El día estaba caluroso y el cielo despejado, ideal para la playa. Ya habían pasado ofertando gaseosas frescas y otros productos acordes a la situación climática, pero el vendedor de paraguas lo tomó por sorpresa.
—Señor, ¿le interesa comprar un paraguas? —Preguntó el vendedor y continuó con su discurso de venta—: Están a buen precio.
—¿Para qué quiero un paraguas?
—Para que llueva —respondió el vendedor mirando hacia el cielo.
—Para cuando llueva —corrigió el hombre.
—No, para que llueva. Cuando la gente compra estos paraguas, automáticamente se larga a llover. Tengo varios colores, ¿cuál le gusta más?
—¿Y si nadie los compra?
—Si no vendo ninguno, simplemente no llueve. Pero siempre hay algún curioso que quiere probar el producto.
—¿Y a cuánto los vendés?
—En esta época del año los tengo a un precio inmejorable —dijo el vendedor mientras se ponía la capucha para continuar con la transacción.
…»mientras se ponía la capucha para continuar con la transacción». 🙂
Este tipo es un máquina, ¡que bueno!
01 septiembre 2010 | 15:10
Comprar un paraguas que te asegure la lluvia no es un mal negocio; normalmente uno lo lleva cuando no llueve, lo deja, y después diluvia, asi que, yo lo compraría y miraría desde abajo de la protección de mi paraguas a todos los incautos que corren debajo de la lluvia.
Desde el país de la lluvia, las nubes y el no verano, saludos!
01 septiembre 2010 | 15:35
Por ahora me parece estupendo que le vayan comprando algún paraguas, que falta hace. Pero en la época en que nos ataca la Gota Fría, que le paguen al señor para que se quede en casa y no venderlos, por Dios, que nos ahogamos.
01 septiembre 2010 | 16:31
Ya veremos, pero como llueva como se prevee en levante salimos en barca
salu2
http://porlajeta.es/mundo-curioso/2-mundo-curioso/1115-sonido-100-ferrari.html
01 septiembre 2010 | 16:33
Que buena la conversación. Es una ley de Murphy contrastada, jajajaja. Aunque siempre llueve cuando tu no llevas paraguas.
http://www.irmedeviaje.com
01 septiembre 2010 | 16:34
A mí me pasa lo contrario.
Cuando yo no llevo paraguas se pone a llover, así que ahora llevo uno plegable todo el año en el bolso, y el abanico también.
Por si acaso.
01 septiembre 2010 | 16:54
Ya había vendido otro tipo de productos, pero siempre con la seguridad de sus buenos contactos que por una pequeña comisión, siempre le alertaban de cualquier cambio.
Había sido bróker en los mercados de valores, subastero de los embargos de la seguridad social, incluso representante nacionalizador de todo inmigrante que caía en sus garras.
De todo había salido ya corrido a gorrazos, cuando menos.
Así fue que decidió regenerarse y se hizo ecologista, pero tras aguantar no mucho tiempo sin delinquir, comenzó por contactar con San Matías, para pedir una recepción con Dios, pero ante lo infructuoso y difícil que se le puso la entrevista, decidió acudir a los chinos, que ya habían experimentado en provocar cambios climáticos con sus experimentos.
Allí cargó con un arca, con toda clase de artilugios en lugar de especies animales. Nubes plegables, nubarrones a batería, cielos despejados para los domingos, lluvias de dos minutos y temporales de agua-viento.
Los paraguas, se le quedaron atrás, pero…al fin y al cabo, los de todo a un euro, servirían.
01 septiembre 2010 | 17:41
es un cuento precioso y muy bien contado.
01 septiembre 2010 | 19:22
Me da la impresión de que te quieres quedar con nosotros, que en España significa que nos quieres tomar por tontos , pero si así eres feliz de acuerdo, hay paraguas para que llueva y también inmigrantes para que nos paguen las pensiones y barco es un animal acuático.
Clica sobre mi nombre
01 septiembre 2010 | 20:27
Muy bueno, pero parece ser que este hombre vende pocos, no??? Porque con lo poquito que llueve en España.
Ojala fuera real y se pudiera hacer llover tan facilmente.
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01 septiembre 2010 | 23:36
Antonio, me imagino que estás jugando a ser el arquetípico español ultra-ignorante, pendenciero y xenófobo (que cada vez quedan menos en mi opinión), eh?
Por otro lado, waltito, como NO VIVIS EN ESPAÑA, te cuento que los paragüeros allá son «paquis», o sea inmigrantes, eso lo aprendí un día en Barcelona en la época que andaba por esos lares estudiando.
Igual, como extraño España y Barcelona. Muy lindo cuento!!!!
02 septiembre 2010 | 00:35
«—En esta época del año los tengo a un precio inmejorable —dijo el vendedor mientras se ponía la capucha para continuar con la transacción».
—Oiga… ¡Que esto tiene pinta de empezar a granizar!…
—Y por dos euros, ¿qué quiere?…
02 septiembre 2010 | 02:00
muy bueno.
y si te dedicas a otra cosa?
02 septiembre 2010 | 06:50