Descripción de la usuaria: Mujer de cincuenta, dos bolsas oscuras del Carrefour bajo los ojos, frente arrugada, lóbulos desnudos, abrigo verde con remiendos y cartera de piel bien sujeta entre sus manos.
Trayecto: Desde el Camino Viejo de Leganés hasta Legazpi.
«Si yo lo entiendo… lo de las dichosas tragaperras, quiero decir… entiendo que enganchen; porque es un vicio mu malo… pero qué quiere que le diga… algunas veces toca, ¿sabe?… y hace ilusión, no se crea… con todas esas lucecitas parpadeando y los números subiendo y subiendo… vamos, que fregando suelos todo el día jamás llegaría una a rica… y de esta forma, echándole unas monedas… el cambio del café, mismamente… ¡que te puedes llevar 120€ de un plumazo!… aunque bien es cierto que cuando te toca… en lugar de cambiar las monedas y guardarte los billeticos en el bolsillo y marcharte con viento fresco… que es lo suyo… te da por pensar que podría ser tu día de suerte… fíjese… a mí también me pasa… y entonces te vas a otra máquina y, claro… que vas… y pierdes lo que habías ganado en la primera… ya ve usté, qué tontería, ¿verdad?… con lo bien que vendrían esas perras… siempre caemos como tontos… no sé… algo tendrán, vamos, digo yo… ¿se ha dado cuenta que en todos los bares… aunque estén medio vacíos… siempre hay alguien enganchao a la dichosa tragaperras?… y venga a echar… y venga a echar… pues, eso… que algo tendrá… digo yo… y vamos, que pa un vicio que tengo… porque no fumo… ni bebo… ni ná de ná, ¿sabe usté?… y que la vida son dos días…»