Lo bueno de creerse inmortal (mientras no se demuestre lo contrario) es la pérdida del miedo. A menudo el miedo nos colapsa, arrincona, hasta el punto de atar nuestras alas y por tanto reducirnos a una vida a ras del suelo: miedo, por ejemplo, al desempleo, miedo a caer mañana enfermos, miedo a la incertidumbre, miedo a lo desconocido, miedo al desamor, o a la cicatriz del desamor. Para el inmortal todo esto no son más que piedras en el zapato, tropezones sin importancia en un viaje sin fin.
El inmortal sólo busca vivir intensamente y disfrutar del momento y el azar: volcarlo todo en cada instante sin pensar las consecuencias (o a pesar de ellas).
John Fante vivió como un mendigo, Bukowski vivió como un mendigo. Pero ambos demostraron ser inmortales, o al menos carecían de ese miedo que impide a los mortales avanzar. Los dos acabaron muriendo, cierto, pero esto no fue más que un error de cálculo: morir no estaba en sus planes. Simplemente se equivocaron muriendo después de haber vivido convencidos de su inmortalidad.
Tal vez se trate de eso. De obviar la muerte y creernos únicos. Y, por supuesto, avanzar.
Feliz semana al resto de los mortales…
22 junio 2014 | 22:30
Buena semana para ti también.
Que esté llena de viajeros interesantes.
Esta simple mortal te invita a leer la nueva entrada de la vida de Martina. En esta ocasión tiene que llamar a un taxi, ¿que hubiera pasado si el taxista hubieras sido tú? Habría sido los suficientemente interesante para captar tu atención y ¿escribir sobre ella? Nunca lo sabremos…
Espero que te guste.
http://martinaysucajadezapatos.blogspot.com.es
22 junio 2014 | 22:58
Hola, me llamo Tururú y dejé de ser inmortal a los treinta y cinco años, dos meses y ocho días. Inmediatamente después de apagar el último pitillo.
22 junio 2014 | 23:55
Quizas lo que acaba con el miedo sea que somos mortales.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
23 junio 2014 | 06:07
Hay q vivir el día a día como si fuese el ultimo, como si no hubiese un mañana, x lo q pueda pasar,,,
Creo en el azar y en la casualidad.
Feliz lunes, no adelantes acontecimientos.
23 junio 2014 | 07:16
Había al Norte de Gomaranto
una maestra de escuela
arrugada, seca y vieja
que regentaba el estanco
que heredó de su abuela.
Mujer de mucha cultura,
de la chachi, de la buena,
como se decía entonces,
cultura de mucho leer
y el master que da la experiencia.
Que a todos sus clientes
y a las pocas clientas
(no fumaban las mujeres)
trató ella de inculcarle
su buenas y sabias ideas.
A mí entonces un jovenzuelo
que compraba picadura
para fumarme un cigarro
de camino al trabajo.
Por alguna conversación
ella supo de mis temores
y sobre todo el, de a la muerte.
Trataba de convencerme
de que la muerte no es mala,
a la que no hay que temer
y de que hay una manera
de llegar a ser inmortal,
o al menos el de vivir como tal.
Decía que cuando aflorara el temor
Sólo tenía que recordad:
”Que si siendo el morir lo demás,
cosa que no se puede cambiar,
el cuándo, el cómo y el dónde,
debía de ser lo de menos”
No he llegado a ser inmortal,
pero como tal he vivido,
a la muerte no le temo
y a mi edad, ni la respeto.
Miedos, tengo yo muy pocos,
ni una más de lo justo.
23 junio 2014 | 07:49
Tu cada vez pareces menos inmortal y más un blogger del montón de los que abundan en este panfleto del 20m…salvo por el de la Crónica Verde…que es el único que se salva…y tu cada vez menos…Ainssssss…
Los escritores o, como en tu caso, los bloggeros con un libro de recopilación de posts, seréis inmortales porque ahí quedaran impresas vuestras palabras…pero hay una profesión que yo admiro por encima de todo y sus pequeños logros para hacer la vida al resto de los mortales más llevadera cuando tienen alguna tara que arreglarles o, simplemente, algún órgano no les funciona bien…mueren en cada intervención y, muchos, ni tan siquiera pasan a la posteridad…Pequeños…GRANDES…anónimos en la mayoría de los casos…algunos incluso NO pueden ejercer y, por desgracia, los tenía de compañeros sirviendo perritos calientes en esa GRAN tienda sueca…¡ Qué talento desaprovechado ! Y vuelven a cerrar » nosecuántas » camas este verano en uno de los hospitales catalanes que mejor funcionan: el Hospital de Bellvitge…no por su gestión sino por sus GRANDES profesionales…En fin los médicos…ellos sí merecerían ser inmortales…Bon dia !!!
23 junio 2014 | 09:30
La única manera de ser inmortal es morirse, si ya lo se, es un contrasentido.
23 junio 2014 | 10:27
no queremos ser inmortales, ni mortales, ni estar obligados a vivir como si cada día fuese el último, además solo podríamos si fuesemos ricos pues como mortales que somos las muchas necesidades diarias se solventan con pasta y los placeres con pasta gansa, así que… yo, solo quiero saber una cosa: qué hago aquí? quien me llamó? quien me trajo? para qué? y por qué… mientras solo sé que no sé nada..
23 junio 2014 | 10:34
No estamos educados para afrontar la muerte, la religion ha intendado dar una respuesta, pero en general seguimos teniendo miedo.
23 junio 2014 | 10:35
Avanzar, es el futuro y ser inmortal por tus actos.
23 junio 2014 | 20:30