Gritos de mujer traspasaban las paredes. Se apelotonaban en la puerta e intentaban huir mientras notaban como se acercaba el calor de las llamas. El humo invadía la sala.
Así sucedió el 8 de marzo de 1908 en una fábrica textil de Nueva York, donde las mujeres iniciaron una huelga para pedir la reducción de la jornada laboral a diez horas, el mismo salario que sus homólogos varones o el descanso dominical. El propietario de la fábrica cerró las puertas y prendió fuego. El resultado 129 mujeres calcinadas.
Trágicas coincidencias de la historia. Este 8 de marzo de 2017, las llamas apagaron los sueños de 37 menores guatemaltecas. Además, otras 16 siguen hospitalizadas, de las cuales 11 están en estado crítico, por lo que se mueven entre la vida y la muerte.
También en este caso, previamente al incendio, hubo una revuelta. Estas jóvenes vivían en el centro para menores Hogar Seguro Virgen de la Asunción en San José Pinula, el más grande del país y a 25 kilómetros de la capital. Según denunciaron sus derechos humanos estaban siendo vulnerados.