Estaba leyendo, sentado sobre la rama de un árbol cuando de repente lo chocó un dedo índice que volaba entre las hojas verde primavera. El dedo lo golpeó suavemente en la frente y él apartó la mirada del libro. Vio que a los costados tenía un par de alas con las que volaba en el mismo lugar como un colibrí. Era un dedo ciertamente extraño no solo por ser alado sino que además estaba perfectamente separado de su mano. El índice lo chocó nuevamente, juzgándolo por segunda vez y cuando él intentó espantarlo con el libro, instantáneamente comenzaron a descender miles de dedos alados desde el cielo, tal si de una lluvia se tratara. Todo se hizo tormenta. Los índices se ponían alrededor de su cuerpo y lo señalaban y juzgaban constantemente. Era un enjambre de juicios voladores que parecían reproducirse a medida que él más y más se molestaba.
realmente seria un dedo magico, como el mio .cuando me hago uno
27 junio 2010 | 11:44
igual vistes la pelicula esa , que una mano se revelaba , contra su dueño, y le cojia del cuello ,anda que tambiem , vaya paranoyadas que escribes , como va a volar un dedo? con alas y todo
27 junio 2010 | 11:47
jaja muy buena esa de los dedos alados. Bien pues ya lo sabes, si un dedo te toca suavemente la frente no se te ocurra espantarlo pues te viene encima toda la plaga de dedos alados. A lo mejor estabas en el sitio equivocado, suele pasarme a menudo jeje. Que complicada que es la vida verdad? Y sin embargo tan encantadora y seductora .(..)
27 junio 2010 | 12:02
Pero esto , q es? ¿una analogía de la gente que te señala? ¿prejuicios?
27 junio 2010 | 13:06
Mola cuando es un dedo corazón levantado enseñando la parte de la uña en señal de «que te den» y eso, pero el relato creo que no lo he cogido del todo bien…
Pero bueno, espero que todo salga a pedir de Milkhouse
27 junio 2010 | 13:15
Falta el final de esto, que describo a continuación…
…De repente desperté en la habitación 401 del hospital Vall de Hebrón. Tenía varios tubos colocados en mi cuerpo y boca. De repente entra la doctora.
– Buenos días-. me dice, – Soy la enfermera. Lamento comunicarles que la dosis de éxtasis que tomó le va a dejar secuelas de por vida.
27 junio 2010 | 13:49
por alguna razon me recuerda al zapato alado de goodyear…
27 junio 2010 | 18:09
¿No serian compresas con alas?
Clica sobre mi nombre
28 junio 2010 | 01:13