Lo peor de Griselda, lo que más me duele, es que ella no se acuerde de mí. Yo, que estuve una vez en uno de sus sueños, que fui parte de sus construcciones oníricas, y ella no se acuerda. Estaba sentada al costado del lago cuando me acerqué para regalarle una flor violeta. Me sonrió y no se acuerda. Era un día de verano, parecía sábado a la tarde y a lo lejos se sentía el silbar de un acordeón que piropeaba a una extraña luna diurna. Era su sueño, yo estuve en él, y ella no se acuerda. Bailamos y no se acuerda. Nos desvistió el viento y no se acuerda. Le acaricié la espalda, se erizó su piel, y no se acuerda. Yo estuve en uno de sus sueños y a decir verdad, no me importa que no me crean. Lo doloroso es que no me crea Griselda.
es que igual para ella fue una pesadilla y trata de no recordarte.
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16 julio 2010 | 07:18
La suerte es del que tuvo un sueño tan cálido, que quedó en la mente de una forma tan nítida al despertar. El que no recuerda algo tan bello es el desgraciado, Griselda se lo pierde…
16 julio 2010 | 08:39
Lo peor hubiera sido que tu no lo recordases porque entonces no existiría.
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16 julio 2010 | 09:55
Pero tu lo tienes presente y eso que te llevas…eres afortunado por recordar algo tan bonito.
16 julio 2010 | 09:59
A ver si Griselda tiene Alzheimer, y vos venga a insistir en que recuerde.
16 julio 2010 | 10:47
Lo que más te duele no es que ella no te recuerde sino que tu no la olvidas. Tu recuerdas la flor, el baile, el lago, el verano, la tarde, su espalda …. su piel. Maldita Griselda. Maldito el no poder olvidar.
16 julio 2010 | 12:14
Qué cosas los suenios!!! A mi a veces me pasa, despertar después de haber soniado algo bonito y que el recuerdo del suenio se esfume por completo a los pocos milisegundos.Me quedan las sensaciones pero recuerdos del suenio….nada.Y vuelvo varias veces a lo largo del día a intentar reordar pero es inútil.Pobre Griselda, quizás esté en ese dilema en este mismo instante.
16 julio 2010 | 14:25
Genial Yo (y me refiero al que comentó bajo ese alias, no me estoy halagando, tanto ego no tengo). Bien lo dijiste vos.
Maldita Griselda. Maldito el no poder olvidar.
16 julio 2010 | 14:43
No me importa que no me crean, realmente hay ocasiones que ni yo mismo lo termino de creer.
Dirijo mi propia empresa, trabajo solo y de noche, pero no me importa, tengo el monopolio garantizado.
Hago repartos nocturnos porque siempre pensé que son las horas más cómodas para trabajar.
He conseguido conectar tanto con mi clientela que no sé qué sería de mi sin ellos o de ellos sin mí.
El porcentaje de aciertos en el servicio es sobresaliente, solo un minúsculo pico de errores que eso sí, se convierten en verdaderas pesadillas, pero que termino compensando de alguna manera para que todo vuelva a su cauce.
Papá Noel, Los reyes magos, el ratoncito Pérez, los pobres no lo llevan muy bien. Quedaron anclados en el pasado.
¿Acaso pensaron que trabajando un día al año los iban a tener siempre en cuenta?
Soy más masivo, pero gestiono todos los sueños.
16 julio 2010 | 17:10
Formaste parte de sus sueños ¿Eso te parece poco?
Eso es muchisimo.
Aunque ya no se acuerde.
Ayer falsificaron mi nick en un blog en el que apenas he comentado.
No deja de ser una anégdota, no tiene importancia.
Es lo que tiene la cobardia.
Espero que si ocurre aquí los que me leen, sepan distinguir mi persona de la falsa xulita.
Buen fin de semana.
16 julio 2010 | 17:28
Es duro enamorarse de quien de uno no se enamora.
Esfuerzos inútiles, ilusiones rotas,llagas en el corazón y un lugar siempre ocupado por la frustración.
Partícipe de todos los sueños y ausente ante cualquier posible realidad.
16 julio 2010 | 17:34
No es que no me guste comentar de los primeros , es que en este blog hago una excepción y procuro ser el último y lo pienso más, sin embargo hoy no es que no tenga un comentario disponible, al contrario , hace años escribí una novela que titulé «Tiempo de soñar» que seria el comentario perfecto para el caso que nos ocupa , por eso, dado que aquí no se puede poner un escrito de casi trescientas páginas, el que desee saber en que queda el tema por mí opinado, deberá esperar que alguna editorial de prestigio edite mis novelas, que lo más seguro, va a ser que no. Lo siento, deberé seguir soñando el sueño eterno de los escritores malditos-
Clica sobre mi nombre
16 julio 2010 | 19:00
Lo que eleva a esta historia es que el soñado sea el que sabe que fue soñado por el otro y no así el soñador. He ahí lo mágico. Y me alegra ver, me animo a decir que por primera vez en este blog desde que lo sigo, que nadie haya cuestionado ese detalle y todos lo hayan recibido con los brazos abiertos.
Además yo lo siento así, Walter, Griselada nunca nos va a reconocer, a aceptar por completo, o al menos a admitirlo, y eso es lo que nos tortura el alma, y eso es lo que hace que cada día nos volvamos más locos por ella. La locura es parte del encanto.
16 julio 2010 | 20:42