Su nombre ya lo conoce medio mundo, pero, ¿qué sabemos de él? Bien poco: nunca ha hablado, y si un periodista solicita una entrevista con él para hablar sobre su trabajo, escuchará la siguiente respuesta: no. Y es que Felipe Varela, diseñador de cabecera de la Reina de España, sabe bien que la gran oportunidad de fama y estrellato que le brindó nuestra reina tenía un precio: mantenerse alejado de los medios.
Este precioso vestido de Felipe Varela, bordado con hilo y cristal de borgoña, lo eligió Doña Letizia para la visita oficial de los Reyes a París
No es que Doña Letizia le haya prohibido hablar con la prensa, es que él mismo es muy inteligente (por eso no hace falta que nadie le diga nada) además de discreto. Y se encuentra feliz de esta manera, trabajando duro en lo que le gusta, creando prendas, poniendo a prueba su talento creativo, manteniéndose alejado de los focos y de las fiestas y eventos del mundo de la moda que tanto les gustan a algunos de sus compañeros.
En el Día de la Hispanidad acertó con este vestido azul
Tiene ocho hermanos, está casado desde 2010 y estudió moda en el Institut Français de la Mode de París, por lo que tuvo la oportunidad de aprender con grandes diseñadores como Thierry Mugler.
Su tienda de la calle Ortega y Gasset de Madrid va muy pero que muy bien, aunque él hace tiempo que regresó a París, ciudad en la que vive y que abandona varias veces al mes para reunirse, entre otras clientas, con Doña Letizia.
Este original vestido davidelfiniano, que tanto sorprendió, fue el que eligió para el día de la abdicación del Rey Juan Carlos
Doña Letizia escogió este vestido en seda de Varela para una edición de los Premios Príncipes de Asturias
Pero, ¿cuándo comenzó esta historia de admiración mutua? En la pedida de mano de nuestra por entonces todavía princesa de Asturias. Era el año 2003 y ella no le conocía, pero cuando le preguntó a su cuñada la infanta Elena por la preciosa chaqueta gris que llevaba, escuchó: es de Felipe Varela.
Y como para entonces ella ya tenía claro que necesitaría un diseñador de total y absoluta confianza, alguien que le hiciera los vestidos que ella soñaba y que no le fallara nunca, pues sumó dos y dos, se le encendió la bombilla y poco después estaba reunida con él. Aquella reunión fue éxito: se entendieron a la perfección. La Reina había encontrado no sólo el diseñador de confianza que necesitaba, sino alguien discreto en quien confiar. Nunca se ha arrepentido.
Él ahora es conocido en el mundo entero, cada día le salen clientas nuevas, pero su preferida sigue siendo, con gran diferencia, nuestra Reina.
Otro de mis preferidos: lo escogió para la noche anterior a la boda de Victoria de Suecia.
Fotos: Gtres
Que guapa es nuestra reina, la mejor de toda Europa.
29 octubre 2015 | 10:05