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Impresoras 3D con biotinta: Ciencia vs Dios

Imagen de las estructuras óseas, cartilaginosas y musculares que han conseguido desarrollar / Instituto de Medicina Regenerativa del Wake Forest

Imagen de las estructuras óseas, cartilaginosas y musculares que han conseguido desarrollar / Instituto de Medicina Regenerativa del Wake Forest

Dicen que el hombre creó la ciencia para suplantar el poder de Dios o eso al menos es un leitmotive de los mitos y de la literatura Occidental. El semidiós Prometeu robó el fuego de los Dioses, la técnica, para entregárselo a los hombres. Esta voluntad del hombre de equipararse a Dios también se transmite en la creación del monstruo de Frankenstein, del famoso libro de Mary Shelley, en las experimentos del doctor Moreu con seres humanos y animales en la de novela H.G.Wells o los humanos insensibles creados por máquinas de un Mundo Feliz, de Aldous Huxley.

En la vida real también tenemos ejemplos en los que parece que la ciencia del hombre se equipara a Dios. Uno de estos casos, según apunta un vídeo, es que el ejército de Estados Unidos ha creado una impresora 3D para reconstruir partes del cuerpo humano con tejidos biológicos.

“En lugar de tinta usa células vivas que permiten diseñar orejas, dentaduras o dedos a medida”, detalla un vídeo en el que se explica este logro. En este vídeo también se relata que una vez han sido trasplantados, estos órganos se irrigan con sangre “y se regeneran como si fueran una parte del propio cuerpo”.

Pero no es la primera vez que se habla de esta técnica. En mayo del 2013, un equipo de investigadores australianos anunció que para este 2016 serian capaces de crear cartílagos y tejidos nerviosos a través de una biotinta. El equipo constituido por el Centro de Ciencias Electromagnéticas de la Universidad de Woolongong (UOW) y el Hospital San Vicente de Melbourne prevén que para el 2025 puedan fabricar órganos completos y funcionales a la medida del paciente.

En la Universidad de Zúrich, ésto ya es una realidad y han creado una impresora que reproduce cartílagos con éxito, según detallaba este mes de febrero el diario El Mundo

Pero el equipo del Instituto de Medicina Regenerativa del Wake Forest (Winston-Salem, de Estados Unidos), dirigido por Anthony Atala, es el que ha dado más allá, ya que ha conseguido desarrollar una impresora 3D que fabrica huesos, músculos y cartílagos. La diferencia de ésta impresora con las otras es que fabrica a escala humana.

Además, el equipo de este centro ha conseguido que estén vivas durante seis días las células de las partes del cuerpo humano creadas con estas impresoras. Asimismo, implementaron satisfactoriamente estos órganos y huesos en animales y consiguieron que se desarrollaran con éxito en un 90% de los casos, explicaba recientemente el diario El País.

Y la realidad es que estos avances ponen en jaque mate a Dios, o al menos su concepto de ser el único ente creador, porque en menos de 20 años los hospitales podrían estar repletos de impresoras 3D y los humanos seriamos capaces de reproducir buena parte de todo el cuerpo humano con estás máquinas. ¿Cómo serán entonces los personas? ¿Tendrán sentimientos como el monstruo de Frankenstein o se volverán insensibles y sin empatía como los humanos de un Mundo Feliz?

1 comentario

  1. Dice ser Marlon

    Felicidades por los avances a quien corresponda, pero lo de poner en jaque a Dios eso si esta a años luz, que no nos pase la historia de la torre de Babel de nuevo por tanta soberbia. Humildad ante todo señores.

    11 marzo 2016 | 23:34

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