Una usuaria observa aburrida la calle desde el asiento trasero de mi taxi mientras circulamos Gran Vía arriba dirección Callao. Nos detenemos en un semáforo. De repente, la mujer clava sus ojos en un viandante que ahora camina por la acera de espaldas a nosotros. Se abre el semáforo, avanzamos, y ahora la mujer gira su cabeza para ver el rostro del hombre. En esto, la mujer da un respingo sobre su asiento. Abre mucho los ojos y la boca y me mira con horror como para indicarme que pare pero no lo dice, así que continúo la marcha como si nada. Se echa las manos a la cabeza mientras sigue con la mirada clavada en el viandante, cada vez más lejos. Es un hombre de unos cincuenta años, unos veinte más que ella, de aspecto normal. Por su reacción deduzco que existe algún vínculo entre ambos y que no esperaba en absoluto verle ahí, caminando por la Gran Vía. Sin embargo, tampoco me pidió que detuviera el taxi, más bien dudó o no supo reaccionar a tiempo. ¿Quién sería aquel hombre? ¿por qué sus dudas?
Aprendiz de……. la doctora membrillo y eli son diferentes personas pero se las puede llegar a confundir por sus profesiones espero haberla aclarado
28 marzo 2011 | 17:35
ERAS TÚ, EL TAXISTA.
Eras tú mismo, un ser absolutamente idéntico a ti y la mujer sintió pánico, pánico de que alguien tratara de volverla loca, pero no dijo nada, cayó en la cuenta de que, a fin de cuentas, todos podemos tener un hermano gemelo, ¿no?
Un abrazo.
28 marzo 2011 | 19:19
Al final se emparejarán también la serrana de la mosqui y el resalao del indíbil.
Bueno, eso será un akelarre 🙂
28 marzo 2011 | 19:38
Muy bueno, sigue asi con tu blog
28 marzo 2011 | 19:49
Sería algún un zombie. La Gran Vía está repleta de ellos. Caminan de aquí para allá sin rumbo fijo, como los taxistas.
28 marzo 2011 | 20:34
No sé ni porque ni a quien, pero felicidades Eli! seguro que te lo mereces.
28 marzo 2011 | 21:31