Un cuento corriente Un cuento corriente

Se llama a la Economía (más aún en estos tiempos de crisis) la "ciencia lúgubre". Aquí trato de mostrar que además es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo mejor

La incomprensible locura de las ayudas públicas en los rescates a cajas y bancos, ¿Es posible saber cuánto hemos perdido?

Ayer la patronal bancaria española nos dio una noticia de estas que te amargan el día. Según sus cálculos, los rescates al sistema financiero español (77.800 millones en total) han ocasionado ya unas pérdidas materializadas de más de 53.081 millones de euros. Esta cantidad estimada por los analistas de la AEB (ver cuadro más abajo) es la mayor conocida hasta la fecha y contabiliza más de 13.600 millones perdidos en BFA-Bankia, casi 10.000 millones de euros en Catalunya Caixa y casi 8.000 millones en la CAM, entre otras entidades. Según los grandes bancos españoles esta es, por ahora, la verdadera factura de la reestructuración financiera en España: Un 5% del PIB.

Ayudas al  sistema financiero español (AEB)

Ayudas al sistema financiero español (AEB)

¿77.800 millones en ayudas? ¿53.000 en pérdidas? El conocimiento de estas inmensas cantidades de dinero público, sin embargo, no ha hecho sino confundirme. Y es que las cifras de ayudas públicas, inyecciones de capital y pérdidas ya asumidas varían de una forma muy notable en función del organismo que hace el cálculo. Y así no hay manera de conocer efectivamente el coste para el contribuyente del rescate financiero. Recapitulemos.

Este mismo mes, el Tribunal de Cuentas finalizaba su informe de fiscalización al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB), el organismo público encargado de gestionar el saneamiento de las entidades españolas en problemas. La cifra total de apoyos públicos destapada por esta institución (ver cuadro abajo) resultó más abultada de lo reconocido por las autoridades: 107.913 millones de euros, entre aportaciones al capital, permutas, CoCos, Esquemas de Protección de Activos (EPA) y anticipos. Más de un 10% del PIB español.

Sorprendentemente (al menos para mi), la entidad con más ayudas no ha sido BFA-Bankia, sino la CAM, que entre el auxilio del FROB (3.000 millones) y el del Fondo de Garantía de Depósitos (casi 22.000M€) es la caja a la que han tenido que auxiliar con más capital. Bankia, por su parte, recibió algo más de 22.000 millones, mientras que Banco de Valencia y Catalunya Caixa han llegado a los 17.000 y 12.000 millones respectivamente. El informe del organismo fiscalizador —es una pena— no incluye, no obstante, cálculo de las pérdidas esperadas conjuntas.

Cuadro de ayudas públicas al sistema financiero español (TCu)

Cuadro de ayudas públicas al sistema financiero español (TCu)

Hace apenas un año, este periodista publicaba una información relacionada con este cacao del dinero público invertido en ayudar al sistema financiero español. Las cifras oscilaban entre los 55.000 y los 589.000 millones de euros, según los distintos criterios tomados en cuenta. Unos meses después retomaba el asunto y fijaba en no menos de 159.000 millones de euros el capital público verdaderamente comprometido en sanear bancos y cajas.

A finales de enero de 2014 el FROB limitó a unos 37.000 millones de euros la cantidad de dinero efectivamente perdido en rescatar a cajas y bancos, sobre un total de 53.000 millones de euros de dinero público invertido en estas entidades. Es decir, que se perderían tres cuartas partes de lo inyectado. Apenas una semana después el máximo responsable del FROB reconocía en sede parlamentaria que Eurostat ya daba por perdidos más de 43.479 millones de euros de los empleados para sanear y rescatar al sistema financiero español. Y lo más sorprendente, la cifra de ayudas también había variado: Más de 61.000 millones, una cifra coincidente con este gráfico elaborado explícitamente por el Banco de España. La cifra era también distinta a la facilitada por el FROB en su informe anual referente al ejercicio 2012 (el último disponible). Entonces las pérdidas reconocidas y asumidas superaban los 36.400 millones de euros.

¿Con cuál nos quedamos? ¿Cómo de definitivas son estas pérdidas? ¿Son reversibles? Porque el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, se ha mostrado repetidamente confiado en poder devolver todas las ayudas e incluso en poder llegar a generar valor a la inversión del Estado. Con las actuales proyecciones no parece posible, pero no hay que olvidar que el banco nacionalizado tiene actualmente unas potentes plusvalías latentes en su deuda pública, por ejemplo.

Mi conclusión es que, a no ser que me demuestren lo contrario, el futuro es insondable y las pérdidas o ganancias pueden estimarse, si bien está por ver que sean definitivamente así. Con la actual crisis se antoja complicado pensar en sacar valor de las entidades financieras españolas, pero nada impide que la situación revierta.

10 comentarios

  1. Dice ser Warp

    Lo peor fue soportar el cuajo que tuvo al decir «si quieres ganar dinero, no te dediques a la banca».

    Se me revolvieron las tripas por el cinismo y la vergüenza. Les regalan un chorro de millones públicos para evitar la quiebra de un negocio que han arruinado por su mala fe y patética gestión, no justifican los gastos ni dan explicaciones y ahora salen por peteneras.

    A lu ci nan te.

    23 abril 2014 | 23:16

  2. Dice ser pepito el moro

    Todas las cajas de ahorros han tenido problemas de financiacion

    y eso que crearon el FROB para reestructurar las cajas y convertirlas en bancos

    uno acaba preguntandose que necesidad habia de convertir en bancos la joya de nuestro sistema financiero

    las cajas eran una golosina para los especuladores y los politicos que no les importo quebrar cajas y recapitalizarlas con dinero publico con tal de llenarse los bolsillos

    algunos seguimos preguntandonos porque las auditorias hechas por ernst and young para rodrigo rato diferian en mas de 11,400 millones € de lo que decia el banco de españa, el frob y la cnmv

    estas entidades estatales habia sobrevalorado bankia, asi que cuando se valoro bankia al valor real los accionistas habian perdido casi todo el capital invertido

    acaso estas entidades financieras estatales querian timar a los inversores

    24 abril 2014 | 02:06

  3. Dice ser Alicante Gusta

    La cantidad real está oculta, no la quieren desvelar para que no querramos colgarlos. Lo peor es veer como se han regalado cajas despues de limpiarlas a bancos (ejemplo rápido la CAM al Sabadell) para que hagan negocio…

    http://www.alicantegusta.com

    24 abril 2014 | 09:22

  4. Dice ser Bellafaz

    El saqueo y desfalco de unos cuantos que pagaremos entre todos gracias a los amiguitos del alma y colaboradores politicos.
    Caja Madrid = Caja pèrsonal gratuita del pp.

    24 abril 2014 | 10:55

  5. Dice ser Antoska

    Lo peor es que se han cargado el motor de la nación y única fuente de riqueza , el trabajo .

    24 abril 2014 | 11:14

  6. Dice ser antonio

    Calculo mentalmente que hubiera sido si ese inmenso capital se hubiese repasrtido, desde el principio, entre la banca y las Pequeñas y Medianas Empresas y al mismo interés de devolución.
    Hoy no tendríamos un paro tan escandaloso. Porque la prisa por capitalizar a los bancos por parte del gobierno fué la exigencia de devolución de los préstamos de los bancos extranjeros que se querían asegurar de que recibirían ese pago. Aí que el dinero entró desde Brusela y salió otra vez hacia Europa. Es la verdadera cara del capitalismo. El capital salva al capital y los de enmedio quedan atrapados por la ola.

    24 abril 2014 | 11:20

  7. Dice ser Melaxuda

    Ni uno solo de los responsables está en la cárcel y Elpidio Silva, el único juez que se atrevió a encarcelar a uno de los responsables está procesado y acosado por la casta y sus periodistas lacayos.

    Apoya la corrupción e impunidad de la casta inepta y corrupta que nos expolia: vota PP-PSOE-IU-CiU.

    24 abril 2014 | 11:57

  8. «Existe una evidente paradoja que pone de relieve al servicio de quiénes están aquellos que integran el Ejecutivo español. No sólo el actual equipo gubernamental de Mariano Rajoy, sino también todos aquellos que le han precedido. ¿Por qué decimos esto?

    Como todos sabemos -o deberíamos de saber- el mantenimiento de la Administración del Estado no es algo ajeno a los ciudadanos. Sus fuentes de financiación son, fundamentalmente, los impuestos que por múltiples conceptos pagamos la mayoría de los españoles.

    Hacemos esta obvia aclaración porque, a estas alturas de la crisis, las ayudas que el Estado ha prestado a la Banca, – a cargo del conjunto de la población- superan con creces la cifra de 200.000 millones de euros. Con las dimensiones astronómicas que tiene esta cifra, lo más sorprendente es que, según las estimaciones realizadas por los expertos, al menos un tercio de esta ingente cantidad no es recuperable, no lo pagarán nunca los banqueros. Serán, pues, los asalariados, los parados, los pensionistas y las clases medias quienes, de una u otra forma, se verán obligados a sufragar esa deuda a través de múltiples vías: impuestos, recortes en la sanidad, en la educación, en los servicios y otras prestaciones sociales, privatizaciones… sin hablar ya de la estela de tragedias humanas con la que tanto la codicia de los banqueros como la dinámica voraz del sistema capitalista han marcado estos últimos años.

    Una simple operación aritmética nos permitiría descubrir un hecho sorprendente y que permanece oculto al conocimiento colectivo. Hasta el momento presente cada ciudadano mayor de edad del Estado español ya ha tenido la «generosidad» de prestarle a la Banca de este país la friolera de casi un millón de las antiguas pesetas para cubrir los efectos de las operaciones fraudulentas que sus ejecutivos realizaron durante la llamada «burbuja inmobiliaria».

    Sin embargo, lo curioso de esta circunstancia es que, como antes referíamos, especialistas y técnicos ya nos han adelantado que los bancos no nos van a pagar todo lo que les hemos prestado. En el mundo de las altas finanzas cuando los acreedores no cumplen con los compromisos adquiridos los escualos que dirigen sus negocios proceden con una frialdad letal a expropiar implacablemente a sus deudores. Es este un espectáculo, por otra parte, que contemplamos todos los días. Alrededor de unas 400.000 familias han sido desahuciadas en el curso de los últimos años. Dicho de otro modo, paradójicamente los banqueros han procedido a expropiar sus viviendas a aquellos a los que el Estado había obligado a prestar dinero a los bancos para – dicen – «salvar el sistema financiero español» del atolladero en el que él mismo se había metido.

    Si utilizáramos procedimientos similares a los que usan los tiburones financieros con sus deudores, lo que habría que hacer sería expropiar a los banqueros, nacionalizar la banca, socializarla y ponerla al servicio de la sociedad.

    Pero, curiosamente, muy pocos se atreven a mentar esa posibilidad. La socialdemocracia de izquierdas apenas balbucea con la boca chica acerca de su propuesta de crear una Banca pública.

    Los social-liberales del PSOE ni siquiera se aventuran a decir una cosa similar. Sin ir más lejos, en una ocasión el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, cuando un correligionario suyo, en un acto público, se atrevió a sugerir tímidamente esa eventualidad, la descalifico rápidamente calificándola como una propuesta «falangista». Lo cual, teniendo en cuenta que fue justo en el régimen franquista donde los banqueros encontraron a uno de sus más firmes valedores, no deja de ser un cínico descaro.

    ¿Cuál será, pues, el origen del sagrado respeto por la intangible propiedad de las entidades bancarias por parte de las organizaciones políticas y sindicales? La respuesta a esa intrigante pregunta hay que encontrarla en el hecho contrastable de que las principales fuentes de financiación de unos y de otros durante las tres últimas décadas han sido precisamente los bancos.

    Los principales bancos españoles han estado financiando desde la llamada «Transición política» a todos los partidos pertenecientes al arco institucional español. Tanto a los de derechas como a aquellos otros que eufemísticamente se autocalifican «de izquierdas». Y tales apoyos no solo son prestados en las campañas electorales, sino también en sus gastos e inversiones corrientes. Algo similar pasa con los dos grandes sindicatos institucionales. Y es que esas organizaciones, al carecer de una base numerosa de militantes, dependen también económicamente de los Bancos. La prodigalidad de las entidades bancarias es muy generosa a la hora de fijar los intereses de los créditos concedidos a los partidos y otras organizaciones afines al sistema. En ocasiones, incluso, los banqueros se atreven a justificar su prodigalidad proclamando que se trata de un «servicio social» que prestan al país. Es más, frecuentemente sucede que a voluntad de los altos ejecutivos bancarios esas deudas quedan condonadas después de un tiempo, si de acuerdo con el criterio de la dirección del banco prestamista se estima «conveniente». Ni que decir tiene que tales condonaciones se producen con insólita frecuencia, sin que nadie se pregunte a cambio de qué se manifiesta este altruismo bancario.

    En el siglo XIX, Carlos Marx escribía que los gobiernos eran simples Consejos de Administración de la burguesía dominante. La aseveración del viejo intelectual comunista fue precisa y rigurosa. Hoy, quizás, en la complejidad del mundo de nuestros días, a esta vigente certeza de Marx habría que añadir la contribución decisiva que prestan estos «cooperantes auxiliares» que permiten que los Consejos de Administración funcionen a pleno rendimiento».

    por Manuel Medina
    Canaria-semanal.org
    1/3/2014

    24 abril 2014 | 17:58

  9. Es palmario que en España se está viviendo una real especie de «COMUNISMO DE DERECHAS», que consiste en saquear al «DURMIENTE» pueblo desde la Corrompida «administración» turnante y turnadora para terminar con él en los malditos «GULAGS». El comunismo de derechas es el peor porque roba al ciudadano hasta su exterminio total.

    27 abril 2014 | 14:55

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