Un gran grupo de gente estaba reunida al costado de la calle y la necesidad de saber qué estaban mirando, hizo que me convirtiera en uno más de los curiosos. Me abrí paso entre la multitud y cuando alcancé a ver lo que todos miraban, sentí una sensación de incredulidad. Cayendo en el estúpido recurso propio de los asombrados, tuve que frotarme los ojos al ver la alfombra voladora que estaba estacionada en la calle. El rectángulo de tejido flotaba en el aire y nadie se había acercado hasta que me animé a comprobar la veracidad del extraño artilugio. Estiré la mano para poder tocarla y al hacerlo, la alfombra mágica activó una alarma que nos aturdió los tímpanos. El sonido duró hasta que llegó un hombre con turbante y lo desactivó. Luego me miró con mala cara, se subió a la alfombra e indiferente a la chusma, remontó vuelo.
Como en «Cien años de Soledad» 🙂
20 mayo 2010 | 07:05
uhmmmm…, Ibas muy bien hasta el «me miró con mala cara..», ¿cómo supo el aturbantado quién había activado la alarma? ¿Cosa de la magia de la alfombra que chiva quién la tocó? 🙂
20 mayo 2010 | 08:35
¿Una alfombra volante? Yo quiero los cereales que tú desayunas jajaja.
Clica sobre mi nombre.
20 mayo 2010 | 10:05
TIO… TU QUE FUMAS?
Jajjaja
20 mayo 2010 | 11:07
… que poca imaginación tenéis!!!
20 mayo 2010 | 11:45
Perdón gente, me había olvidado de linkear el cuento con la noticia. Ya está arreglado.
20 mayo 2010 | 12:12
Menuda chorrada mas grande,que no habrá noticias para comentar para que me pongais esto en un periodico
20 mayo 2010 | 12:12
Yo a veces quisiera tener una alfombra de esas, para poder desaparecer y difuminarme.
20 mayo 2010 | 12:54
Habiendo helicopteros, avionetas, alas delta, globos y el coche volador de michael j. fox en «regreso al futuro III» ¿Quién quiere una alfombra voladora en la que no te puedes agarrar y corres el peligro de caerte? Esa para los arabes de las mil y una noches.
Clica sobre mi nombre
20 mayo 2010 | 12:57
¿En serio pagan algo por escribir eso?
Que alguien me diga donde hay que mandar el curriculum
No cliques sobre mi nombre, y mucho menos sobre el plasta de arriba
20 mayo 2010 | 13:15
Yo tengo dos. Una eléctrica para ciudad.
20 mayo 2010 | 13:26
Quié no tuviera una alfombra de esas…
20 mayo 2010 | 17:50
Jajaja!! Muy bueno!!
¿La traba del volante era una serpiente que salía de una canasta? 😛
Un abrazo!!
20 mayo 2010 | 19:26
Qué fantástico sería eso de la alfombra voladora.
Imaginad, sin problemas de aparcamiento, llegas a casa, y entras por la ventana directita al salón, la enrollas y hasta mañana. Sin rodeos, en línea recta siempre, sin salir la tira de tiempo antes. Un chollo emular a Aladino.
PD: no se me ocurre nada más que escribir. Bueno sí, el ahorro en combustible ¿o no?,
20 mayo 2010 | 20:15
Ni hablar de que la dejás en tu casa, y te sirve de alarma contra ladrones ahí también.
Jajajajajaja.
20 mayo 2010 | 21:59