El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Una ensalada (de espinacas) que bien vale una entrada…

IMG-20130330-00114Una entrada, y también un entrante, porque esta ensalada es sabrosa dónde las haya y, hasta donde yo sé, original. Se trata de una ensalada de espinacas, gambas, pistachos y queso de cabra con vinagreta de miel y aceto balsámico. Si bien, antes de empezar he de reconocer que su originalidad corresponde a un buen amigo, Félix (@felixg82) que tuvo a bien el servirla el otro día en su casa cuando nos invitó a cenar; y claro, nos fuimos con la ensalada entre pecho y espalda y la receta bien memorizada.

Hace poco también me enteré de este concurso (Reto Origen) promovido por Hermeneus, que según su perfil twitter (@HermeneusWorld) es una red social que pone en contacto directo a consumidores y profesionales de la alimentación sin intermediación y con total transparencia. Vamos allá con esa receta:

Ensalada de espinacas, gambas, pistachos y queso de cabra con vinagreta de miel y aceto balsámico

Ingredientes para cuatro personas:

  • 200g de espinaca fresca: En mi caso las espinacas (Spinacia oleracea) provienen del cultivo propio (cerca de Zaragoza) que tiene uno de los verduleros del mercado en el que me suelo surtir, “el comunista”, es como le solemos llamar quienes le conocemos… no demasiado, ya que yo al menos no sé su nombre de pila. Es decir, el número de kilómetros que habrá realizado esta espinaca desde su huerto de origen hasta mi cocina, dudo mucho que sea superior a 10.
  • 100g de colas de gamba cocida y congelada (cerca de una taza): Zaragoza no tiene mar (vaya descubrimiento) y si bien se podría haber recurrido a gambas nacionales, las cuestiones de intendencia familiar hicieron que recurriera a gamba que ya tenía congeladas en casa. En este caso la gamba (Pandalus borealis), según pone en su bolsa ha sido pescada, cocida, pelada y ultra congelada en Islandia, así pues los kilómetros recorridos hasta mi sartén han sido un porrón (punto negativo para un servidor)
  • 50g de pistachos sin cáscara (dos puñados): Tampoco me volví loco, pistachos (Pistacia vera) del supermercado. Aunque me he enterado de que en España hay una cierta producción de pistacho, la mayor parte al parecer en Castilla la Mancha, no es ni mucho menos una gran potencia. Mis pistachos, tostados, según reza el envase vienen de Irán (toma punto negativo)
  • 100g de queso de cabra (unos 5 cm de rulo): Elaborado por la empresa “Quesos de Radiquero”  ubicada en la localidad de Adahuesca (Huesca), se trata de un queso de cabra de pasta blanda con moho blanco, se elabora con leche pasteurizada de cabra. Distancia hasta mi cocina, no más de 150 km
  • 60 mL de aceite de oliva (6 cucharas soperas): En este caso utilicé aceite de oliva Virgen Extra “Doña Godina” de la variedad arbequina. Elaborado en La Almunia de Doña Godina (Zaragoza). Distancia hasta mi cocina en torno a 70km
  • 10 mL de aceto balsámico (una cuchara sopera). Aquí hay que morir de nuevo al palo, en este caso al palo italiano. No dudo que haya excelentes vinagres balsámicos por aquí, pero yo no los conozco, y lo que sí que conozco y me gustan por su especial calidad y matices son los aceto que compro de la DOP “Aceto Balsamico Tradizionale di Modena” y si es día de paga de la DOP “Aceto Balsamico Tradizionale di Reggio Emilia”. De verdad que en este aspecto no soporto cualquier otro vinagre almibarado, normalmente de grandes marcas, con aspiraciones a aceto balsámico (y qué decir tiene ya esa especie de jarabes que se están poniendo de moda).
  • 8mL de miel (una cucharilla de postre): Usé miel de eucalipto (sí ya sé que es un poco rara pero es especialmente aromática) de Apícola del Moncayo, una empresa pequeñita situada en Fuendejalón (Zaragoza). Distancia, no más de 80 km.

Elaboración (10 minutos):

Limpiar manos; cortar, limpiar y secar escrupulosamente las hojas de la espinaca; descongelar y secar colas de gamba; pelar pistachos.

Poner en una sartén el aceite a calentar, saltear las gambas hasta que tomen color junto con los pistachos. Apartar del fuego y dejar que se temple.

Cortar cuatro ruedas de apenas 1cm de grosor del queso de cabra, y poner en una sartén para marcarlo por ambos lados.

En un bol pequeño preparar la vinagreta con la miel, el aceite templado de las gambas y pistachos y el aceto balsámico. Batir con la varilla hasta que se homogenice la mezcla.

Emplatado: Repartir las hojas de espinacas en cuatro boles, colocar una rueda de queso encima, a continuación la parte correspondiente de las gambas y los pistachos y componer con la vinagreta por encima. Al final lo terminé decorando con semillas de sésamo, pero esto es opcional.

Comentario personal: Con toda sinceridad a un servidor no le van especialmente las mezclas dulce-salado del tipo dátiles con beicon o melón con jamón (sí me gustan, y mucho, estos ingredientes… pero por separado). Sin embargo este plato es bastante suave en cuanto al contraste. No conviene pasarse con la miel, ni tampoco con el queso, ya que no se trata ni de un postre ni de un plato de queso, no es preciso que empalague. Además, al menos en mi caso no le añadí sal, no por nada en especial, sino por que entre las gambas, el queso y los pistachos ya se daba un toque salado suficiente.

Como ya es habitual en este blog no voy a hacer una glosa de sus propiedades nutricionales hablando maravillas de todos sus ingredientes (recuerda lo de las espinacas), más que nada porque ya sabes como pienso, que los platos, los alimentos y las recetas aisladas no nos afectan demasiado, y sí más el planteamiento general que hagamos de nuestra alimentación en base a nuestro estilo de vida. Recuerda estos tres consejos en seis palabras.

——————————–

Esta entrada participa en la III Edición del Carnaval de la Nutrición, organizado por el blog Scientia

 

9 comentarios

  1. Dice ser AreaEstudiantis

    Que buena pinta tiene esa ensaladaaaa!!! 😉

    http://areaestudiantis.com/

    10 abril 2013 | 09:45

  2. Gracias por participar en el Reto Origen, Juan! Nos ha gustado tu post, una receta muy interesante para esta primavera y verano, cuando te apetece tomar platos más frescos! Me quedo con la miel de eucalipto, que ingrediente más peculiar!

    Gracias de nuevo y un saludo,

    Alejandro Sarría
    http://www.hermeneus.es

    10 abril 2013 | 09:48

  3. Dice ser jesusma

    Si sustituyes los pistachos por nueces, te quitas un motón de kilometros!! Y añade unos cherrys para dar colorido.

    Por lo demás, estupenda.

    10 abril 2013 | 10:21

  4. Dice ser parafashionyo

    Que rico!! Me la apunto seguro 🙂

    http://www.parafashionyo.com

    10 abril 2013 | 11:28

  5. Dice ser rss noticias

    richisima pero… yo con la espinaca hago sopa :)) de costilla
    http://www.newshub.es/ noticias en tiempo real. 1.389.114 artículos en 42 categorias quality. un producto heeloo.es

    10 abril 2013 | 13:02

  6. Dice ser Alejandro

    Gracias por la receta, que apetitosa pinta.

    10 abril 2013 | 13:16

  7. Dice ser Warp

    «Aceto balsámico» es un tipo de vinagre espeso y oscuro. En una tierra de vinos como Aragón por fuerza tiene que haber buenos vinagres con estas características que en nada envidiarán a los italianos. Además, la diferencia no es tanta entre uno y otro para invalidar una receta. Es como poner anchoas de L’Escala en vez de anchoas del Cantábrico. Si el aceto es meloso, o es una reducción (y ya no es aceto) o igual le han añadido algo. Puesto que, de todas formas, vas a echarle miel, si lo que quieres es quitarle kilómetros, opta por un vinagre local.

    Yo simplemente no le pondría gambas porque el queso de cabra se me antoja suficiente sabor y proteína para el plato y, por encima de todo, los dos sabores no pegan ni con cola (de gamba…)

    Lo que han dicho, pistachos por cualquier otro fruto seco local. Yo usaría avellanas o almendras, las nueces pueden ser también de sabor muy fuerte y ya le has echado vinagre y queso de cabra.

    joerquehambretengo…

    10 abril 2013 | 13:27

  8. Dice ser Jose

    Buenos días, o mejor dicho buenas tardes, me parece una receta muy buena y con muchas propiedades nutricionales y de sabor, pero perdoname que no esté contigo en que no hay buenos vinagres balsámicos en españa, soy de Cádiz y a preferir prefiero un buen vinagre de Jeréz, que hay muchos y bastante buenos.

    10 abril 2013 | 15:39

  9. Dice ser Monchi

    Pues yo la hago pero con espinacas crudas(a las espinacas se les corta el rabito), piñones y queso de cabra, mezcla de aceite, vinagre balsamico y miel. Todo el que la prueba le encanta.
    Tambien (opcional) se añade tiras de beicon frito . Saludos

    10 abril 2013 | 16:06

Los comentarios están cerrados.