Goldman Sachs is not an after shave Goldman Sachs is not an after shave

Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

Profesión de alto voltaje

marc marginedas

Foto de Marc Marginedas de su cuenta de Twitter

Es 4 de septiembre, suena el despertador, lo apago, me levanto, me hago mi té y mis tostadas, me ducho y me voy al trabajo. Mientras estoy trabajando, en otro país de la ribera del mediterráneo, secuestran a un periodista por hacer su trabajo, es Marc Marginedas, enviado especial de El Periódico en Siria.

Esta era la tercera vez que Marginedas iba a Siria desde que empezó el conflicto en 2011 y era la primera vez que alertaba de lo peligroso que se había convertido para un periodista ir a cubrir el conflicto sirio, ahora más complejo que nunca. A los rebeldes se han unido grupos yihadistas y de Al Qaeda, sunitas, que combaten contra el actual gobierno sirio, alauita, una rama de los chiitas. Estos grupos aprovechan, también, para atentar contra los extranjeros.

“A partir de este punto, la consigna que recibe el periodista foráneo es guardar silencio. ‘Desde aquí hasta Sarmada, hay muchos controles en manos de islamistas, desconfían de los extranjeros y es mejor que no sepan quién eres’, explica un acompañante”, relataba Marc Marginedas en la crónica “La consigna, guardar silencio”, escrita el 2 de septiembre en la versión on-line de El Periódico, desde una población cercana a Hama.

Marginedas tenía pinta de duro, se le veía curtido por las guerras, ayer El Periódico anunciaba en su web que desde el  4 de septiembre estaba desaparecido y que, presumiblemente, lo había secuestrado un grupo de yihadistas en Siria. “Según diversas fuentes, Marginedas viajaba en coche junto con el chófer que lo acompañaba cuando fue interceptado por combatientes yihadistas en los alrededores de la ciudad de Hama, en el oeste de Siria. Desde entonces, no se ha podido contactar con él”, dice el artículo del rotativo catalán.

Y es que ser periodista de guerra, es un oficio de alto voltaje, de tensión, de peligro constante y de desafío. Seguramente, es de las profesiones más comprometidas que hay en el mundo, pues los periodistas de guerra arriesgan sus propias vidas por el deber de informar, que las personas sepan lo que realmente está pasando. Así era Marc, así nos lo contó un día en una clase.

En una atenta aula, Marginedas explicó que una vez entró en Siria por un túnel subterráneo. El problema que se encuentra a menudo el periodista de guerra es que todas las partes quieren manipular y mostrar su versión. “La verdad es la primera en caer en un conflicto”, nos dijo en clase.

Además, aseguró que si uno quiere ver la verdad, lo que realmente está pasando no puede ir con los soldados, con el oficialismo, porque entonces sólo verá una parte de la historia. Por eso, periodistas como Marginedas entran en Siria con los rebeldes. Eso les permite moverse con un poco más de flexibilidad, hablar con la gente y tener más acceso a las personas de pie, de calle. Más riesgo, sí, pero más acceso a la verdad también.

El periodismo español, está tintado de secuestros, liberaciones y muertes. Fran Sevilla, de Radio Nacional de España, fue secuestrado en mayo de 2004 en Irak y al cabo de unas horas puesto en libertad. Manu Brabo, que este año ganó junto a su equipo de AP el Pulitzer por sus fotos en Siria, fue secuestrado en Libia en 2011 y, posteriormente, liberado. Brabo estuvo seis semanas retenidos por tropas fieles al ex dictador Muamar al Gaddafi.

Sin embargo, no todos corren la misma suerte y en España tenemos una trágica lista de reporteros muertos en combate Miguel Gil asesinado en Sierra Leona por un grupo armado, José Couso y Julio Anguita, hijo del líder de Izquierda Unida, ambos murieron en el conflicto de Irak.

Marginedas nos comentó en clase que un periodista de guerra debía de saber calcular el coste de conseguir una información y el beneficio que tenía tenerla.  “El periodista no puede ir allá dónde quiere, sino que tiene que medir los riesgos y los beneficios de cualquier desplazamiento”, nos explicó el periodista.

Marigendas es un experimentado periodista de guerra que ha estado en Irak, Afganistán, Chechenia, Líbano, Darfur y Argelia. Tal vez, ahora no pudo calcular bien el coste con el beneficio, porque la situación en Siria ha cambiado mucho con la entrada de los yihadistas y los parámetros de acción que se utilizaban hace unos meses, ahora son distintos.

Sin embargo uno de los principales problemas que se enfrentan actualmente los corresponsales y, especialmente, los periodistas de guerras, es la tesitura de crisis que viven los medios de comunicación, que no sólo se ha traducido en recortes de salarios o despidos, sino también en el incremento de los freelance a la primera línea de fuego. Estos, a menudo, van al combate sin acreditación, sin seguro médico, ni equipo de protección y sin saber a quién le van a vender sus crónicas. Trabajan por amor al arte y sus vidas viven al límite de la vida y la muerte. Esto hace que muchas veces deben de arriesgar más para tener una buena información, foto o imagen, pero que al medio de comunicación le sale mucho más barato que enviar a un periodista, que es caro porque se le tiene que pagar el viaje y un seguro.

Por eso no es casual que el primer periodista muerto en la primavera de Túnez fuera Lucas Dolega, un fotógrafo francés que colaboraba con EFE y EPA (European Photpress Agency). Dolega, de 32 años, murió cuando cubría una manifestación y una bomba con gas lacrimógeno le impactó en la cabeza, ningún medio de comunicación respondió por él.

Este no es el caso de Marc Marginedas, que El Periódico sí responde por él y ha iniciado una campaña para pedir su liberación. Hoy (martes 24 de septiembre) medio millar de personas se concentraron en la puerta del diario para reclamar que pongan al periodista en libertad. Esta acción se repetirá a partir de ahora cada miércoles, día de la semana en que desapareció el reportero.

Según una noticia de Reporteros sin Fronteras, publicado por la desaparición de Marginedas, actualmente hay 16 periodistas extranjeros secuestrados en Siria y 60 reporteros sirios secuestrados o desaparecidos.

“Seguiremos informando” (Ed. Catarata, 2010, Madrid) es un libro que recoge el relato de periodistas que han ganado alguna vez el premio Cirilo Rodríguez, el más prestigioso de España para los corresponsales y enviados especiales de ese país. Al final del prólogo parrafean al brillante reportero Ramón Lobo “Sin periodistas no hay noticias. Sin información aumenta la impunidad. Así que ¡seguiremos informando!”.

Y yo como periodista, espero que estos excelentes profesionales puedan seguir informando, puedan seguir haciendo su trabajo, espero que algún día pueda hacer yo este trabajo, pero sobre todo, espero que esta información de calidad nos llegue gracias a que los medios de comunicación defienden a sus trabajadores y no porque los envían a la cueva del lobo pero sin ninguna seguridad para sus vidas.

El equipo de Goldman Sachs is not an afther shave nos unimos a la petición de la liberación del periodista Marc Marginedas, por el bien de su vida, por el bien del periodismo, por el bien de todos, que necesitamos que nos siga informando. 

Núria Segura Insa

Mail: nuriasegura@gmail.com

Twitter: Nuriasein

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