De todo corazón

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Las niñas de Tita

Aún estoy releyendo desde el pasado jueves el famoso reportaje de Hola de las gemelas Carmen y Sabina, las hijas de Tita Cervera. Me ha impactado profundamente la gigantesca habitación, la pink house, como la llama Tita, instalada en su chalet de Mas Mañanas. Un auténtico parque infantil muy similar a lo que era la habitación que utilizaba Tita en la buhardilla de la casa, con rayas, en este caso azules, por todas partes. Colorines como los de la escena del tíovivo y rayas verticales con reminiscencias de a la estética de la película Mary Poppins pero sin ningún Dick van Dike. Una de las niñas se parece algo a Borja, el hijo de la baronesa. Lo he comentado con toda una experta en mujeres impactantes, Almudena García Paramo, autora de Mujeres de Culebrón editado por Espejo de Tinta. La escritora está completamente de acuerdo con la apreciación del parecido entre Sabina y Borja Thyssen. «Las niñas son muy guapas y de no saber que han sido adoptadas, nadie podría negar que parecen de la familia», afirma. Mirando las fotos, me he dado cuenta que una de las mellizas, la que tiene los ojos azules se parece a la Reina Victoria Eugenia, una de las mujeres más guapas de Europa, cuando era niña. Puede estar orgullosa Tita de sus nenas.

Sólo me ha chocado algo de las declaraciones de la baronesa, quien afirma ocuparse de darles el desayuno, la comida, la cena, bañarlas, etc sin ayuda de las nannies. Dice que se arrepiente mucho de no haberlas adoptado antes para poder disfrutarlas. Si las hubiera adoptado antes no serían las mismas niñas, serían otras.

Tita y la hipoteca de su hijo

M e cuenta una amiga de viaje en Barcelona que se encontró hace días en El Corte Inglés a Borja Thyssen y a Blanca Cuesta, una pareja en lista de bodas perpetua. Caminaban por la sección de menaje a la búsqueda de cachivaches para su gigantesca mansión. Si yo fuera rica, lo último que haría sería comprar batidoras en los grandes almacenes. De casta le viene al galgo… Tita es capaz de remover Roma con Santiago para buscar un grifo y, sin embargo, compra los vestidos por videoconferencia, para no tener que aguantar el peloteo que tanto le gustaba a Julia Roberts en Pretty Woman.

Una madre es una madre. Cuentan en el programa de Ana Rosa Quintana que Tita ha saldado la hipoteca de tres millones de euros que su hijo cargaba sobre sus anchas espaldas de culturista. Mi amiga dice que él está muy bien. Yo creo que nunca debió cambiar el kárate por las pesas.

Igartiburu, a por Bultó

Es catalán, no le gusta hablar de política y se define como monárquico, en estos tiempos que corren. He de confesar que cuando le pregunté si lo era se puso un poco colorado, por razones obvias. Estoy hablando de Álvaro Bultó, el atractivo rubiales de 45 años que conquistó el corazón de la infanta Cristina hace mucho tiempo. Álvaro presentó en una perfumería de la Gran Vía madrileña el agua de colonia Dunhill Pursuit. El atractivo concursante de Mira quién baila ha perdido cinco kilos de musculatura tras su paso por el programa. Se le ha recompuesto el cuerpo y hasta parece más alto. Álvaro es noticia por los rumores sobre un probable romance con Ivonne Reyes. «Somos amigos desde siempre», dijo, y añadió: «¿A quién no le gustaría mantener un romance con ella?».

Las efervescencias de Anne. Me cuentan fuentes muy cercanas al programa que a Anne Igartiburu la presencia del rubio aventurero, tío carnal de Sete Gibernau, le provoca auténticas efervescencias no muy bien disimuladas. Y cuando ella se lo propone no hay quien se le resista. La presentadora televisiva necesita de alegrías tras su ruptura con Álvaro Fuster, quien, precisamente, es uno de los mejores amigos del Príncipe Felipe. Coincidencias de la vida.

La boda secreta

En Terrassa se ha organizado un auténtico cisco por el trato de favor que ha dado el párroco de la Iglesia donde se han casado Borja Thyssen y Blanca Cuesta. Estad atentos a la página de gente, donde podréis acceder a las declaraciones de los cabreados vecinos muy pronto.

Guardaespaldas cañón

No sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidió», como decía un internauta hace días al comentar las vicisitudes de la baronesa y su hijo, Borja Thyssen. Oigo con pavor en el programa de Ana Rosa Quintana que Tita podría haber puesto vigilancia secreta a Blanca Cuesta para demostrar que un guardaespaldas multipurpose le habría custodiado algo más que las espaldas. No lo puedo creer. ¿Tita filtrando información a los periodistas para hundir a Blanca? Pero lo del guardaespaldas tiene su miga. Los escoltas más atractivos de España, especialmente uno a cuyo lado Van Damme no era más que un vulgar y feo tirillas, han trabajado para Tita durante décadas. La baronesa no ha ocultado jamás que siempre le ha gustado rodearse de belleza.

Nilo y Gemio, juntos

Fue en el concierto de Serrat y Sabina en Madrid. Isabel Gemio y Julio Nilo Manrique aparecieron juntos. Las fotos, publicadas por la revista QMD, en las que el cubano salía besándose con una rubia, no han causado ninguna impresión desfavorable en la presentadora, que estaba muy guapa en el concierto.

El embarazo de Paloma Cuevas

Papás tras diez años de matrimonio. Enrique Ponce y Paloma Cuevas, esa pareja tan mona, tan mona que parece de Lladró, ocupa la portada de esta semana de la revista ¡Hola! Ya no tendrán que demostrar su santa paciencia cuando los periodistas les preguntan si van a ser papás, porque ahora sí lo van a ser. Después de diez años de matrimonio, Paloma está embarazada, y tanto ella como el torero dicen que están encantados.

Y Borja Thyssen, exactamente igual. El bebé que tendrá con Blanca es un varón. En las imágenes, Borja aparece junto con su chica luciendo su anatomía de ex culturista al que le abandonó hace ya demasiado tiempo la nandrolona.

Borja, como Paquirrín

Luchó como una leona africana en Bermudas para preservar la herencia de su Borjita cuando aún vivía su marido. Y ahora, como una vulgar hembra de hámster, ha devorado a su hijo desde las páginas de Semana. Su comportamiento no ha sido el de una madre responsable. «la boda de mi hijo es para echarle el lazo» ha dicho Tita Cervera en las revistas, donde asegura que a su Borja lo han cazado, y da a entender que no le pasa ya ni un duro. No me da ninguna pena. Borjita, como heredero del barón, es o será beneficiario del reparto que se hizo entre sus hijos y esposa de la herencia. Más de 3.000 millones de euros, tirando por lo bajo. Borja no trabaja, afirma, porque Blanca ejerce una mala influencia sobre él: «Cuando no aparece ella desnuda o en top less, se le ve a Borja con tatuajes en la moto. Nunca trabajando».

Como Isabel Pantoja con su Paquirrín, se duele de lo que ella misma ha fomentado, y ahora que su niño podría ser padre y ha perdido el control, corta el grifo. Al menos Isabel Pantoja mandó a su madre a ver a Tamara cuando ésta fue ingresada por un supuesto embarazo ectópico. Claro está que la tonadillera tiene sangre gitana y los trapitos sucios los lava en casa. Nunca había caído Tita Cervera tan bajo. Cuando en una película mostraba unas bragas comestibles y le decía a su partenaire que eran de higo chumbo/chungo estaba mucho más digna que en la portada de marras. La película existe y me la está buscando una paisana de Tita, mi amiga la catalana.

¿Está celosa Tita porque la que sale en el Hola ahora es Blanca Cuesta y ella se ha de conformar con Semana? ¿Porque se parece demasiado a ella? Tita… QUE ERES BARONESA!!!!!!!!! Aprende de la gran Ángela Channing (!Jane Wyman forever!) y no utilices de mensacas a la prensa del corazón.

Los Borgia

Se estrena Los Borgia, y vamos a tener Lucrecias, Papas incestuosos y recetas de venenos hasta en la sopa. Me han contado que hasta Iker Casillas va a ir al estreno. Es lo que tiene la cultura de masas. Hasta Mario Puzo, cuando ya estaba casi senil, se dejó trastornar aún más por la historia de la famosa familia de origen valenciano. Y a costa de esta familia os voy a contar una anécdota muy buena acaecida hace muchísimos años, cuando los Borgia no estaban de moda ni los niños que estudian en coladeros pedagógicos privados se llamaban Borja. El caso es que yo, aspirante a cotilla histórica –y no a histórica cotilla– llamé a la Duquesa de Osuna para preguntarle sobre sus antepasados. De San Francisco Borja, duque de Gandía, hablaba maravillas; !qué bonito es descender de un santo…! Pero de los demás (Lucrecia, César y su papá, el Papa incestuoso), rien de rien. Vamos, que la descendiente directa o indirecta me colgó el teléfono y no se acordó de toda mi familia porque era toda una señá duquesa. Quien sabe, ahora que los tiempos han cambiado, con el relativismo moral que impera como diría un amigo cura, lo mismo los Osuna aparecen en el cine vestidos de época y se hacen una foto con Casillas.