Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

Archivo de septiembre, 2010

Las primeras lluvias de septiembre

El día estaba caluroso y el cielo despejado, ideal para la playa. Ya habían pasado ofertando gaseosas frescas y otros productos acordes a la situación climática, pero el vendedor de paraguas lo tomó por sorpresa.
—Señor, ¿le interesa comprar un paraguas? —Preguntó el vendedor y continuó con su discurso de venta—: Están a buen precio.
—¿Para qué quiero un paraguas?
—Para que llueva —respondió el vendedor mirando hacia el cielo.
—Para cuando llueva —corrigió el hombre.
—No, para que llueva. Cuando la gente compra estos paraguas, automáticamente se larga a llover. Tengo varios colores, ¿cuál le gusta más?
—¿Y si nadie los compra?
—Si no vendo ninguno, simplemente no llueve. Pero siempre hay algún curioso que quiere probar el producto.
—¿Y a cuánto los vendés?
En esta época del año los tengo a un precio inmejorable —dijo el vendedor mientras se ponía la capucha para continuar con la transacción.