El Real Madrid sigue demostrando jornada tras jornada que es dinamita pura. La plantilla que ha conformado Florentino Pérez y Jorge Valdano y que dirige Manuel Pellegrini es la máxima expresión de la contundencia en ataque. En cuanto el rival se despista un segundo, zas.
El gol no es problema para el equipo blanco. Pero hay un aspecto en el que anda desequilibrado. Desde que Xabi Alonso se lesionase en Champions ante el Zúrich, el puzzle de Pellegrini no acaba de encajar.
Las piezas están sueltas y el equipo descompensado. Lass, Gago y Guti no ofrecen las mismas pretaciones que el medio vasco, que cuando juega se convierte en el catalizador y cerebro de las operaciones blancas.
Hasta ahora el Madrid ha resuelto con solvencia la ausencia de Xabi, pese a que los rivales no han sido de excesiva entidad. Sin embargo, Pellegrini debería encontrar una solución por si la situación se repite en un futuro.