Por primera vez en la historia de la monarquía instaurada hemos podido conocer el sexo de un infante antes de su nacimiento. Leonor va a tener una hermanita,y ya no hace falta una reforma constitucional urgente.
Dado el título de esta sección, «De todo corazón», lo oportuno sería hablar de bucles, de tatarabuelas princesas de la Infantita, del amor que se profesan Doña Letizia y el Príncipe y de asuntos por el estilo, pero a mi me entran ganas de hablar de Ibarreche, del pacto de ETA y de que un anuncio como el del sexo de un bebé por nacer tenga tanta carga política.
Los fans de Leonor estamos de suerte. No hay princesa destronada por un varón…Se mantiene la tradición por mucho que la Princesa de Asturias pretenda romper moldes. A fin de cuentas la monarquía no es más que eso y lo de modernizarla, un absoluto contrasentido. Además, la pequeña que nazca podrá heredar las toneladas de ropita que le han obsequiado a Leonor. Todos contentos, o casi todos.