Entradas etiquetadas como ‘australia’

Unos vaqueros ajustados envían a una mujer al hospital

vaquero_ajustadoUna australiana de 35 años acabó hospitalizada tras ayudar a su familia en una mudanza mientras usaba pantalones sumamente ajustados. La prenda cortó peligrosamente el riego sanguíneo a sus extremidades inferiores, según publica un medio local.

La joven, residente en Adelaida, se derrumbó en su casa tras perder la sensibilidad en las piernas. Permaneció varias horas tirada en el suelo hasta que un familiar, alarmado porque no respondía al teléfono, acudió a la vivienda.

Tras llamar a los servicios de emergencia, la mujer fue trasladada al Royal Adelaide Hospital donde los médicos tuvieron que cortar sus pantalones vaqueros porque sus extremidades estaban más hinchados que un globo aerostático. La prenda ejerció casi como un corsé decimonónico o una venda ajustadísima que impedía la correcta circulación. ¡¡¡Menudo susto!! Lee el resto de la entrada »

Una conferencia sobre discapacidad no dispone de rampa para sillas de ruedas

escenario_sin_rampaVarios grupos de activistas están criticando duramente a los organizadores de la Cumbre Nacional de Discapacidad de Australia por no haber previsto una rampa de acceso al escenario donde se realizaban las ponencias. O-O («En casa del herrero, cuchillo de palo»).

Jarrod Marrion, uno de los asistentes al ciclo de conferencias, subió a Twitter una foto en la que se ve a una de las ponentes, Deborah Haygarth, siendo ayudada a bajar del púlpito por la falta de un elemento auxiliar para este efecto. Un garrafal olvido que pasó inadvertido a todo el mundo.

Además, Marrion publicó otra imagen que mostraba en las extrañas condiciones que se encontraba el baño para discapacitados: inutilizado porque estaba siendo usado como un almacén para las sillas que sobraban de la conferencia. ¡¡¡Pero, esto qué es!!! (que diría Matías Prats). Lee el resto de la entrada »

Salió a tender la ropa al jardín de su casa y fue tragada por la tierra

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Christina Beaumont, una australiana de 52 años, no va a olvidar fácilmente la mañana del 25 de noviembre de 2014 cuando el césped de su jardín desapareció bajo sus pies y fue literalmente engullida por un agujero de tres metros de profundidad.

La mujer estaba tendiendo la ropa en la parte trasera de su casa, en Greater Dandenong (Australia), cuando de repente la tierra cedió (la poza tenía más de 60 cm. de diámetro), y como en un viaje sin retorno, se encontró sumergida en un montón de lodo que le cubría por encima de la cintura. Seguro que ni en la peor de sus pesadillas soñó una situación parecida.

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Un joven despierta de una colonoscopia con… ¡un tanga rosa de encaje!

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Andrew Walls es un australiano de 32 años, que hace dos años fue a realizarse una colonoscopia en un centro médico de Delaware, en Dover (Tasmania), y al recuperarse de la anestesia, su ropa interior se había transfigurado en… ¡¡¡un sexy conjunto de lencería!!! En menos que canta un gallo, pasó de sufrido paciente a conejita de Playboy que exhibe sus encantos en la mansión de Hugh Hefner.

El joven, que ha interpuesto ahora una denuncia contra la clínica, asegura que fue víctima de «una broma de muy mal gusto« por lo que ha presentado una demandan por daños y perjuicios. En declaraciones a un medio local, Walls indica que ha tardado tanto tiempo en emprender acciones legales porque la angustia emocional no le permitía enfrentarse al qué dirán de sus vecinos, ya que sabía que su caso iba a ser muy sonado en la prensa. ¿No estará buscando esa notoriedad para sacar más dinero al hospital?

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Hipoteca su casa para agrandarse el pene

manneken_pisSiete centímetros tienen la culpa de que un hombre australiano sea capaz de hipotecar su hogar para borrar de un plumazo una ‘pesadilla’ que le ha perseguido desde que era niño.

El caballero, que quiere guardar su intimidad a toda costa, ha concedido una entrevista a un medio de su país bajo el seudónimo de Mike. Y en las redes sociales, como ninguna noticia pasa desapercibida, ya es conocido como ‘Little Mike’. ¿Por qué será?

‘Mr. Little’ (perdón por la licencia, por si hay algún varón que se siente aludido) ya se ha sometido a la primera operación para alargar su miembro viril. De momento lleva gastados 30.000 euros y casi seguro que tenga que invertir otros 40.000 euros más hasta que la cirugía esté terminada por completo.

Para cubrir todos los gastos, Mike ha tenido que pasar por un tasador que valore su casa. «Cualquier esfuerzo que haga no importa si a partir de ahora mi vida es más feliz«, comentó. Y es que el ‘Señor Pequeño’ lo ha pasado realmente mal. En el instituto nunca practicó deporte por miedo a entrar en los vestuarios y que los compañeros le vieran su ‘cosita’ (de 7 cm.) al ducharse.

Si a todo esto añadimos que los médicos tampoco han sido muy considerados con él (un galeno bromeó con remitirlo a un pediatra al ver el diminuto tamaño de su glande), es fácil de entender que Mike haya hipotecado su vida en busca de su sueño: tener un pene normal.

PD. Después dicen algun@s que el tamaño no importa. Que le pregunten al pobre Mike.

(FOTO: WIKIMEDIA COMMONS / MYRABELLA)

Envenena a su hija para tener más popularidad en Facebook

facebook_venenoLas redes sociales son la pataleta de los mayores y explico la metáfota: cuando los niños quieren llamar la atención, lloriquean y patalean para que sus papás les oigan. Cuando son los mayores los que necesitan que los demás se fijen en ellos, recurren a historias en las redes sociales. Normalmente, las usan para alardear de vida pefecta y suben fotos preciosas de viajes inolvidables, por ejemplo. Los hay que también recurren a mensajes facilones con citas de Paulo Coelho (?). Pero también hay una tercera vía de adultos con déficit de atención que se apoyan en las redes sociales: los que inventan historias dramáticas. Nada grave, si no se te va de las manos, que es lo que le ha ocurrido a una joven madre australiana.

La chica, de solo 23 años de edad, tiene una hija de cuatro a la que ha ido envenenando paulatinamente para contar en Facebook la vida azarosa que llevaba como madre de una niña enferma de cáncer. ¡Ya hay que estar tarada! Durante nueve meses (¿en venganza por su embarazo?), la joven, de la que no ha trascendido su identidad, ha administrado quimioterapia a la pobre criatura, mientras iba narrando en la red social de Mark Zuckerberg cómo su salud se iba deteriorando y cómo luchaba por sobrevivir.

El objetivo era atraer hacia sí la atención y la simpatía de sus conocidos y a fe que lo logró, ya que los mensajes de ánimo se sucedían cada vez que posteaba algo nuevo. Su obsesión por ser el centro de las miradas le ha provocado a su hija una insuficiencia severa en la médula ósea, una enfermedad de la que se recupera lentamente y que amenaza seriamente con condicionarle el resto de su vida.

Afortunadamente, la estúpida madre de la criatura fue cazada antes de prolongar su criminal comportamiento y ha sido condenada a seis años de cárcel, además de perder la custodia de su hija. La tipa parece sufrir una extraña enfermedad mental aún no reconocida oficialmente que se denomina Síndrome de Münchhausen por Poder, cuyos enfermos causan lesión deliberadamente a niños que tienen a su cargo.

Con su mamá a la sombra, la pequeña ya no tiene al enemigo en casa. Sus abuelos, abochornados por el comportamiento de su hija, se han hecho cargo de la custodia de la pequeña, a la que confían en recuperar del todo antes de contarle que su mamá es una tarada que casi mejor que se hubiera dedicado a postear frases moñas sacadas de libros de Paulo Coelho.

Se gastan un dineral en cirugía para ser idénticas y ahora comparten hasta el novio

Las gemelas Anna y Lucy DeCinque. Fuente: Facebook.

Las gemelas Anna y Lucy DeCinque. Fuente: Facebook.

Que entre los hermanos gemelos hay una conexión especial es un hecho irrefutable. El compartir útero debe unir más que cualquier otra cosa en el mundo y se establecen unos lazos afectivos entre ellos que van más allá del mero hecho de ser hermanos. Ahora bien, esa conexión especial, ese amor desproporcionado, a veces degenera en locura. Eso le ha pasado a dos hermanas australianas, Anna y Lucy DeCinque, que no contentas con ser prácticamente iguales, decidieron pasar por el cirujano plástico las veces que fueran necesarias para ser absolutamente idénticas.

Anna y Lucy nacieron en Perth con un minuto de diferencia hace 28 años. Desde que fueron alumbradas, han estado unidas muy por encima de la media, de lo razonable e, incluso, de lo que podáis imaginar. Han vestido (y siguen vistiendo) igual, han tenido los mismos trabajos, han compartido sueldos y propinas, tienen una cuenta conjunta en Facebook y, ¡tachán!, ¡¡comparten novio!! Esa fantasía que más de uno de vosotros tenéis, la de estar liado con dos gemelas, la ha hecho realidad Ben Byrne, el novio de nuestras protagonistas. Sin embargo, tengo que decir que, a tenor de las fotos que he visto de Anna y Lucy, no le envidio nada en absoluto. No me gustaría verme en medio de estas dos taradas muchachas con cara y enormes pechos de plástico, la verdad.

«Hay tres personas en esta relación, lo compartimos (a Ben). No es nada extraño para nosotras, tenemos un novio y todos compartimos la misma cama. Tenemos el mismo gusto en todo, así que, obviamente, también nos gusta el mismo chico», aseguraron al New York Post. Y como comparten gusto, comparten hombre. Todo muy lógico. A ver si Cristiano Ronaldo también comparte a Irina Shayk conmigo, que a mí también me gusta… Para justificar su mènage á trois incestuoso, las muchachas comentan entre risas que «todos los hombres, en su corazón y sueños, quieren tener dos novias», como si le estuvieran haciendo un favor al pobre Ben. ¿Con esa cara? ¿De verdad?

Precisamente para que Ben no se decantara por una de ellas en perjuicio de la otra, Anna y Lucy han invertido unos 200.000 dólares australianos en operaciones de (anti)estética, con las que han conseguido ser prácticamente calcadas. Pómulos, labios, cejas, nariz, barbilla, pechos… podría decirse que su anatomía al completo ha pasado por el quirófano, con un resultado nefasto, me permito añadir. Que digo yo que ya que han decidido operarse, al menos podían haber buscado al cirujano de Elsa Pataki, que ha quedado como una diosa griega.

Ante la posibilidad de tener una vida de forma individual y no formar parte de un pack, ellas tuercen el gesto y responden al alimón: «no podemos imaginar un día en que ya no estemos en compañía de la otra y, para ser sinceros, no creemos que eso pueda suceder»… Pues que os aproveche, monas.

La curiosa afición de una joven por tejer con ayuda de sus partes íntimas

Creía que lo había visto todo. Que estaba curado de espanto. Pero de nuevo me volví a equivocar. Una joven australiana llamada Casey Jenkins me ha roto todos los esquemas. Su ocurrencia no tiene parangón con cualquier otro hecho que haya relatado en mi todavía corta vida de becario: la chica teje todo tipo de prendas (preferentemente bufandas) introduciendo el ovillo de lana en su cavidad vaginal. Sí amigos, no había mejor sitio para meter la bola textil.

Casey Jenkins (Captura Youtube)

Casey Jenkins (Youtube / SBS2Australia)

Esta activista/artista, así se califica Jenkins, ha llevado el craftvist (uso de técnicas artesanales con el fin de concienciar a la sociedad de una forma pacífica) al extremo. Una forma muy rara de revolución no violenta. ¿Querrá parecerse a Gandhi? ¿Habrá tomado nota el colectivo Femen para dar un giro de tuerca a sus protestas?

La intención de Casey es acabar con cierto tipo de tabúes sociales. «Espero que la gente se cuestione sus temores y referencias negativas en torno a la vulva«, afirma en una entrevista a un medio local. Además, añade que tiene mucho cuidado con los ovillos y los cambia cada 24 horas para evitar posibles infecciones. «No es muy incómodo, sólo lo paso un poco peor cuando estoy menstruando porque la lana se humedece y se hincha. Pero es algo que tengo que sufrir si quiero conseguir mis objetivos«, concluye. Vamos, que aunque esté con el periodo, sigue dale que te dale al tricotado.

Lo que está claro es que la publicidad que buscaba para su actividad la ha conseguido con creces, ya que el vídeo que ilustra todo su ‘laborioso proceso de trabajo’ lleva casi un millón y medio de visionados en cinco días. ¡Cómo están algunas cabezas!

Un mensaje en una botella que ha recorrido 16.000 kilómetros

Si sois de los que, como yo, siempre pensasteis que lo de los mensajes en botellas que se lanzan al mar son leyendas urbanas al más puro estilo «hay un cocodrilo en mi alcantarilla», «el rey iba en un elefante una moto y me salvó» o «Ana Obregón se montó en un avión y…» (ays, no me acuerdo de cómo acababa este último); si no creéis en este tipo de correspondencia, os decía, este post os interesa.

Porque estaba Barbara Richards en la playa de Adelaida (no Heidi, que de eso ya hablamos el jueves, ni mi amiga Adelaida de Cádiz, sino Adelaida la localidad de Australia) cuando vio que algo brillaba en el agua. Donde otros veríamos un tesoro, ella vio un peligro para la salud pública: «¡¿A quién se le ocurre tirar una botella al mar?! ¡Esto Australia, no el río Segura!». De modo que la recogió para descubrir, estupefacta, que contenía un mensaje en su interior.

Resulta que la botella había viajado 16.000 kilómetros, desde el sur de Inglaterra, hasta Australia. La responsable de la idea fue Brit Jasmine Hudson, una simpática chiquilla de cuatros años que esperaba que su tía recogiera la botella en una pequeña islita británica (sí, igual se pasó de fe la pobre). Evidentemente, la botella no llegó jamás a manos de su tía, pero al menos Jasmine obtuvo respuesta, con lo que puede estar satisfecha.

Barbara, de 58 años, decidió que ese esfuerzo merecía una recompensa y escribió una carta a Jasmine. Podría habérsela enviado a través de una botella, pero para agilizar el proceso, usó el correo ordinario. No en vano, la botella tardó cinco meses en llegar desde Inglaterra hasta Australia… casi lo mismo que un Whatsapp enviado desde una conexión Wi-Fi inestable, vamos.

Según publica la prensa local, Barbara tuvo que esperar a llegar a casa para abrir la botella, porque además del corcho estaba cerrada con cera caliente. Todo para comprobar que, dentro del cacharro, había un mensaje genérico de «Esta botella de Jasmine Hudson está a la deriva desde el 10 de abril de 2012». Resulta que hay kits estándar de mensajes para botellas… ¡¡y yo con estos pelos!!

En fin, que toda esta historia nos sirve a los incrédulos para saber que no hay que perder la esperanza. Quién sabe, igual de un momento a otro nos encontramos con Ana Obregón en un avión o ponemos la tele y vemos a Ricky Martin saliendo de un armario mientras… demonios, otra anécdota que se me ha olvidado cómo acaba.

PD: Viernes STOP. Gran día STOP. Mensaje becario.

Se van sin pagar de un restaurante saltando desde una altura de 55 pisos

Cuatro amigos van a un bar (no, no es el comienzo de ningún chiste) y se toman unas bebidas. Todo va bien hasta que, llegado el momento de pagar, empiezan a surgir los problemas. El rácano dice que la última vez invitó él, el olvidadizo que se ha dejado la cartera, el parado dice que no tiene un duro y el que queda alega que lleva para pagar lo suyo, pero no le alcanza a lo de todos. ¿Qué pueden hacer?

No os compliquéis la vida buscando una solución, cuatro tipos australianos han dado con ella. Ante una situación así basta con… ¡¡saltar en paracaídas!! Sí, amigos, cuatro hombres subieron la semana pasada a las Torres Rialto de Melbourne (Australia) a tomar unos refrigerios en Vue de Monde, un restaurante situado en la planta 55 de una de ellas y antes de pagar saltaron desde ahí arriba. Pasó hace unos días, pero yo me he enterado ahora (ya sabéis, las comunicaciones con Australia, que tardan más porque está muy lejos).

Los cuatro vestían traje y aparentaban ser ejecutivos, de ahí que sorprendieran a propios y a extraños (una expresión que muchos dicen pero casi nadie escribe) dando un señor brinco desde el piso 55. Según contaba el dueño del bar a la prensa australiana, bajo las chaquetas llevaban paracaídas y cámaras, de modo que uno a uno fueron al baño, se cambiaron, y se reunieron nuevamente en la terraza para saltar y marcharse sin pagar. En la calle les esperaba un quinto hombre que les recogió en un vehículo y se los llevó a toda prisa.

Evidentemente, como suponéis, esto no era para tomarse unas bebidas por la gorra, sino toda una reivindicación. Parece que los aficionados al salto BASE lo tienen difícil en Melbourne para encontrar sitios desde los que brincar y decidieron hacer este salto protesta desde un lugar emblemático en el que todo el mundo pudiese verlos.

Si buscaban notoriedad: objetivo cumplido. Decenas de personas lo vieron, muchos aprovecharon para fotografiarlo (es lo que tiene una caída en paracaídas, que te da tiempo a sacar el móvil) y en Twitter la noticia corrió como Usain Bolt (por si no sabéis quién es, es un tipo que corre muy rápido).

Podría llenaros el último párrafo (sabéis que por costumbre suelo escribir seis, con un paréntesis más o menos en cada uno de ellos en el que os aclaro algún aspecto) con una retahíla de consejos como «guarda un par de euros en la cartera, por lo que pueda pasar», o «lleva siempre en la mano el móvil por si pasa algo digno de ser fotografiado». No obstante, creo que hoy lo más sensato es recomendaros que llevéis siempre vuestro paracaídas cuando salgáis de casa. Por si las moscas.

PD: Hablando de amigos tacaños… seguro que tenéis alguno. El de mi padre se llama Manolo, el mío, Fernando. ¿Y el vuestro?