En cuanto pueda, os voy a bajar un vídeo del que podréis disfrutar en unos instantes. Darek, defenestrado moralmente por Ana Obregón, se ha convertido en un moderno rey mago sin barbas que va repartiendo besos por las discotecas de toda España entre las jovencitas que hacen cola para rozar con sus labios sus mejillas barbilampiñas. No os lo perdáis.
Aída y los políticos
Hoy se estará vistiendo de verde en el taller de Enrique Marzal, el indumentarista que le está haciendo el traje de fallera mayor para la falla del Portal de Valdigna. Enrique ha dicho que, como de todas formas la van a ponen verde, que lo hagan con razón. El libro de la ex concursante de Gran Hermano estará a la venta el próximo mes de mayo, si como dice ella, Dios quiere. Lo publica Crediblibro, una editorial de temas divulgativos. La obra, titulada Aída Nizar se confiesa, pretende, según afirma su autora, lo siguiente: «Enseñar a la gente a quererse, brindándole pinceladas de lo que sucede entre bambalinas; los políticos a través de la mirilla, cómo se entra en televisión y se permanece en ella». Le he preguntado por el nombre de los políticos que aparecen en el libro, y me ha contestado que me lo compre como todo quisqui. El único dato que me ha ofrecido es que más de no ha sido y volverá a ser ministro. Aída afirma que va a votar al PP y que el político del PSOE más atractivo que conoce es Zapatero, a quien conoce personalmente por haber coincidido con él en una conferencia en el Club siglo XXI, antes de que fuera presidente. Ella piensa que algo se ha hecho en la cara, pero que como está muy favorecido, bien hecho está. Como veis, en el caso de Aída, la ideología no está reñida con la atracción.
Mi compañero Dani de tecnología está indignado con la elección de Miss España. Le gustaba mucho más la candidata zaragozana. Me juego el cuello a que se ha pasado la noche soñando con un vídeojuego protagonizado por la maña. En mi modesta opinión, la representante gaditana era quien tenía que haber ganado el concurso. Es la primera vez que una Miss tiene la cara casi tan larga como la corona.
