Unas alas incomodan,
para poder estar sentado,
en la butaca de un cine,
y para dormir boca arriba.
Pero tiene sus ventajas,
el poder ir de acá para allá
en vuelos sin pagar pasajes,
sin esperas en aeropuertos,
en el mostrador de equipajes,
ni por huelga del personal
sean los de tierra o los de vuelo.
Un par de alas me pido,
un par de alas yo quiero
más, con los tiempos que corren,
tendría que ser a crédito.
29 enero 2011 | 16:57
Precisamente ayer disfrutaba de esto
https://www.youtube.com/watch?v=CXQ0t1mkxVY
29 enero 2011 | 19:08
No las apreciamos es cierto, pero de que las necesitamos…vaya que si las necesitamos!
Mi consejo, si tienes alas; úsalas!
No pierdas el tiempo en esperar la compasión ni la comprensión “de seres humanos desalados desprovistos de impulsos naturales para elevarse”… usa tus dones, usa todo lo que tengas a tu alcance para ser feliz.
Haz lo que dice F. Pessoa en uno de sus versos más universales…
Para ser grande, sé entero. Nada
tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en dada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que hagas,…
Un abrazo… usa tus alas y alza vuelo!
29 enero 2011 | 19:33
Los designios de la naturaleza, son específicos, y puntuales, con destino fijo, hacia quien los tiene que recibir. Bastante difícil, sino imposible, de predecir, y modificar, por el ser humano. Entonces si alguien es obsequiado, con un “par de alas” desde su nacimiento, por decisión (divina o leyes naturales). Dicha decisión, queda pendiente de interpretar, y asumir, según sea la conciencia social, y religiosa, del individuo. Determinada en la persona, por su cultura, y religión, recibida, desde su más tierna infancia. Resumiendo, que el ser humano que recibe dicho “premio, o castigo, “según se mire. Ineludiblemente, está destinado, a cumplir alguna misión fija, y determinada, que casi siempre, por no decir siempre, se vasa en ayuda, apoyo, y entendimiento, moral, y social, a todos los demás, de forma totalmente altruista, sin ánimo de lucro, ni, representación, y pensamiento, egocéntrico, de ninguna clase. Por tanto, en ningún momento pienso yo, que dicha decisión de la “naturaleza”, de deba tomar como un castigo, sino más bien, al contrario. Significando un honor, y tranquilidad de espíritu, de haber sido el destinatario,de dichas eventuales e imaginarias (alas)…..Que tengáis un buen fin de semana a tod@s….
29 enero 2011 | 21:17
Quien tenga alas, que vuele sin pensar en la gravedad que le atrae hacia el suelo. Que no vea inconvenientes si intenta vivir como una persona, porque siempre hay alternativas posturales y de vestimenta. Que no se deprima porque la gente envidiosa de sus alas le considere un monstruo. La mayoría de gente sólo conocemos la sensación de volar en sueños, y soñar con ello simboliza felicidad. Ojalá esta noche sobrevuele el mar y las montañas nevadas, las condiciones son buenas…
Penelope G., estás hecha toda una diablesa, o ángel del lado oscuro, como quieras…
29 enero 2011 | 21:51
Yo también tengo muchas alas y me dan muchos problemas pero por mas que las recorto me vuelven a crecer. Es una carga que a veces me consume. Lo mas gratificante es que hay personas que han abandonado sus jaulas cuando se enteran de que hay personas con alas.
Mis alas se llaman libertad y rebeldía.
30 enero 2011 | 01:08
Desde pequeña, me han dado mucha grima los ángeles. ¡Qué asco, tener alas en la espalda!
Pero siempre he soñado con volar, y lo intentaba saltando desde una silla y agitando los brazos, hasta que me cansaba. De hecho, en mis sueños nocturnos, cuando vuelo, lo hago nadando a estilo «crowl», y cuando desciendo, nado más rápido y vuelvo a subir.
Es cuando, únicamente, soy libre por mí misma. El resto del tiempo, no puedo volar como me gustaría. Tenemos jaulas alrededor.
30 enero 2011 | 15:46