El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Nutrición-área 51: le llaman Vessyl, un vaso inteligente a medida para “geeks”


Quién no ha tenido alguna vez la duda al respecto si lo que se acaba de servir en su vaso, copa o jarra es un refresco de cola, un vino, un zumo de manzana o un yogur líquido… me refiero a ese tipo de dudas que le asaltan a todo el mundo media docena de veces al día, todos los días. Evidentemente es una ironía.

Bueno, para los que sí que tengan esa duda, cosa que dudo, ha nacido Vessyl, el vaso inteligente que te informa de la naturaleza de aquello que tú has vertido dentro de él. Que pones té… pues el vaso todo diligente te dice… has puesto té; que pones zumo de naranja con pulpa, pues lo mismo, va y te lo dice: zumo de naranja con pulpa. Un prodigio, cuyas maravillas informativas no se quedan ahí.
Vessyl, el vaso, y siempre según sus promotores, además es capaz de analizar “molecularmente” su contenido y aportar más datos. Sin ir más lejos el del aporte energético, las calorías, pero también la cantidad de proteínas, azúcares, grasas y otras moléculas habitualmente de interés entre las bebidas, como pueden ser, la cantidad de cafeína, de alcohol…

Esto, más que interesante empieza a resultar curioso. Igual la tecnología que usa es de lo más sencillo del mundo, no lo niego, pero a mí se me escapa, en especial por el coste con el que pretende ponerse a la venta: no más de 150€. Un precio caro para un vaso eso es cierto, pero moderadamente asequible para un “vaso inteligente” con lo último en tecnología. La verdad es que no me importaría contrastar cómo funciona, sus márgenes de error, etcétera. Más como una curiosidad que como una herramienta verdaderamente útil. Me encantaría tenerlo y meterle una buena ración de sopa de pollo con fideos… a ver qué me cuenta Vessyl. Si lo hace bien, seguiría con unas buenas sopas de ajo.

Como digo su verdadera utilidad me parece francamente escasa, al menos con los argumentos que sus ideólogos y promotores pretenden poner en alza: ayudarte a adelgazar; a hidratarte correctamente; a mantenerte alerta (informándote de cuanta cafeína llevas incorporada en un determinado tiempo); a maximizar tus entrenamientos (contabilizando la cantidad de “proteína líquida ingerida); a dormir mejor (de nuevo a partir del análisis de la cafeína ingerida), etcétera. Sin embargo, sí que lo veo útil para el tema de fardar allá donde un buen geek que se precie quiera lucirlo (persona especialmente obsesionada por las cuestiones tecnológicas, en ocasiones asociadas a modas o tendencias). A fin de cuentas su diseño es como muy chic, in, vanguardista y minimalista (puedes descartarte de lo que quieras). A estas alturas no debería hacer falta mencionar sus amplias posibilidades de conexión a teléfonos u otros dispositivos también “inteligentes” con los que dejar a tus colegas alucinados un buen rato.

Y dale con aquello de “contar calorías”

El tema de contar calorías en los alimentos (o en las bebidas) es un full, que sirve para poco, por no decir nada. Partamos de la idea de que, además, la mayor parte de bebidas (no todas eso es cierto) se comercializan con su etiquetado nutricional en el que ya se aporta esa información. Pero suponiendo que no fuera así… bien, Vessyl te informa que en las últimas 24 horas has ingresado 456 kcal en forma líquida en base al café con leche, el refresco de cola y la cerveza que te has tomado a lo largo del día… ¿y sabes cuántas calorías has gastado tú en ese día y cuántas has ingresado con los alimentos? No; así que hala, a tomar viento, es una información que no sirve para nada. Contar calorías en líneas generales no sirve para nada, salvo para obsesionarse con tonterías sin tomarle el pulso a lo verdaderamente importante: hacer mejores elecciones alimentarias.

Luego, además de las calorías, está la cuestión de la hidratación. Supongamos que aparte de ese café con leche, refresco y cerveza, has bebido 1,356 litros de agua, y Vessyl te lo dice que para eso es un vaso muy ordenado e inteligente. ¿Te has quedado con sed? Pues bebe, sin la necesidad de que ningún Vessyl listillo te diga cuánto agua has de beber. Por el contrario, ¿te has forzado a beber? Manda a Vessyl a la porra. Te lo dije en esta entrada, el mejor consejero al respecto de cuánto se ha de beber (o no beber) es nuestra sed. Y punto. Ni litro y medio al día, ni dos litros que valgan… la sed. La tienes, bebe; no la tienes, no bebas.

Y por último está el tema de la cantidad de grasas, hidratos de carbono y proteínas… ¡nutricionismo en su máxima expresión! cuestiones que solo promueven el desequilibrio mental de la población en lo que se refiere a las cuestiones nutricionales.

No sé, a mi esto me recuerda cada vez más al relato de ciencia ficción en tono de humor, “Mesura”, que publiqué hace tiempo. Me refiero a ese proyecto de creación de un “robot de compañía dietéticamente correcto” que le informaba a sus propietarios de las calorías, proporción de nutrientes y demás que ingerían… Si quieres echarle un vistazo y contrastar cuál es mi perspectiva ante ese futuro cada vez más real que es el de contar calorías apoyados en “soluciones” tecnológicas, te invito a que leas sus tres capítulos ( el 1, el 2 y el 3).

Tal y como vimos en aquella entrada al respecto de la creación del tenedor inteligente (HAPIfork: que nos informaba de si nuestro ritmo al dar cuenta de la comida era alto, bajo o adecuado) esto de las aplicaciones tecnológicas para ocuparnos de cosa del comer, creo que se nos está yendo de las manos. Mucho tenedor inteligente, mucho vaso también inteligente… ¿para cuando un humano, al menos, con sentido común?

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Para que luego no se diga, si alguien quiere recabar toda la información ofrecida por los fabricantes de Vessyl he incluso reservarlo por el módico precio de 75€ (esto tiene toda la pinta de estar en proceso de crowdfunding o micromecenazgo) aquí te dejo todos los enlaces a su página web: las preguntas más habituales al respecto de su uso, naturaleza, diseño, precauciones… el equipo que lo ha sacado adelante o que pretende sacarlo, y cómo contactar con ellos.

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Nutrición-área 51: Proyecto Ceres, controla las calorías de tu comida con el móvil

Móviles

Sí, lo sé, la cantidad de aplicaciones para móviles que ofrecen datos sobre los valores calóricos y nutricionales de los distintos alimentos es casi infinita. No obstante, en este kilocalórico universo de las app’s se está poniendo toda la carne en el asador para que los usuarios tengan una información más de primera mano, más personalizada que aquella proveniente de las rígidas tablas de composición de alimentos (o al menos eso pretenden sus creadores y a buen seguro que así se lo harán creer a los consumidores)

Se trata del denominado de momento como Proyecto Ceres, una aplicación para móviles que te dice la cantidad de calorías de tú comida a partir de una foto. El sistema, sobre el papel, es sencillo. Supón que estás ante un plato de arroz con tomate y quieres saber cuántas calorías tiene… pues nada, foto al canto, consulta a la app y respuesta que te crío.

La verdad es que me resulta bastante difícil de comprender cómo mientras la mayor parte de los profesionales implicados en esto del adelgazamiento, o mejor dicho, del mantenimiento de un peso saludable se esfuerzan en recalcar la idea de la escasa validez de contar calorías…los intereses poblacionales / comerciales discurren por la acera de enfrente.

Además, ¿en base a qué demonios de datos crees tú que la aplicación te va a devolver el dato de las calorías de “tu” plato? Pues en base a los datos confinados y prestablecidos en las ya conocidas y manidas bases de datos. Esas que son tan fiables.

Al parecer, los promotores de esta herramienta que son a su vez los creadores (SRI International) de la app SIRI para Apple, están poniendo el acento en que la aplicación reconozca el plato en sí y en determinar su volumen o cantidad de forma más o menos exacta. Es decir, el mayor problema al que se enfrentan los desarrolladores es el de reconocimiento de imágenes para que tal y como dice uno de ellos, si un ser humano es capaz de reconocer una comida determinada, también lo pueda hacer igualmente esta aplicación. Eso es lo que pensarán ellos que puede hacerse, pero un servidor lo duda.

CocidomontañesY lo dudo porque una cosa más o menos sencilla es que este tipo de programas te reconozca el mencionado plato de arroz con tomate, y otra muy distinta es que ante un plato, por ejemplo, de cocido montañés la aplicación sepa aclararse y darte un dato medianamente sensato antes de echarse a llorar directamente o de que le entre un ataque de ansiedad. O imagínate que le preguntas a tu CERES en cuestión sobre las calorías que le has hecho a una caja de bombones variados, ¿crees que la aplicación va a saber si son bombones rellenos de praliné, de almendras, de frutas o de licor? Yo creo que no.

Así pues, esta tecnología me convence nada, o muy poco, al menos de momento y tal y como están las cosas. Y eso contando con que funcione a las mil maravillas, en plan rollo ciencia ficción. Si no me crees tienes este relato futurista que escribí hace unos años al respecto de la utilidad de contar calorías por muy bien contadas que estén. El relato se llama Mesura, tiene tres capítulos y confío en que te guste. En él, expreso en forma de alegoría lo ridículo-inútil-absurdo de pasarse el día contando calorías… o de que te las cuenten por ti, tal y como sucede en el relato con los robots de compañía dietéticamente correctos.

Por cierto, ya que estamos con nombres así, un poco crípticos, he de reconocer que lo que más me gusta de esta aplicación es su nombre, CERES, (en la mitología romana diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad) y el rollo este de hacer coincidir elementos remotamente antiguos con aquellos más tecnológicos y punteros.

Keep calm and stop counting calories

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Imagen: KROMKRATHOG vía freedigitalphotos.net y Uhanu vía Wikimedia Commons