Muy complicada se ha puesto para el Barcelona la final de la Champions 2010. Después de caer ante un Inter que fue superior, aunque es innegable que el árbitro le echó una mano a los de Mourinho, parece que Pep Guardiola ha detectado los errores y tiene la receta para corregirlos de cara al choque de vuelta del próximo miércoles en el Camp Nou.
Las pérdidas de balón, la falta de velocidad en el toque, la escasa agresividad y la poca profundidad en el juego fueron los principales problemas del Barça. Guardiola ya ha anunciado que los siguientes «90 minutos en el Camp Nou serán muy largos».
Y es que el técnico catalán podría variar su forma de jugar respecto al choque de ida. Con Ibrahimovic en punta, un delantero de enorme calidad, pero con problemas de movilidad y con dificultades para asimilar un sistema de juego tan dinámico y de constantes cambios de posiciones como es el del Barça, al Inter le resultan más cómodas las tareas defensivas.
Es por ello que Henry parece en estos momentos la gran alternativa al delantero sueco. El francés está descansado, su rendimiento en las grandes no suele defraudar y ya ante el Sttutgart en los octavos de final demostró su gran inteligencia y movilidad actuando como nueve.