
Varios refugiados caminan hacia Austria desde Hegyeshalom, Hungría. (EFE/Balazs Mohai)
2016 ha sido un mal año para la Unión Europea pero sobre todo ha sido (otro) mal año para los miles de personas que se ven forzadas a abandonar su país día tras día por la guerra. La llamada crisis de los refugiados se encuentra lejos de ser una crisis temporal y se ha convertido ya -de momento no hay señal que indique lo contrario- en una grave crisis que afecta de manera estructural a toda Europa.
Según el último informe oficial de la UE, el número de personas que pidieron asilo durante el tercer trimestre de este año llegó a 358.300, de las cuales la gran mayoría (el 97%) pedía asilo por primera vez. Si nos fijamos en el país de origen, las tres nacionalidades que más peticiones registró la UE son sirios (87.900), afganos (62.100) e iraquíes (36.400). Y es que Siria se ha cobrado más de 250.000 muertes y cerca de 5 millones de personas han huido del país, recogen datos de CEAR.