Una joven británica que tenía un contrato temporal como recepcionista para la empresa Portico fue despedida porque se negó a usar tacones durante un turno de nueve horas. Desde la compañía no supieron explicarle por qué era necesario que ella usara ese tipo de calzado para el empleo.

Nicola Thorp, feliz con sus botas sin tacón. Fuente: Twitter.