Al abrir la maleta se llevó una gran decepción. A juzgar por su exterior, el tesoro que supuestamente iba a ser abundante en aparatos tecnológicos, resultó ser un fracaso. Robarlo no había valido la pena. Teniendo en cuenta los talles y modelos de las vestimentas, claramente se trataba del equipaje de una mujer no muy joven. Entre vestidos, remeras, pantalones, un secador de pelo, ropa interior y maquillaje, no había encontrado absolutamente nada de valor y nada que pudiera servirle al ladrón, aunque sí podía llegar a serle útil a su mujer que parecía tener la misma talla. Le extrañaba que una maleta con tantas banalidades femeninas haya estado tan asegurada con precintos y candados, hasta que revolviendo en el fondo del equipaje encontró varias bolsas de cocaína. Un perro comenzó a ladrar en la puerta de su casa. Un policía le ordenó a los gritos que abra la puerta.
encontre tirado por el suelo de la estrecha calle donde vivo un bolso de señora ….rescate objetos esparcidos por aqui y por alla ……el DNI , fotos antiguas , caramelos , papeles medicos , tarjeta rosa , facturas , pañuelos de papel ……. llame por telefono ….era una señora de 81 años … me conto que un tipo en bicicleta le habia dado un tiron y …no se lo podia creer .. que me tomara molestias en devolverselo ………le lleve el bolso a su casa…….salio un hijo suyo de mas de 40 años ….. ¡¡pues mira ¡¡¡ pensabamos regalarle un bolso nuevo ahora por NAVIDAD ¡¡¡¡ y entonces comprendi ………¡¡que la habia cagado ¡¡¡¡ les habia estropeado el regalo de un bolso nuevo por Navidad a su madre ¡¡¡ asi que asi lo dije , pedi disculpas y me fui corriendo …..
04 junio 2010 | 10:35
En mi casa había una pared que sonaba hueca. Durante años especulábamos con la posibilidad de que hubiese algún «puchero» lleno de oro o cualquier otro tesoro. Un día mi padre se levantó con ganas de marcha, cogió la machota -maceta- y deshizo el misterio. El tesoro consistió en una rama de laurel. Aprovechamos el hueco como alacena, aunque siempre pensé que era mucho más útil antes, cuando pasábamos y lo golpeábamos diciendo «¡Huy, aquí tiene que haber un tesoro!».
04 junio 2010 | 10:39
Si es que no es oro todo lo que reluce!!
Miauuuuuuuu
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(«)___(«)
http://www.videosdegatos.eu/
04 junio 2010 | 11:48
Nunca se habia visto en el mundo un terremoto tan enorme , hubieron miles de visctimas , hasta un año despues estuvieron sacando cadaveres una de la últimas casas desescombradas fué la de Anselmo un ladrón de maletas, al que se encontraron muerto junto a una maleta con drogas , un perro policia y un policia , todos envueltos en un misterio del que nunca nadie sabria dentrañar.
Clica sobre mi nombre
04 junio 2010 | 13:33
¡Qué nivelazo tenemos hoy!
Priapo, no era para tanto, hombre. Que le regalen otra cosa.
Laurel, se rompió la fantasía y la decepción dejó el sueño convertido en alacena.
Larrosa, para que le pase a otro, que sea a un mangante. Fuera corrupción.
Walter, tu texto inspiró hoy.
A mi. que me han robado varias veces, te diré que la sensación de impotencia es fuerte.
Se meten en tu intimidad, en tus efectos personales.
A pesar de que en el mayor de los casos, el único e incalculable valor que tiene lo apropiado, es el sentimental.
Cosas irremplazables, solo por el bolsillo, pero el hueco, como la alacena de Laurel, no se tapa ya con nada.
04 junio 2010 | 14:34
larrosa,quitate ya de enmedio.Eres tonto
04 junio 2010 | 16:38
Priapo, buena historia. El personaje pasa de ser bueno a ser mucho más bueno, incluso corriendo el riesgo de salir perjudicado.
Laurel, la especulación y la fantasía suele ser mucho más entretenida que la certeza y la realidad, simplemente porque la realidad no suele ser lo que queremos que sea.
Caty, y el oro que reluce, a veces es ilegal. Ja!
Antonio, si tardaron tanto en descubrir los cadáveres, calculo que fue porque las víctimas superaron a los sobrevivientes.
Enmascarado, creo que fuiste vos, junto con Antonio, quienes inspiraron. 🙂
04 junio 2010 | 17:41
Buena Walter! Sabés que a mí también me pasó -cuando era un joven inconciente y casual ladronzulelo- una historia de hurto fallido…
Para los curiosos, el artículo se llama Pelotudo Yo, y está aquí: http://blogderulo.blogspot.com/2008/04/pelotudo-yo.html
PS: Pelotudo es el equivalente argentino de gilipollas, fool, huevón, pendejo, etc…
Salud!
04 junio 2010 | 20:30
Está bien este relato.
Le pasa por llevarse lo que no es suyo, y a ver ahora como explica la cocaina en su poder, y no digo nada de la policía, que si es en España, al llegar y declarar, salen como si nada. Lo peor será cuando le encuentren los dueños, no le arriendo la ganancia.Ya se puede volver invisible, o cambiar de nombre, o de cara, que seguro0 los narcotraficantes no se lo van a pasar, con ellos la máxima esa de «robar a un ladrón 100 años de perdón», no les alcanza.
04 junio 2010 | 22:48
Quien roba a un ladrón, si además es narco, acaba entre rejas….
Saludos.
05 junio 2010 | 10:55
Me ha parecido muy bueno pero creo que no hubiera perdido nada sin la última frase, la de los polis, al contrario hubiera ganado en fuerza.
Un saludo.
11 junio 2010 | 12:53