Entradas etiquetadas como ‘agresion’

Un portero protagoniza una de las expulsiones más absurdas de la historia

El portero del equipo escocés Glasgow Rangers, Allan McGregor, fue expulsado sin miramientos por protagonizar uno de los lances más ridículos que se han visto en un campo de fútbol en décadas. Mejor crear un poco de expectación, así las risas salen solas.

Primero realizó una insólita agresión a un rival en el borde del área. Y, como si esto no fuera suficiente, simuló una lesión a pesar de ser el autor de una patada voladora de proporciones bíblicas. ¡¡¡Craso error!!! Lee el resto de la entrada »

Un fan de ‘Juego de Tronos’ evita una agresión con una espada medieval

Un joven estadounidense llamado Mac Dolan, de 25 años, experto en software y fan de Juego de Tronos, se transformó en una especie de Jon Nieve y acudió al rescate de una mujer que estaba siendo agredida por un desconocido dentro de su apartamento.

Dolan escuchó gritos y pasos en un piso contiguo, dentro de un bloque de viviendas en Wicker Park, Chicago, por lo que salió raudo y veloz de su dormitorio y cogió una réplica de espada medieval, que colgaba de la pared, con la que se enfrentó al presunto agresor. Lee el resto de la entrada »

Y el perro del año es… ¡¡¡Una gata!!!

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¿Os acordáis de la pequeña gata que defendió a un chaval del peligroso ataque de un perro? Pues ha sido galardonada con un prestigioso reconocimiento.

Tara, la ‘felina segurata‘, recibió el Premio Nacional al Perro Héroe 2015, tras defender con uñas y dientes a su dueño Jeremy (un niño de cuatro años con autismo), del ataque de un can con ganas de clavar sus dientes sobre el infante indefenso. Lee el resto de la entrada »

4,7 millones de dólares de indemnización para un yemení que se llama como Bin Laden

osama_salehEstados Unidos es un país fascinante, se mire por donde se mire. Y entre las muchas cosas que asombran de él, ocupa un lugar de privilegio la leyenda de «el país de las oportunidades». Si eres una persona con suerte y talento, la fortuna te espera en USA. ¡Qué diablos, en ocasiones también te aguarda aunque no tengas ninguna habilidad especial! Ya se encarga de ello la peculiar manera en que sus jueces dictan justicia. Desde que más de un fumador empedernido llenó sus arcas ganando pleitos a las tabacaleras americanas (Philip Morris está en todas las condenas, ¡qué tíos!), cualquiera que haya sido víctima de una injusticia tiene opciones de convertirse en millonario de la noche a la mañana.

Es lo que le ha ocurrido a Osama Saleh, un yemení que vive en Nueva York, al que un juez ha decidido que deben indemnizar con 4,7 millones de dólares. ¡¡4,7 millones de dólares!! ¿Cuánto espacio ocupa toda esa pasta en billetes de 100? El motivo de la indemnización es que Saleh ha sido víctima de abusos psicológicos y físicos por su raza. Por su origen musulmán y por compartir nombre de pila con Bin Laden, ha sufrido los insultos de James Robinson, compañero de trabajo en la tieda de ropa Pretty Girl. «Ser llamado ‘terrorista’ y ‘Bin Laden’ es una calumnia contra mí», dice Saleh. La gota que colmó el vaso llegó un día en el que, además de las ofensas verbales, el tal Robinson le agredió físicamente. Como consecuencia de los golpes, nuestro protagonista sufrió una fractura de pómulo y acarrea desde entonces problemas para masticar y de oído. ¿Este Robinson no será descendiente de Sugar Ray, no?

Saleh puso los hechos en conocimiento de los jefes de su centro de trabajo, pero no le hicieron demasiado caso. Más bien, casi se comportaron como cómplices del agresor. De hecho, Victor Lavy, vice presidente de Pretty Girl, se permitió frivolizar: «que te llamen Bin Laden no es gran cosa. Es sólo un nombre, no un mal nombre». O_O’. Ante la indiferencia de sus jefes, Saleh decidió poner una denuncia en la corte de Brooklyn. En el juicio, el tal Robinson reconoció abiertamente que odia a los árabes por ser «sucios» y que Saleh debería volver a Yemen. Ante tan patética autodefensa del principal acusado y la evidencia de los hechos, el juez dio la razón a Saleh y fijó una indemnización de 4,7 millones de dólares.

Como Robinson no tiene músculo financiero (del otro seguro que sí) para hacer frente a la sanción, será la empresa la que tenga que aflojar la pasta, por tener su dirección conocimiento de la situación y no hacer nada por evitarla. Ahora, con molestias en el oído y dificultades para masticar, lo que no se le cae de la cara a Saleh es la sonrisa. Tenía un salario de 7,15 dólares/hora, que equivale a unos 15.000 dólares anuales, así que, grosso modo, se ha ahorrado unos 300 años de trabajo para ganar el dineral que le ha procurado la justicia estadounidense. ¡El país de las oportunidades!

Fuente: NY Dailynews.

Se fuma un porro, le sienta mal y le corta el pene al novio de su hija

bonitalynnvela_cortapeneEl titular parece sacado de una película de Almodóvar, pero relata en orden cronológico los hechos del pasado 30 de diciembre en la casa de Bonita Lynn Vela, una señora de 35 años a la que, a juzgar por la foto, el nombre no le queda nada bien, ¿verdad? Bonita estaba tan tranquila en casa de unos amigos pegándose una fumada importante. En un momento dado, el festival del porro se pasó de rosca y la señora comenzó a oír voces en su interior. Una de ellas le decía que el novio de su hija, un muchacho de 18 años, había abusado de su hijo de dos, así que decidió ajustarle las cuentas.

Bonita convenció a sus dos amigos para que le ayudaran a secuestrar al joven. Lo llevaron a casa de esta Lorena Bobbitt fumona, donde fue maniatado y sometido a un infierno que duró tres horas. Durante este tiempo, la tarada señora Vela le golpeó y le torturó. El clímax del martirio llegó cuando «me dijo que había abusado de su hijo y ahora tendría que elegir mi vida o mi pene», relata el muchacho.

En ese momento, Bonita amartilló una pistola y le amenazó con pegarle dos tiros y echar su cadáver a los perros si no se bajaba los pantalones. El joven, aterrado, accedió y, entonces, Bonita agarró un cúter y le rebanó el pene, dejándole marchar malherido y con un reguero de sangre como estela.

El muchacho acudió presto al hospital más cercano, donde se recupera de la agresión, y allí llamaron a la policía ante la naturaleza del ataque. Varios agentes se personaron en la casa de Bonita y la detuvieron para tomarle declaración. La mujer, aún bajo los efectos de las drogas, aseguró que «sólo quería asustarle y dejarle cicatrices en el pene, para que cada vez que fuera a hacer el amor se acordara de mí». Bonita, el asunto se te fue de las manos, ¿no crees?

A la espera de juicio, Bonita está en prisión preventiva, acusada de secuestro y agresión con arma mortal. Además, la policía investiga la veracidad de la versión de la mujer porrera, pero de momento no hay indicios de un presunto abuso del joven a su hijo. ¿El pene del muchacho? No tenemos noticias, pero esperamos que esté bien colocado, en su sitio y, por qué no, le funcione correctamente.

PS. Os dejo una hilarante reconstrucción de los hechos que he encontrado en Youtube. Parece una versión pérfida del Grand Theft Auto

Una mujer agrede a un policía… ¡¡¡para dejar de fumar!!!

etta_tabaco-policiaSi pones «dejar de fumar» en Google, la búsqueda te devuelve «aproximadamente 19.300.000 resultados en 0,15 segundos». Te hablan de parches de nicotina, hipnosis, un láser anti-tabaco, acupuntura, libros de autoayuda, caramelos, chicles, aerosoles… e infinidad de recursos más para dejar el vicio. Sin embargo, no he encontrado ningún método para pasar del tabaco que consista en darle un guantazo a un policía, que es el sistema adoptado por Etta Mae López, una ciudadana de Sacramento, California, que tiene aspecto de trastornada, no digáis que no…

La mujer, de 31 años, tiene una severa adicción al tabaco y, desesperada, pensó que la mejor manera de dejarlo sería estar encerrada en la cárcel. Como tampoco quería pasar entre rejas el resto de su vida, se le ocurrió cometer un delito menor y pensó que agredir a un agente de la ley sería la opción más acertada. Sinceramente, yo hubiera intentado asaltar un banco, que era lo que los expertos en economía llaman un ‘win-win’ (ganar o ganar). Si el asalto sale mal, voy a la cárcel y objetivo cumplido; si el asalto sale bien… pastizal a la buchaca.

El papel de desafortunado policía le tocó a Matt Campoy, ayudante del sheriff de la Cárcel de Sacramento County. El hombre se disponía a marcharse a casa después de terminar su turno de trabajo cuando la señorita López se acercó a él y, sin mediar palabra, le dio una sonora bofetada en la cara. Tras la agresión, la mujer se justificó: «necesito dejar de fumar y si me arrestan y me llevan a la cárcel, no tendré acceso a los cigarrillos». Según el agente Campoy, con la cara colorada aún, Etta contó con detalles cómo había urdido su ¿magistral? plan. Le confesó que estuvo durante horas sentada en los aledaños de la prisión, esperando la salida de un policía al que sacudir.

Tras conocer la noticia, los medios de comunicación locales se pusieron en contacto con personas del entorno de López. Un vecino confesó que solían fumar juntos, pero no salía de su asombro. «Hay formas más fáciles para dejar de fumar. No creo que pegar a un policía sea la mejor manera de hacerlo». ¡Qué poco original! Otro que sólo confía en los métodos tradicionales y no valora en su justa medida la capacidad de innovación de su compañera de cigarrillos.

Más allá fue la portavoz del grupo antitabaco Breathe California (Respira California), Kimberly Bankston-Lee, que extrapoló el incidente y lo calificó como un problema social, en vez de puntual. Según la atormentada Bankston-Lee, «si alguien hizo algo así para dejar de fumar es que en la comunidad tenemos un gran problema». ¡No es para tanto, señora! Desquiciados hay en todos los sitios, que aquí tuvimos que soportar durante años a Yola Berrocal (¡no podéis dejar de visitar su web oficial!).

Sea como fuere, la agresora ha conseguido que se cumpla la primera parte de su plan. Ha sido condenada a 63 días de prisión y tres años de libertad condicional. Ahora le queda la parte complicada: curar su adicción en un entorno nada ‘friendly’, pues ya sabemos, por el cine, que en las cárceles estadounidenses fumar es una actividad preciosa para matar el aburrimiento.

Cuando el periodista se pone violento

Los periodistas estamos acostumbrados a soportar prácticamente de todo, pero claro, hay días en los que uno no está para fiestas. Y eso es lo que le pasó al reportero de Downtown Las Vegas, quien, cansado de aguantar al pesado de turno y tras avisarle varias veces, le obsequia con una galletilla al rostro.

No sé por qué, pero hay quien ve una cámara y se vuelve imbécil. Luego ya cada compañero reacciona a su manera, y si no, mirad la recopilación de Asylum, mi fuente de inspiración hoy. Ellos no se achantan como yo.

PD: Os parecerá mentira, pero hasta estos incómodos reportajes me dan envidia. Al menos a ellos les da la luz. A ver si me invitan a otra como la de Playboy.

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