Abrimos los ojos al mismo tiempo. Pensamos lo mismo y en el mismo instante a pesar de estar tan lejos. Hicimos el amor a pesar de estar tan lejos y llegamos al orgasmo al mismo tiempo, aún estando tan alejados uno del otro. Compartimos un cigarrillo sin que nos molestara la enorme distancia que nos separaba. Nos levantamos y preparamos juntos el desayuno, incluso estando tan alejados entre nosotros. Kilómetros de distancia nos separaban pero eso no nos impidió que nos mirásemos a los ojos simplemente para darnos cuenta de lo alejados que nos encontrábamos. Sentimos la necesidad de besarnos al mismo tiempo y nos inclinamos para hacerlo a pesar de ser conscientes de los miles de metros que había entre nuestros labios. Ella me alcanzó una tostada untada con manteca y yo estiré el brazo para recibirla. Era increíble lo distanciados que estábamos y lo inseparables que nos sentíamos.
El micro me encantó, Walter. Bueno, como hacía días que no leía por aquí. Lo que no me convence es que en un texto tan corto utilices la palabra «lejos» cinco veces. La idea es maravillosa así que tirando de sinónimos te sale un excelente micro.
Un abrazo.
26 junio 2010 | 10:56
Habrá quien piense que tu relato es ciencia ficción, pero yo lo suscribo.
Sin verse, sin hablarse y sin tocarsen ,ni tan siquiera haber hablado de lo que sientes, es posible sentir la piel del otro.
Conectarse en el momento preciso.
26 junio 2010 | 10:59
sabes,no entiendo nada.
26 junio 2010 | 12:49
Por un momento me engañaste.
Pensé que la distancia que nos alejaba se relativizaba a las casualidades. Pensé que nuestra alegría se compartía virtualmente viendo el mismo partido de Argentina o España.
Pensé en la sensación que compartimos al leerte tu madre y yo tu post de hoy.
No deja de sorprender algunas veces lo que nos acerca, lo que rompe el concepto de distancia.
Esa conexión on/off que establecemos, no es sino un síntoma de comodidad dentro de la propia relación. De evasión mental. Pero sin perder la atención de lo real.
26 junio 2010 | 13:32
Y muchas gracias a Internet, que nos acorta distancias, porque antes teníamos que hacer enormes esfuerzos mentales para conectar por telepatía, y luego , como me paso una vez las ondas se cruzaron con las de un homosexual y no sabíamos que hacer para desengancharnos.
Clica sobre mi nombre
26 junio 2010 | 15:20
¡Hola, Walter!
¡Qué bonita la historia de hoy, me ha «encantao»! Parece que mientras más kilómetros de por medio, más cerca en el sentimiento, ¡qué cosas! Hasta la distancia es relativa y se queda en muchas ocasiones «corta».
Antonio Larrosa, jajajajaja, si es que te pasa de «tó», jajaja.
¡Un saludo «pá tó» el mundo, que como estamos hablando de las distancias y tal, pues eso, que llegue bien lejos, XD!
26 junio 2010 | 17:27
La monotonía hace estragos en las relaciones que nacieron de una atracción y no de una amistad… se actúa por impulso, por lo que siempre se ha hecho y no se plantea nada distinto a aquello que ya se conoce…
A veces por vagueza, otras por miedo, otras por comodidad, otras por vergüenza…
Me gustó…
Que tengas un buen día, Walter… 🙂
26 junio 2010 | 18:22
es lo que tiene la webcam , que puedes ver a la persona .
26 junio 2010 | 19:19
vaya empanadas mentales ,que tienes e guapo .lejos -cerca , a ver quien se come eso,hicimos el amor estando lejos .pues como no fuera con ciber-sexo
26 junio 2010 | 19:24
@Era que descreida que estas…ni pareces de esta «era»
A mi me encanto ese relato que para mi solo tiene un nombre :AMOR
26 junio 2010 | 20:13
La distancia al amor no mata,
tampoco lo mata el tiempo.
Pero los dos al unísono,
hay que hacer muchos esfuerzos,
para que el amor no muera,
o que no se ponga enfermo.
Eso a todos nos pasa,
que en la distancia mucho tiempo.
El amor y la pasión no aguantan,
si no hacemos grandes esfuerzo.
26 junio 2010 | 21:07
Me parece un relato encantador!!!!
26 junio 2010 | 22:58
Pues sí, es cierto y se puede hacer real.
Mi esposo y yo, estábamos así. Nos separaban kilómetros y kilómetros. Miles, para ser sinceros.
Y aquí estamos y recordamos esos momentos, de vez en cuando.
Bellísimo.
27 junio 2010 | 00:59
Y ni se te ocurra lanzar comentarios, descubrir a nadie semejante belleza, ya que, la envidia humana, todo lo intenta.
27 junio 2010 | 01:03
Para tí, Jung
Te espero en BCN
27 junio 2010 | 01:28
mmmmm que tonteria es esta? que sentido tiene? cual es el mensaje que se quiere transmitir? es una poesia? púes no lo parece…es acaso un sueño? … en fin no entiendo el objetivo ….nada de nada
27 junio 2010 | 07:23
En Barcelona nos encontramos. Pero si me echas el humo en la cara, me vuelvo a Gijón.
Te e-quiero.
27 junio 2010 | 11:46