Un cuento corriente Un cuento corriente

Se llama a la Economía (más aún en estos tiempos de crisis) la "ciencia lúgubre". Aquí trato de mostrar que además es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo mejor

Archivo de noviembre, 2014

La batalla subterránea entre Economía y el Banco de España por controlar el FROB

No hay tiros, ni bombas, ni declaración de guerra, pero desde hace meses el Ministerio de Economía y el Banco de España libran una batalla subterránea que se ha hecho más explícita que nunca en la última semana. Se trata del futuro diseño institucional del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB), cuando pase a ocuparse de la resolución bancaria a nivel español, dentro del llamado Mecanismo Único de Resolución, y cuya fecha límite será el 31 de diciembre de este año.

Banco de España

Banco de España

La labor de Autoridad Nacional de Resolución consiste en, una vez identificadas aquellas entidades financieras que pudieran ser inviables por sí mismas, intervenirlas con el fin de liquidarlas con el mínimo coste para el contribuyente y siguiendo un estricto orden de prelación en el caso de que hubiera que imponer pérdidas a los distintos acreedores (accionistas, bonistas, preferentistas…). Todas estas cuestiones se han venido definiendo a lo largo del último año, en el que se han determinado tanto el Mecanismo Único de Resolución como el Mecanismo Único de Supervisión (que será básicamente el Banco Central Europeo, en colaboración con los distintos bancos nacionales).

Pero vamos al motivo de conflicto. Que no es otro que el control último sobre el FROB. Tal como dejó entrever el ministro Luis de Guindos en una comparecencia parlamentaria de la pasada semana, su idea es mantener la estructura y diseño actual del Fondo. Es decir, que permanezca controlado por el Gobierno. Actualmente tanto la gobernanza como la Comisión Rectora de este organismo público están dominados en una proporción de 5 a 4 por miembros del Ejecutivo, frente a los miembros del Banco de España. Por si cabe alguna duda sobre la decisión directa de De Guindos en la labor del FROB, quizás conviene recordar las medallas que se ha puesto él mismo ante el envío a la Fiscalía Anticorrupción de las presuntas irregularidades detectadas en BFA-Bankia, Catalunya Caixa y Novacaixagalicia.

Por si fuera poco, el pasado lunes, y tal como ha hecho constar en un reciente artículo el periodista de El País Iñigo de Barrón, el Banco de España ha contraatacado, de forma elegante, pero no por ello menos descarada. En su último Informe de Estabilidad Financiera, publicado el pasado lunes, el BdE incluye un breve artículo añadido analizando el «reparto de competencias de resolución entre autoridades en países europeos». Es decir, analiza cómo están diseñando el resto de países europeos sus autoridades nacionales de resolución y, sobre todo, sobre quién está recayendo su responsabilidad.

Y el Banco de España, como no podía ser de otra forma, arrima el ascua a su sardina, reclamando para sí un mayor control sobre la futura Autoridad Nacional de Resolución (es decir, sobre el FROB), justificándose en que es lo que están haciendo el resto de Estados: «En el conjunto de los países de la UE, solo la mencionada Finlandia y Dinamarca contemplan designar a una autoridad de resolución independiente del supervisor bancario. En otros dos supuestos (Polonia y Suecia) se prevé un reparto de las funciones entre la autoridad de supervisión (fase preventiva y/o activación del trigger o desencadenante de la resolución) y otra autoridad con funciones de resolución designada al efecto», concluyen.

En opinión del BdE, a pesar de que hay un potencial riesgo de conflicto de intereses por el hecho de que la supervisión y la resolución dependan de una misma institución (cosa que de hecho ha ocurrido a lo largo de esta crisis financiera en España), son mayores las ventajas que justificarían que el FROB dependiera del supervisor bancario: sinergias, más eficiencia, menores problemas de coordinación y de duplicidades

No sé finalmente sobre quién recaerá la responsabilidad de dirigir la Autoridad Nacional de Resolución, pero en los próximos meses se resolverá todo. Y no es un asunto menor: Si bien un banco central corre el riesgo de verse inmerso en un conflicto de intereses, lo cierto es que los Gobierno tienen quizás aún más posibles incentivos para hacer un uso partidista del mecanismo. Solo hay que ver el uso electoralista que está haciendo el Ejecutivo a raíz de las irregularidades investigadas en las antiguas cajas de ahorros.

No, no es un buen dato del paro

Este martes hemos conocido los datos de paro registrado y afiliación referentes al mes de octubre. En esencia, el desempleo registrado en los servicios públicos de empleo se incrementó el pasado mes en 79.154 personas. Cierto que es un mes históricamente malo (porque se suman todos los contratos que se acaban en verano, y aún no ha comenzado la temporada navideña), pero apenas hay algún dato bueno si entramos a analizarlos.

Y es que el aumento del paro registrado ha sido muy similar al sufrido el mismo mes del año pasado (entonces fueron 87.000 nuevos parados), y nos vuelve a dejar a niveles peores de los que se encontró el Gobierno de Mariano Rajoy al llegar. Hay actualmente 4.526.804 parados inscritos en los servicios de empleo públicos, y son 284.000 menos que en octubre de 2013 (un mejor dato). Pero no parecen, sin embargo, las cifras del paro que necesita una economía en recuperación: son ya tres meses consecutivos de subidas, más o menos fuertes.

En el lado optimista, la afiliación: A pesar del incremento de los parados, también ha mejorado, siquiera un poco, el número de afiliados a la Seguridad Social: 28.817 personas más en el último mes que cotizarán y ayudarán a sostener el sistema público de protección, y más de 330.000 respecto al año pasado. No todo va a ser negativo…

En resumen: Que los datos no son una catástrofe, pero tampoco son ningún brillo de esperanza o motivo de optimismo. Son datos malos, con los que no nos tenemos que conformar ninguno, y que apuntan a que si bien el PIB español puede crecer con más o menos solidez, la recuperación del mercado de trabajo va a ser mucho mucho más débil. Una vez más, tenemos que exigir mejores políticas activas de empleo.

Cuando la contabilidad y la supervisión bancaria no van de la mano: Un ejemplo con las cuentas de BFA-Bankia

Hoy os propongo un artículo algo técnico, pero espero que interesante: Las entidades financieras tienen que regirse por varios niveles distintos de regulación y legislación para atenerse al marco legal vigente. Así, hay una normativa de ámbito estatal, otra de ámbito autonómico, está la regulación de Consumo, la macroprudencial del Banco de España (aquella destinada a proteger el sistema financiero) y las reglas internacionales de contabilidad (conocidas popularmente como NIIF), entre otras.

Torre Bankia

Torre Bankia

Voy en este post a poner de manifiesto algo que me ha llamado la atención después de ver los resultados de los test de estrés a la banca y ante las evidencias que personas expertas en contabilidad bancaria llevan denunciando desde hace tiempo: que a lo largo de la crisis económica la regulación macroprudencial bancaria y la de contabilidad internacional no solo no han ido de la mano, sino que una (la primera) ha ido en perjuicio de la otra. Y ningún ejemplo como el de BFA-Bankia sirve para ilustrar este encontronazo entre legalidades. Por ello, recapitulemos:

  • El Banco de España y el Ministerio de Economía obligan a «aflorar pérdidas». A lo largo de 2012, con la llegada de Luis de Guindos a Economía, se aprueban sendos decretos referidos al sector financiero (conocidos como Guindos I y II). El objetivo indisimulado de los mismos es hacer aflorar las supuestas verdaderas pérdidas que el ladrillo ha ocasionado a las entidades financieras españolas. En esencia, esta nueva normativa (aprobada por el Gobierno pero llevada a la práctica por el BdE) obligaba a cajas y bancos a provisionar un alto porcentaje de cada inversión inmobiliaria. Es decir, que por ejemplo para un crédito de 100 millones concedido a una promotora, la entidad tendría que reservar (con cargo a resultados) unos 60 millones de dinero líquido con el fin de protegerse ante un hipotético impago y poder tapar rápidamente el agujero. En este contexto, y merced a las nuevas circulares, BFA-Bankia presentó unas millonarias pérdidas en el ejercicio 2011 y otras aún mayores en el 2012, en este caso más o menos en consonancia con el conjunto del sector. De esas pérdidas afloradas se derivaron las ayudas públicas, que en el caso de BFA-Bankia supusieron una inyección de más de 22.300 millones de euros y por tanto la nacionalización de la hasta entonces segunda caja de ahorros del país.
  • Las pérdidas se han de referir al año en que se producen. Tal como me hacen saber fuentes conocedoras de la normativa vigente en contabilidad financiera, cuando se publican unas cuentas anuales o trimestrales, las llamadas «pérdidas por deterioro de inversiones crediticias indican las pérdidas que se han producido durante el año de esas inversiones, que generalmente va (y debe ir) ligado al deterioro de las condiciones económicas y por tanto de la morosidad y deterioro financiero de los prestatarios». Es decir, que más allá de que podamos sospechar que tal o cual cartera de créditos vaya a entrar en fallidos, la normativa internacional contable (vigente para la banca) obliga a contabilizar esas pérdidas solo en el caso de que efectivamente se hayan producido.
  • La reversión de pérdidas. La banca española presenta en sus notas públicas la cuenta «Pérdida por deterioro de activos financieros (NETO)». Este concepto se forma por el resultante entre los deterioros del año y la resta de aquellos que se han revertido, por pérdidas anotadas finalmente no se han producido, por ejemplo. Esta reversión de deterioros, conocida como «liberación de provisiones» en el mundo bancario puede llevar, si es mal empleada, a lo que los contables denominan en su argot «prudencia mala», algo expresamente prohibido por la regulación contable internacional. ¿En qué consiste? En resumen, en hacer una anotación excesiva y deliberada de deterioros durante un ejercicio con el objetivo de que, una vez cubiertos (provisionados), se puedan gestionar y/o manipular en ejercicios futuros, haciendo reversiones de deterioros que permitan aumentar los beneficios en la cuenta de resultados. Tal como me aseguran expertos en contabilidad bancaria, «no existe ningún banco en el mundo en el que de forma realista pueda ocurrir que la reversión del deterioro de ejercicios anteriores (es decir, un ingreso) pueda alcanzar cifras muy significativas comparadas con el deterioro del ejercicio (un gasto), salvo que se estimasen esos deterioros en el pasado haciendo unas predicciones de escenarios totalmente irreales, lo que llevaría a sospechar en una infravaloración deliberada de los activos en esos ejercicios».
  • La reversión de las grandes entidades en 2013. Si entendemos que a todas las entidades se les aplicaron los decretos Guindos I y II de la misma forma, las cifras de reversiones de los deterioros pueden ser una buena muestra, y es razonable pensar que más o menos las cifras sean similares en proporción al tamaño del balance de cada entidad. Pues bien, en el caso del Banco Santander la reversión en 2013 fue de 5.400 millones de euros sobre un balance crediticio total de 600.000 millones (ratio 111:1). En el caso del BBVA, la reversión fue de 4.800 millones para una inversión crediticia de 350.000 millones (ratio 73:1). ¿Y el Grupo Bankia? Pues se han revertido 4.930 millones sobre un total de 120.000 millones en créditos concedidos (ratio 25:1). Es decir, que la tasa de reversión (es decir, de créditos que por arte contable a posteriori resultan no ser tóxicos) de Bankia es entre tres y cuatro veces más grande que el de las dos principales entidades financieras españolas. «Con una reversión de pérdidas más lógica o al menos con una lógica similar a sus competidores Bankia tendría pérdidas como resultado del ejercicio 2013 y 2014 y, por supuesto, ese exceso de deterioros reconocidos en años anteriores no hubiera dado lugar a esas pérdidas en 2011 y 2012», señalan expertos en contabilidad bancaria a este periodista, que además califican de «insulto a la lógica y a las normas contables» que se esté reduciendo el deterioro reconocido en aquellos años con mayor morosidad de la historia.
  • ¿Hubo en BFA-Bankia esa «prudencia mala»? No soy quién para decirlo, pero es lo que sospechan estas fuentes conocedoras de la normativa bancaria: A instancia de un Ministerio de Economía muy interesado en mandar una señal contundente a los mercados internacionales, se habría obligado a hacer un lavado de cara profundo a la entidad que por aquel entonces era foco de todas las dudas. Es decir, recapitalizarla tanto que fuera fácil posteriormente hacer aflorar provisiones (es decir, ingresos) en ejercicios posteriores. Esta teoría sería coherente con la declaración del propio Goirigolzarri. El ahora presidente reconoció en sede judicial haber pedido una ayuda económica mucho mayor que su predecesor (Rodrigo Rato) porque prefería «empezar de cero», con una caja que no despertara la más mínima duda. El Gobierno le había prometido apoyo incondicional a su llegada, y se cubrió, lógicamente, las espaldas. También avala esta tesis el hecho de que los resultados de Bankia fueron a mejores en 2013, año en el que se registró la peor morosidad de los últimos 50 años en España, lo que hace difícil de entender que en el pasado ejercicio hayan mejorado inesperadamente las condiciones crediticias de los prestatarios.
  • El crédito de Izquierda Unida como ejemplo. Hace unos meses, el diario El Mundo titulaba que Bankia tenía provisionado al 100% un crédito concedido a Izquierda Unida por unos 2,87 millones de euros. Pese a que el enfoque del compañero y gran periodista Carlos Segovia parece insinuar que existía una excesiva alegría a la hora de conceder financiación a las formaciones políticas, lo cierto es que ese crédito estaba al corriente de pago y garantizado por la propia sede de la formación política, situada en la calle Olimpo, pero la dirección del banco le da prácticamente la condición de perdido al 100%, toda vez que la provisión es total. «Necesariamente, si haces eso, todo lo que recibas de ese préstamo en años posteriores se reconocerá como ingreso/beneficio sin serlo en realidad en ese momento desde el punto de vista económico y contable», recalcan estas fuentes.
  • BFA-Bankia en el test de estrés. A raíz de las pruebas de resistencia a la banca, se conocieron los resultados de BFA-Bankia, que aprobó con holgura los test. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri presentó en el escenario más adverso posible e imaginable por los supervisores un exceso de capital (es decir, un dinero destinado a tapar posibles agujeros por encima del mínimo legal) de 4.773 millones de euros.
  • El margen bruto que cae. El margen bruto, un indicador que te muestra el margen de negocio que obtiene una entidad con su actividad normal, ha caído en Bankia entre 2011 y 2014, a pesar de que la entidad, en ese periodo, ha ido de las pérdidas a unos beneficios cada vez mayores. Antes que nada quiero alabar que la nueva dirección ha emprendido medidas muy necesarias en la antigua Caja Madrid, como es el aumento de la eficiencia, el cierre de oficinas no rentables. Además, no me queda sino reconocer que Bruselas ha obligado a los nuevos gestores a deshacerse de todos los negocios no «core» del banco (participadas, etc), que hasta ahora suponían una fuente jugosa de ingresos vía dividendos y puestas en equivalencia. Con este escenario tan duro, la dirección ha conseguido volver a beneficios y aumentarlos en 2014 respecto a 2013. En este contexto, las reversiones del deterioro han jugado un papel más que esencial.