Era 27 de septiembre a las doce del mediodía cuando cinco niños, de entre 12 y 16 años, de la escuela ocupada por refugiados Jasmin en Atenas se disponían a ir a Kora, un centro cultural de la ciudad, para realizar una obra de teatro, pero no llegaron a este espacio porque la policía los detuvo y los llevó a la comisaria donde, supuestamente, les obligaron a desnudarse y les maltrataron.
La función relataba el conflicto sirio y el duro viaje que habían realizado los menores para llegar a esta Atenas, explica a este blog Mercedes Velasco una voluntaria española que estuvo en esta squad. Es por eso, que los chicos llevaban entre los atuendos para la representación armas de plástico.