El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Nutrición-área 51: El páncreas se sienta a la mesa

PáncreasHasta ahora el sabor dulce, o el sabor que fuera, era una sensación privativa de la cavidad oral. De tal forma que nuestras papilas gustativas reaccionaban ante sustancias concretas aportándonos determinadas sensaciones más o menos placenteras o desagradables. Así, la cualidad de lo dulce era percibida como una circunstancia propia de nuestros sentidos sin una mayor trascendencia metabólica. Sin embargo, desde hace unos años se viene investigando sobre una propiedad francamente sorprendente de todas aquellas sustancias (o al menos unas cuantas) que tienen esa cualidad endulzante y su efecto sobre el páncreas y la secreción de insulina.

 

Páncreas, glucosa e insulina

Recordemos que la sacarosa o azúcar de mesa, como portador de glucosa, es ese elemento que de forma característica además de aportarnos un sabor dulce “patrón” estimula la secreción de insulina. Así, una vez absorbida en nuestro aparato digestivo y en el torrente sanguíneo su mera presencia provoca la secreción de insulina por parte del páncreas. En líneas generales, este efecto se produce con cualquier alimento o sustrato, no solo por los denominados como azúcares, que termine elevando la cantidad de glucosa en sangre. La insulina es esa hormona cuya principal función consiste en introducir la mencionada glucosa en el interior de las células para que de esta forma la puedan utilizar como moneda energética en su metabolismo intermediario.

No obstante, la presencia de insulina en el torrente sanguíneo ejerce otros efectos más allá del de «aprovisionar» a las células con la glucosa circulante. De carácter claramente anabólico, a la insulina también se la ha llegado a denominar (un tanto a la ligera) la hormona de la obesidad ya que entre otras cosas estimula la síntesis de triglicéridos. Todo ello muy en resumen y pasando por alto muchas otras interacciones. Así, la ventaja teórica de la utilización de edulcorantes acalóricos, además de no aportar calorías por definición, es que no estimulan la secreción de insulina.

La revolución (o ya veremos)

Pero esta perspectiva, cierta en sus grandes trazos, parece haber cambiado o está en vías de ser reconsiderada. Si bien los edulcorantes acalóricos seguirán sin aportar calorías (en parte a que no hay una especial metabolización de los mismos) no parece que sean del todo “inocuos” a la hora de estimular la secreción de insulina en el páncreas. Según hacen notar algunas investigaciones publicadas en forma de artículos científicos en revistas de reconocido prestigio, existe la posibilidad de que el “sabor dulce” sea percibido por el páncreas y que esta percepción estimule la secreción de insulina, o al menos una cierta secreción.

Aquí tienes una serie de interesantes artículos que ponen de relieve esta cuestión:

  • A novel regulatory function of sweet taste-sensing receptor in adipogenic differentiation of 3T3-L1 cells (Novedosa función reguladora del receptor del sabor dulce a la hora de la diferenciación celular de células 3T3-L1). Este artículo, también realizado en ratones, es especialmente interesante por sus implicaciones ya que pasando por encima del páncreas y la posibilidad de que este sea estimulado por sustancias de carácter dulce, además, identifica esta posibilidad en adipocitos de forma que pueda modificarse su «futuro». En las conclusiones se afirma que estos adipocitos (las células 3T3-L1) disponen de un receptor funcional para el sabor dulce que podría mediar en una respuesta de tipo anti-adipogénesis.

La reflexión

No es una cuestión baladí, a fin de cuentas los productos light, más en concreto los refrescos y otros alimentos dulces fueron en su nacimiento un estandarte antiobesidad. Una especie de “sin calorías no hay obesidad” o algo parecido. Sin embargo, el devenir de los años, más de 30 desde la aparición de la fiebre light, parece haberles quitado su razón de ser. Lejos de minimizar, ralentizar o incluso detener las cifras de obesidad en el mundo, esta situación cada día crece más y más.

En cuanto a las posibles explicaciones, por un lado, no es una opinión nada novedosa, cabe pensar que en realidad el consumo de este tipo de alimentos originalmente nada saludables (antes de los light) se asociaba a un patrón de consumo alimentario (y de vida) que a su vez tampoco eran muy recomendables en sus trazos más gruesos, y que la mera modificación de uno solo de sus elementos característicos no tenía porque tener un efecto especialmente visible. Es decir, tanto da que te pongas hasta las trancas de pizza a domicilio, hamburguesas prefabricadas con patatas fritas y refrescos azucarados o que lo hagas igual pero con refrescos light (la diferencia será mínima). Todo ello sin tener en consideración, además, el posible efecto halo de los alimentos light (no dejes de seguir el enlace anterior).

Por el otro, en la explicación del no retroceso, no estancamiento y no solución de la obesidad en nuestro entorno, parece que habrá de considerar está esta “nueva” posibilidad con la que, al menos en cierta medida, los alimentos dulces (aporten o no calorías y/o glucosa) aparentan ser capaces de estimular con su “sabor” la secreción de insulina o incluso a otros tejidos.

No sé en qué terminará quedando este tema ni su orden de magnitud, pero desde luego, para mí este tema ha supuesto todo un hallazgo y creo que supone uno de los campos de investigación en nutrición que debieran considerarse en un futuro.  Bien para ratificarlo o bien para desestimarlo y, en el primer caso, para además cuantificar su efecto.

Como puedes comprobar las cuestiones relativas a la obesidad trascienden el mero seguimiento de un cómodo libro de autoayuda que, escrito para todo el mundo, te ratifique a ti en aquello que tú quieres oír, que no es otra cosa que el adelgazar es bien sencillo (con ese método, claro)

El tema de esta entrada se lo tengo que agradecer al compañero @leghosMDR quien, vía twitter, me puso sobre la pista de esta especie de “reflejo insulínico-cefálico” del que, con sinceridad, no había oído hablar. Recomiendo visitar su blog I Love Your Brand

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Imagen: dream designs vía freedigitalphotos.net

13 comentarios

  1. Dice ser Daniel L.

    muy buen artículo en cuanto a la habilidad para no hablar de la stevia.
    me refiero a la buena, esa de la que habla josep pamies, no la que intentan comercializar coca-cola y otras empresas nocivas para la salud.
    cuando has hablado de revolución imaginaba que lo harías de la «dolça revolucio».
    una pena

    09 agosto 2013 | 10:27

  2. Dice ser Jon

    Buenas Juan

    Lo primero un articulo genial, comos iempre, y muy bien documentado con los articulos cientificos que corresponden. Aunque para los profanos ese link no parezca que lleve a una pagina «seria», en realidad es una de las paginas cientificas mas serias que conozco (con permiso de la ACS y sciencedirect).

    Ese reflejo insulinico-cefalico, tiene pinta de ser un condicionamiento pavloviano clasico, me explico. El ser humano es capaz de relacionar situaciones y estimulos, por ejemplo, si vamos a un restaurante donde solemos comer mucho, al entrar en ese restaurante el cuerpo sabe que vamos a comer mucho y se prepara para eso.

    Supongoq ue con la insulina pasara lo mismo

    09 agosto 2013 | 10:34

  3. Dice ser discutiresdeidiotas

    aunque ignoras la stevia, por lo menos no defiendes a la industria de lo light, que es lo que hacéis casi siempre, defender la historia oficial.

    estoy esperando artículos valientes de verdad, que cuestionen la capacidad de los proyectos científicos de decir la verdad cuando están pagados por la industria, si es que es e libro de texto….

    el mejor enfermo es el enfermo crónico!
    a que sí!?

    09 agosto 2013 | 10:42

  4. Dice ser helena

    De acuerdo totalmente con «discutiresdeidiotas». ya sabemos que las versiones oficiales solo se preocupan de darnos una vision totalmente favorable a consumir productos chatarra, para distraernos de lo que es verdaderamente la nutricion.

    El Sr, Revenga como siempre «tan lucido»

    09 agosto 2013 | 10:52

  5. Valla menos mal que en verano se comen gazpachos y ensaladas totalmente naturales.
    http://www.oroyplatadeley.es/

    09 agosto 2013 | 11:17

  6. Dice ser Luis A Zamora

    Felicidades por el artículo!

    Es un tema que está aún en sus primeros pasos, pero que nos vuelve a repetir que la nutrición no es tan «inocua» como parece. Casos como las denominaciones «light» o «natural» se utilizan con muchísima ligereza.

    Hablando de «natural» (características que se le atribuye a la estevia): ¿lo «natural» es mejor? ¿Más sano? Porque más «natural» que es una amanita phalloides (la seta más peligrosa si es ingerida por humanos)… que crece solita, sin aditivos, pesticidas, abonos químicos…

    En fin, lo dicho, «vuelta la borrica al trigo» y seguimos defendiendo mágia, mitos y leyendas dignas de la Antigua Grecia

    09 agosto 2013 | 11:34

  7. Dice ser Lucas el primitivo

    Ya te lo escribí hace tiempo .Me alegro que empieces a ir en contra de lo establecido.Plantéate el tema de comer dejar de comer, el ser humano no está hecho para comer tantas veces ni tantos dias seguidos y ni mucho menos para no ganarse la comida.
    Mira el tema de la fruta, bombas de azúcar, insulina, obesida, inflamación y enfermdades metabólicas.

    09 agosto 2013 | 11:34

  8. Dice ser antigono

    Cualquier nutricionista que no denuncie de partida que el azúcar refinado es un veneno, al igual que los edulcorantes (aspartamo, sucralosa, sacarina…), no tiene para mi la más mínima credibilidad.

    09 agosto 2013 | 11:40

  9. el-nutricionista-de-la-general

    Hola antigono,

    Gracias por participar. Te dejo este enlace para que te ratifiques en tus opiniones
    https://blogs.20minutos.es/el-nutricionista-de-la-general/2013/03/08/que-tienen-en-comun-las-manzanas-y-el-aspartamo-aditivo-e-951/

    Saludos cordiales

    09 agosto 2013 | 11:55

  10. Dice ser Daniel L.

    totalmente de acuerdo con antígono.
    saludos

    09 agosto 2013 | 12:52

  11. Dice ser Lucas el primitivo

    Yo también me alegro que este nutricionista se documente y cambie el paso gracias a comentarios entre otros el mio ya hace «log long time » que le dije que el organismo trata al azucar como un veneno.
    Yo por no comer nada dulce no me limpio ni con pasta de los dientes.Es curioso que no haya casi ningún preparado alimenticio que no lleve azúcar o su eduolcorante ¿ por qué? , porque el azúca es una droga y como tal engancha a sus subidones falsos de energía y luego a los bajones que la insulina retira.
    El cerebro identifica lo dulce con veneno , ya sea con calorías o sin ellas y en consecuencia actúa como con el alcohol, a eliminarlo lo antes posible.
    Me alegro por este biólogo , nutricionista y demás allegados comentaristas apoyadores del mismo que caigan de la burra.Pero no se olvide que en este mismo medio usted recomendo frutas dulcitas e hidratos de carbono.

    09 agosto 2013 | 13:42

  12. Dice ser Dana

    Fenomenal trabajo. Yo siempre tengo la curiosidad de saber que dieta siguen las mujeres públicas para poder mantenerse así: http://xurl.es/nu51w

    09 agosto 2013 | 15:33

  13. Dice ser Jorge

    Como bajar de peso
    visite==>> http://tinyurl.com/mczbklw

    13 agosto 2013 | 04:18

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