Ni libre ni ocupado Ni libre ni ocupado

Elegido Mejor Blog 2006.Ya lo dijo Descartes: ¡Taxi!, luego existo...

El extraño mundo de las propinas

No entiendo el aleatorio criterio muestro de dejar una propina adicional al importe de cualquier producto o servicio según cuál sea: En un quiosco, por ejemplo, nadie deja propina. En un bar, sí (pero no en un bar de copas). Tampoco en una zapatería, aunque el dependiente nos haya dado a probar con infinita paciencia siete pares de zapatos distintos. Ahí siempre pagamos el importe exacto del zapato, o del pantalón, o de la batidora.

Tampoco le damos propina al pescadero que nos selecciona las piezas más selectas, ni al ciego que nos vende los cupones. Al peluquero, sí. Y al aparcacoches, y al botones del hotel. Al camarero del restaurante, también (siempre que no sea un restaurante de comida rápida, o un self service).

También le damos propina al motorista que nos trae las pizzas a casa, pero nunca al obrador si somos nosotros quienes vamos a recogerlas. Tampoco al mensajero que nos deja un paquete, pero sí al transportista que nos sube el frigorífico a casa.

Al electricista y al fontanero, no solemos. Al albañil que nos tira un tabique, sí. Y al taxista también (en ciertos casos, propinas desmesuradas respecto al importe de la carrera). Pero no al conductor del autobús.

Que me lo expliquen.

…………………………………………………………………

Nota: En España las propinas no son «obligatorias».

129 comentarios

  1. Dice ser sam

    que gracia me haceis todos esos que decis que «yo no doy propina ya que a mí nunca me la dan»…joder si todos hicieramos eso no se daria propina a nadie.resulta que a tí te jode que no te den propina y como «castigo» vas tú y no se la das a nadie!!!
    mi padre me educo a no hacer nada que no te gustaria que te hicieran a tí…no se como se os educo a vosotros….

    22 noviembre 2010 | 18:24

  2. Dice ser xulita

    Yo no acostumbro a dejarlas.
    Pienso que pagando la factura o el servicio el cliente ha cumplido.
    Y para dejar unos céntimos, que es lo que yo me podría permitir dejar, mejor no dejar nada.

    22 noviembre 2010 | 18:27

  3. Dice ser Session of kisses

    Os voy a dar envidia pero la vida es asi :
    En unos meses me mudo a un apartamento a 100 metros delante de la orilla del mar, pues bien, quería encajar una chimenea en mi sala justo al lado de las grandes cristaleras con vistas directas, era un poco complicado pero no imposible pero ya que yo estaba emperrado en satisfacer los sueños de mi novia quise instalar la chimenea para el invierno de cualquier manera. El instalador me puso algunas pegas, hasta que le hablé de la propina gente, no veáis cómo se estudio el asunto hasta que dió con la tecla. Al final me ví obligado a cumplir mi palabra, le solté los 200 leuros más y calladito, la verdad es que me ha dejado el salón de lo más confortable.

    Salu2

    22 noviembre 2010 | 18:30

  4. Dice ser Al S.de Gomaranto

    Las propinas en centro Europa

    Allá por los años sesenta,
    nos marchamos a Alemania,
    con pasaportes de turista
    un grupo de compatriotas,
    cinco jóvenes parados.
    Con la intención y los deseos
    de poder encontrar trabajo.
    Cuando a Alemania llegamos,
    para atrás nos devolvieron,
    por carecer de contrato.
    Ya de vuelta para España,
    en tren atravesando Suiza,
    dijimos aquí nos quedamos,
    pero esta vez por separados.
    La experiencia nos enseño
    que en un grupo de cinco,
    eso ya eran demasiado.
    Uno se bajó en Zúrich,
    el segundo lo hizo en Berna,
    el tercer en Biël-Biennne,
    el cuarto bajó en Lausanne,
    y el último yo, en Ginebra.
    Antes habíamos acordado,
    que transcurrido dos meses
    en la capital teníamos que vernos,
    el veinticinco de diciembre.
    En el día señalado,
    los cinco estábamos allí,
    con lágrimas en los ojos.
    Pero contento al saber,
    que todos teníamos trabajo.
    Cada uno fue contando,
    como le fueron esos dos meses.
    Había anécdotas suficientes
    para llenar varios libros.
    Hoy relataré una mía,
    De las que a mí me ocurrió
    Es la de las PROPINAS.
    Cuando a Ginebra llagué
    no hablaba nada de francés,
    tampoco nada de italiano
    y mucho menos de inglés.
    Encontré una pensión,
    para poder pasar las noches,
    en la calle hacía mucho frio.
    Cada mañana temprano
    salía a buscar trabajo.
    tenía muy poco dinero,
    hacía una comida al día,
    (Ya se habían acabado,
    la conserva y el chorizo)
    La comida consistía,
    en un café y un pastelito,
    en el bar de la estación.
    Ojeaba allí la prensa,
    en un apartado rincón
    intentando de encontrar,
    las ofertas de trabajo,
    pero no entendía nada.
    El que atendía la mesa
    era el mismo camarero.
    Bonjour Monsieur,
    yo respondía: Buenos días,
    por favor deme un café.
    Él, abriendo algo más los ojos,
    me decía como preguntándome ¿OLÉ?
    Yo pesaba, nada sabe de español,
    Este solo hice Olé.
    en vacaciones iría a los toros.
    Queriendo mostrarme amable,
    sonriendo le decía, Olé
    y un café con leche me traía.
    En el centro de la mesa,
    Había una bandeja,
    con tapadera de cristal.
    Dentro seis pastelitos,
    Distintos en tamaño y forma.
    Parecer decían ¡Comedme!
    Cogí uno, el más pequeñito
    yo no podía tragarlo,
    relleno estaba de queso,
    y además era salado,
    lo dejé mordido en el plato.
    e hice señas al camarero,
    de que quería pagar,
    le ofrecí mi monedero,
    para que él se cobrara.
    Estuvo rebuscado monedas,
    entre las Pesetas los Francos,
    Me cobró un Franco, quince
    me dio la factura, el ticket.
    Donde había el siguiente cargo:
    1 Café au lait……. 0.50- Fr. Suisse
    1 Gateau, fromage.. 0.50- Fr. Suisse
    Total quittance … 1.00- Fr. Suisse
    Yo un día le pregunté:
    ¿Si no tenían pasteles dulce?
    Me respondió en francés:
    -No le comprendo Señor-
    Al cabo de seis días
    que yo había ya probado,
    los seis pasteles distintos.
    Ninguno me había gustado
    Y los dejaba en el plato.
    Cuando le pedí la cuenta,
    y sobre un plato metálico,
    el ticket puso en mi mesa
    le di, lo que ascendía la cuenta,
    una moneda de un Franco,
    que por cierto eran de plata.
    En francés trato que le diera,
    quince céntimos de propina.
    Yo le decía ¿Qué le pasa?
    Señor, yo no comprendo francés
    Si ya le ha pagado un Franco,
    que es el total de la cuenta.
    Asombrado me quedé,
    cuando en perfecto español,
    con acento de una región,
    que ahora es autonomía,
    Me dijo que la propina,
    es obligatoria en Suiza,
    que era un quince por ciento,
    y no se incluía en la cuenta.
    Ese era el precio del servicio,
    Lo que constituía su sueldo.
    Le miré muy fijamente,
    no le di los quince céntimos,
    sobre el platillo puse treinta.
    Tuve deseos de decirle
    muchas, muchísimas, cosa.
    Y mordiéndome la lengua,
    cogí la puerta y me fui,
    nunca más a ese bar volví.
    Transcurrido varios años
    de renovar mi pasaporte
    salía yo del Consulado.
    El camarero llegaba,
    sería, para tramitar algo.
    Ambos nos reconocimos,
    nos miramos un momento,
    lo noté algo turbado.
    Le dije sin acritud, en francés:
    -Buenos días compatriota,
    te invito a un café con leche-
    No dijo ni sí ni no,
    se puso de un color rojo,
    con la mirada hacia el suelo,
    dio la vuelta y se marchó.
    Ya estará jubilado
    y seguro retornado,
    Si lee este comentario,
    desde aquí le pido perdón.
    Por invitarle a café,
    no en español, sino en francés,
    a la puerta del consulado.

    22 noviembre 2010 | 18:30

  5. Dice ser Al S.de Gomaranto

    Después de verlo y leerlo,
    creo que me he excedido,
    Perdón, es un algo extenso,
    prometo no volver hacerlo,
    yo cumplo lo prometido…
    …hasta que deje de hacerlo.

    Un saludo Sur-Gomarantino.

    22 noviembre 2010 | 18:41

  6. Dice ser Abracadabra

    Pues yo hay algunas que las veo de lo mas lógicas, así que te lo explico:

    A un tipo que te deja la bombona de butano en la portería NO le dejas propia. Al que te la sube a un sobreático sin ascensor… SI. Estás pagando su esfuerzo. Estás pagando su servicio. Estás pagando por tu confort, por algo que podrías haber hecho tú. Al pizzero que te trae la pizza, mas de lo mismo. Le pagas la tranquilidad de esperarla sentado en tu sofá, de no tener que quitarte el pijama, los bostezos y bajar a la calle a luchar con el frío por una cena de calidad dudosa.

    Lo mismo pasa con el self-service… Te sirves tú mismo, así que no vas a pagar a nadie por el servicio. Sin embargo… Si tienes al camarero vigilando el estado de tu copa continuamente (Cosa incomodísima por otra parte) te crees que debes pagar por su labor de vigilancia del nivel de vino sobre el cristal.

    El zapatero te vende un producto, sin embargo al peluquero le estás dejando parte de ti para que lo moldee… Es algo mucho mas íntimo y personal, así que si lo moldea como te gusta… Te ves en la obligación de hacérselo saber en forma de euro.

    Si el taxista fue mas rápido de lo que preveias, su coche es mas confortable de lo que creías y además te dió conversación… Vuelves a creer que tienes que pagar ese servicio. El de hacerte sentir cómoda. El de hablarte aún y cuando no debía. El de darte un trato que queda fuera del mero contrato.

    Será eso… O no. O serán simples costumbres que no tienen ningún sentido. No lo sé… Solo pago de mas cuando me nace hacerlo no cuando me encapricho de una chimenea con vistas al mar. Así me va.

    22 noviembre 2010 | 18:50

  7. Dice ser tresdeoros

    He leído en una de vuestras respuestas que la propina se da cuando te sientes satisfecho con el servicio que te han ofrecido, no estoy de acuerdo, no me imagino dándole una propina a la enfermera que le puso la inyección a mi padre que ni se enteró, y mucho menos su cara si le ofrezco dinero en agradecimiento. Simplemente hay situaciones donde se justifica dar propina y otras en que no. Ahora, porqué, no tengo ni idea.

    22 noviembre 2010 | 18:53

  8. Dice ser Enmascarado

    Pues no la tenemos muy instalada, suele ser más a regañadientes, pero desde luego es que la cosa no está para hacer muchas florituras.

    Nosotros en España asimilamos la propina a un servicio donde el esfuerzo y esmero es notable, sin embargo hay países en los que la obligatoriedad…como que no nos entra.

    No hace mucho, en Marruecos terminé hasta bien payá de ellos y de su servicialidad remunerada, viendo como cualquier pregunta o cualquier aceptar guía, requiere la posterior necesidad de desenfundar. Todo esto muy “simpático” hasta que aprendes a preguntar primero.

    Por otro lado, perdemos costumbres de este tipo, recuerdo de niño, que llegando las fechas navideñas, iban por las casas con sus estampitas los carteros, butaneros y algún que otro asiduo profesional del barrio, recuerdo a mi madre que siempre solía tener algo de aguinaldo junto a una copita de aguardiente para bajar el polvorón o cualquier otro dulce navideño.

    Respecto a las recibidas, igualmente de niño, siempre me buscaba la manera de tener dinero, bien haciendo servicios a los vecinos y especialmente uno de mis primero trabajos, repartiendo tartas por el centro de Córdoba. Desde luego no como ahora, sin caja, descubiertas y más de una llegó con un poco de menos peso del inicial, uhmmm…

    En España actualmente hay dos rojas, bueno hubieron tres, pero una se murió. De las dos que quedan, una nos ha hecho campeones a todos, y la otra va y viene de escarlata. Welcome home.
    Sr. de Gomaranto, es usted más largo que el casamiento de un pavo. 🙂

    22 noviembre 2010 | 18:58

  9. Dice ser cumplidor

    Me gusta dar propinas. En mi casa mando yo y cuando salimos los fines de semana siempre acabo dando propina en el bar de abajo. Si el servicio está bien y tu día ha sido un día maravilloso no dudo, tampoco ando dando propina durante la semana porque el trabajo y las cosas de mis hijos me mantienen alejado del ocio pero sí suelo darlas cuando estoy relajado y no dudo del buen servicio.
    Allá cada un@.

    22 noviembre 2010 | 19:18

  10. Dice ser buitre

    No me gustaría dejar de sentirme libre como hasta ahora y no me gustan nada los cambios bruscos, nunca he dado propina y no voy a darla ahora, a no ser que me vaya acostumbrando.

    22 noviembre 2010 | 19:30

  11. Dice ser manu

    Por mucho bla bla bla y argumentos que se esgriman en su contra, las propinas son ( creo, no, estoy convencido ) una cuestión de generosidad y agradecimiento.
    Yo siempre dejo propina, en restaurantes, bares, peluquerías ( esta mañana sin ir más lejos ), talleres mecánicos, taxis, fontaneros, electricistas etc…
    Otro día con más tiempo narro una anécdota con un taxista parisino al que le di 3€ de propina por desarrollar todo su ingenio y su talento en darme vueltas ( ! a mí, un colega !) y vueltas cerca del Louvre buscando un lugar para escuchar Jazz en directo y acabar en un salón de bodas y comuniones.

    22 noviembre 2010 | 19:30

  12. Dice ser respeto

    El respeto es la clabe. Se puede tratar con mucho respeto a cualquier trabajador, el agradecimiento y las no exigencias, el buen trato, suplantan propinas.

    22 noviembre 2010 | 19:44

  13. Dice ser turulato

    En un hotel de lujo dejan propinas, si lo entiendo,esa gente que tiene mas dinero que el que puede contar en toda su vida son amigos de dejar propinas a esos serviciales porteros , limpiadores y todo aquel que esta a su alrededor haciendole la vida mas extraordinaria todavia. Yo no deberia dejar propina a nadie porque no me sobra el dinero y como ago el servicio segun la tarifa vigente y no hay ninguna obligacion de dejar propina, aunque a veces si lo hago pero paso vergüenza porque la misera cantidad que queda en el plato pienso que es objeto del desprecio del sirviente de turno

    22 noviembre 2010 | 19:45

  14. Dice ser Andrés Vazquez

    Yo le daba una propina a ZP, para ver si se larga yá de una puta vez…..

    22 noviembre 2010 | 19:48

  15. Dice ser Leproso

    pues yo solo dejo propinas en los bares y sólo si el precio no es alto y si me ponen una buena tapita con la caña, sino, nanai! 🙂

    22 noviembre 2010 | 19:58

  16. Dice ser Inmersa

    » Session of kisses » : yo tengo una chimenea bien práctica de una pieza con su puertecita de cristal y de diseño totalmente moderno que es una maravilla, la suerte es que no son exageradamente caras, hacen la misma función y encima no tienes que dejar propina, se colocan con facilidad en cualquier punto de salida de humos limpia y comodamente y los 200 leuros para el bolsillo.

    22 noviembre 2010 | 20:08

  17. Dice ser JBM

    En general los españoles, tenemos fama de tacaños, por no dejar propina,

    Yo ahora estoy viviendo en Mexico, y te miran incluso mal si no dejas propina…, aqui dejan propina para casi todo.

    22 noviembre 2010 | 20:29

  18. Dice ser Ruben

    Yo nunca doy propinas ya que en mi trabajo no me dan esas cosas por hacer bien lo que debo hacer bien.

    22 noviembre 2010 | 20:30

  19. Dice ser Luca

    Aqui se ve claramente quienes son catalanes,,,

    22 noviembre 2010 | 20:58

  20. Dice ser ana...

    Yo soy de las que la familia llama » Teresa de Calcuta»… por mi manía de ayudar y dar propinas a la gente. Si me atienden bien y se lo merecen no dudo en dejar propina, pero si estoy en un sitio donde sé perfectamente que esa persona tiene dificultades en llegar a fin de mes con su mísero sueldo no dudo ni un segundo en dejarle una buena propina. Lo que no puedo es con la gente que en ocasiones me acompaña y «me prohíbe» dejar propina…No puedo con la gente que sale a mandar y a opinar en mi dinero… Tampoco es que sea una loca dejando plata a mi paso… pero si soy conciente de que no todo el mundo tiene las mismas oportunidades en la vida.

    Mi mejor recompensa? La cara de felicidad y el brillo de agradecimiento en los ojos de las personas.

    Según otros soy una loca… «es que el servicio te va a robar, no le des confianza… que es eso de que trates a la señora esa que trabaja en tu casa como si fuera una amiga» etc. etc.

    Pues para ser breve diré que sé como tratan mis «amigas» a los de «abajo» y la verdad es que estoy segura que a ellas si que les roban aparte de que me imagino los comentarios sobre sus vidas en el mundo del «servicio»

    22 noviembre 2010 | 21:25

  21. Dice ser ana...

    Lobeznas…que pasa que andáis tan serias???
    Lobo parece que hizo “acto de contrición”…jejeje
    Rojoescarlata que bien que regresaste… por cierto, creo que algunos piensan que yo soy tu… pero tu no eres yo!!! jejeje
    Marisa, prepara la piscina sin cloro, si posible… no queremos que se contamine naa de naa, verdad?
    Quiero un buen caldo gallego pa este fríoooooooo…

    22 noviembre 2010 | 21:53

  22. Dice ser Ironica Irene

    La propina no es más que el pago simbólico a otra propina recibida en forma de amabilidad, simpatía, empatía o cariño. Porque hay trabajos que no sólo hay que hacerlos bien, sino que hay que hacerlos con cierta dosis de humanidad.

    22 noviembre 2010 | 23:26

  23. Dice ser Chelo

    Cuando se portan bien suelo dejar propina, tengo que reconocer que ultimamente no me dan muchas, antes la verdad es que rara era la tarde que no caian unos bombones, unos pastelitos y hasta alguna abuelita me ha colado disimuladamente algun billetito de los de a mil antes de irse. Intento dar lo mejor de mi en mi trabajo, no por la propina, pero la verdad que despues de que nos bajasen el sueldo…. se agradece.

    23 noviembre 2010 | 01:12

  24. Dice ser Juanpapa

    Parece que a alguien de La Sexta noticias se le a ocurrido la misma idea de las propinas que a tí para rellenar el informativo de hoy al mediodía (hace 5 minutos) 😀

    23 noviembre 2010 | 14:43

  25. Dice ser VANESA AS

    ¡Una buena reflexión!

    Nunca me había parado a recapacitar sobre lo selectivos que somos a la hora de decidir a quien se le deja propina y a quien no. Ciertamente a quien más dejo es a camarero, quizás porque he sido camarera y me consta lo mal remunerado que está ese empleo en relación al trabajo realizado.

    Yo creo que en mi caso dejo la propina a aquellos trabajadores que estimo que están mal pagados, o peor aun pagados que el resto, siempre que hayan hecho un buen servicio, claro está.

    Propina 😉 :
    Por cierto, aprevecho para felicitarte por el blog, llevaré camino de tres años leyendote pero nunca me había animado a escribir en él. Felicidades y gracias por los buenos ratos que me haces pasar.

    05 diciembre 2010 | 23:10

  26. Dice ser Boris

    Yo trabajo de Camarero en un Restaurante. Los mejores clientes siempre pero simpre los Extranjeros dejan muy buenas propinas, y casi simepre muy agradecidos.
    Los españoles muy poca propina muchos dicen es que en mi trabajo no me dan propina.
    pues dicen Diente por diente.( y por eso no estamos quedando sin dientes). Darle dinero a otra persona no es regalar dinero es activar la economia.
    claro preferimos comprar la play 2 y el dinero se va a otro pais en vez de darselo a un trabajador de aqui de españa. Por eso en los paises del norte estan como estan por su manera de pensar.

    06 diciembre 2010 | 16:53

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