El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Alimentos en el recuerdo: huevo pasado por agua

No sé muy bien cuantos años tenía, supongo que más de cuatro pero tampoco muchos más. Sin embargo, el resto de los elementos están más o menos claros en mi memoria. Siempre era domingo por la tarde-noche (creo); al menos en mi memoria todos esos días eran domingo. En la tele, la mía en blanco y negro, ponían “Las calles de San Francisco” (me refiero a la de Karl Malden y Michael Douglas) o bien “Hawái 5-0”, la clásica, claro (por dios que gran tema)… posiblemente una serie sustituyó a la otra, pero no recuerdo bien. Lo que sí que tengo claro era el plato que tenía delante en todas esas ocasiones.

Se trataba de un plato de diseño infantil (con patitos blancos sobre fondo azul a modo de cenefa); en el centro del mismo había una huevera de plata que sostenía el alimento para el cual estaba destinado dicho menaje. Alrededor cuatro o cinco tiras finitas de pan tostado… para untar; y también una cucharilla… para rascar lo que se escapara en el uso del pan.

Aquella era en esencia mis cenas de domingo, y luego la de mis hermanos cuando éramos niños: huevo pasado por agua. Un “invento” que a la luz de las actuales circunstancias parece proscrito, hasta insano es posible que algunos argumentaran, a la luz de, por ejemplo, de unas salchichas que no son tal sino, al parecer, proteínas y fósforo. Qué huevos.

serie del huevo pasado por agua.jpgBueno, el caso es que con la entrada de hoy quiero poner en alza una de esas cenas infantiles que según parece y en virtud de las modestas pesquisas realizadas en mi entorno más cercano (familia a parte) están en claro retroceso y casi postergadas al olvido. En su lugar, las cenas de nuestros hijos, están cuajadas de elementos mucho más modernos, donde va a parar, que aquellas soluciones arcaicas y rudimentarias con las que al parecer se complicaban la vida las madres de hace cuarenta años cuando no había tantos recursos maravillosos… y es que, no me extraña, la presentación y consumo de huevos pasados por agua está lleno de inconvenientes. Veamos:

De entrada su accesibilidad, ya que la materia prima es especialmente difícil de conseguir y cara. Los huevos a día de hoy no se encuentran en cualquier lado y además cuando se consiguen su precio es altísimo: entre 10 y 15 céntimos por unidad.

Hay que continuar con las dificultades técnicas de su elaboración, no accesibles a todo el mundo: se necesita un cazo más o menos pequeño y agua.

Y finalizamos con el tiempo: casi nadie dispone a día de hoy de 3 o 4 minutos para preparar el plato principal de la cena de un niño (o la de un adulto).

Como se puede contrastar, todo son dificultades que hacen del huevo pasado por agua un lujo al que pocas familias puedan acceder y que por lo tanto, en su lugar, tienen que recurrir a una cena a base de salchichas de Frankfurt que tan amablemente pone a su disposición la industria alimentaria, sabedora ella de sus dificultades. Dificultades económicas, de tiempo y nutricionales ya que, ya se sabe, donde estén unas grasas (y carnes) procesadas que se quiten los huevos.

Volviendo sobre Karl Malden (aquel maravilloso y narigudo secundario) y mis huevos pasados por agua, recuerdo con especial júbilo la broma que entonces hacía tras acabar con mi cena y que mis hijas reproducen, tal cual, a día de hoy. Me refiero a eso de una vez que se había dado cuenta del huevo, darle la vuelta sobre la huevera y simular que no lo habías tocado… que aún no se había empezado a cenar aunque alrededor del plato se acumularan los delatores trocitos de cáscara por donde se abre el huevo para empezar a comerlo. Al final, se le decía a mamá o papá… “que síiiiii, que ya me lo he comido” mientras se clavaba la cucharilla en lo alto del huevo ya consumido.

En fin, espero que esta sencilla propuesta sirva para iluminar de alguna forma las cenas cotidianas de los más pequeños (o no tanto) en esta época cuajada de dificultades para comer de forma saludable. (Es broma)

Si te ha gustado esta entrada ya te estás aplicando sobre los huevos pasados por agua, dejando de lado las «cómodas» propuestasde la industria alimentaria y, si quieres, puedes consultar:

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Foto: @juan_revenga que muestran una de las originales hueveras en las que hace cuarenta años se cenaba uno los huevos pasados por agua y que son las mismas que hoy utilizan en casa mis hijas (Ya sé que te lo he dicho de palabra, pero que quede por escrito… gracias mamá)

19 comentarios

  1. Dice ser Sara

    En mi casa era el segundo plato detrás de las legumbres, y mu marido lo tomaba en el desayuno en su época universitaria. A mis hijos no les gusta el huevo, sólo tortilla de patata y casi obligados.

    27 abril 2015 | 09:40

  2. Dice ser Lola

    Me ha llevado a mi niñez, un poco más atrás que la suya. Mi madre me preparaba huevos pasados por agua, era la forma de comer huevo que más me gustaba, a mi hija pequeña también se los llegué a preparar.
    Es curioso, y un poco triste, ver cómo han cambiado las costumbres alimentarias en España, cuando vine a vivir aquí, en 1790, el postre habitual era comer un poco de fruta, algo que ahora casi nadie hace. Creo que en muchos aspectos hemos dado un salto atrás en cuanto a alimentación.

    27 abril 2015 | 09:42

  3. Dice ser marian

    Que recuerdos, yo también cenaba a menudo el consabido Huevo pasado por agua, lo mío era porque comía fatal y era lo más rápido que para alimentarme se le ocurría a mi madre (un buen sorbo y para adentro sin pan ni nada), actualmente mi marido me los suplica y a mi hijo la verdad es que nunca se los he puesto y francamente no se por qué voy a tener que intentarlo en memoria de los cientos de huevos pasados por agua que me zampé en un pis pas y sin apetito.

    27 abril 2015 | 10:32

  4. Dice ser pattyeire

    Cuando he visto el titular me ha entrado una morriña….
    Creo que es uno de mis «platos» favoritos. Las veces que me los daban, eran para cenar, pero solo los comíamos en verano cuando estabamos en el pueblo. Siempre recordaré a mi abuela y a mi tía abuela (que es con quién pasaba los veranos) decir que tenían que ser frescos. Por eso el día que el pollero nos los traía en una cesta recien puestos,ya sabía mi cena!!

    Ahora de mayor, los habré tomado varias veces y cada vez que lo hago pienso, Por qué no lo tomaré mas a menudo???? deliciosooooo!!!

    27 abril 2015 | 10:52

  5. Vaya, que recuerdos con la entrada de hoy Sr. Revenga, a mi también me daban huevos pasados por agua para cenar, pero en mi caso eso eran cosas de mi abuela.

    Y recuerda que si buscas Tiendas Online de Alimentación y Bebidas en España somos tu web de consulta, visítanos en http://elpedidohosteleria.com

    27 abril 2015 | 13:04

  6. Dice ser Warp

    A mi me encantaban, con mucho pan para mojar.

    27 abril 2015 | 13:42

  7. Dice ser pet

    Pues yo los sigo tomando, para merendar, un huevo pasado por agua con un trozo de pan, lo tomo casi casi a diario, con lo poco que se tarda en preparar, aunque yo tengo un temporizador (timer) así no tengo que estar pendiente del reloj, lo compré porque me como un huevo pasado por agua al menos 3 días a la semana, asi que nada de nostalgia, los tomaba, los tomo y los tomaré! 🙂

    27 abril 2015 | 13:45

  8. Dice ser Pedro

    ¿Y la salmonella? ¿No hay riesgo con una cocción tan breve?

    27 abril 2015 | 15:03

  9. Dice ser Dulce Revolucion (@CaosAzucarado)

    Yo ya los odiaba de niña, así que de mayor no se me ha ocurrido dárselos a mis hijos. Me da mucho asquete el huevo semicocido.

    27 abril 2015 | 18:42

  10. Dice ser que ico! :B

    Yo sigo haciendomelos 🙂 Aunque eso si, el dia que puedo hacer yo el pan al horno, infinitamente mejor que echandolo en la miga del pan industrial 😀

    27 abril 2015 | 19:13

  11. Dice ser Sicólogo Astral

    ¿Un vulgar huevo duro?

    27 abril 2015 | 21:20

  12. Dice ser Juan

    Interesante recordatorio y toque de atención a quienes compran alimentos de muy baja calidad porque supuestamente son más baratos, rápidos y cómodos.
    Mi concepto de fast food, además del huevo cocido, puede ser un tomate troceado con aceite de oliva virgen extra y sus correspondientes barquitos de pan (placer de dioses), un yogur con nueces, un plátano (¿habrá cosa mas «fast» que eso?), verduras salteadas un minuto y medio en la sartén… hasta una zanahoria a mordisco limpio, así, a pelo.
    Desde luego, alternativas hay y no sirven como excusas ni el precio, ni la comodidad, ni la rapidez.

    28 abril 2015 | 00:32

  13. Dice ser asd

    Me encantan…ahora bien, yo también deje de hacerlos (salvo raras ocasiones) por una razón muy simple: podría comerme 20 seguidos sin darme cuenta

    28 abril 2015 | 09:32

  14. Dice ser asd

    para el del comentario anterior, «psicologo astral», esto no es un huevo duro (cocido), es algo muy distinto

    28 abril 2015 | 09:33

  15. Dice ser marian

    Un huevo duro es un huevo cocido, no pasado por agua, que está casi crudo, 45 segundos desde que empieza a hervir.
    Efectivamente asd, es que un huevo pasado por agua se come sin hambre, por eso me lo daba mi madre para cenar (yo nunca tenía hambre, me alimentaba del aire)

    28 abril 2015 | 11:06

  16. Dice ser Maria

    Hace poco que he descubierto el huevo pasado por agua para cenar. No es que nunca lo hubiera probado, lo había tomado en hoteles por ejemplo, pero nunca en casa.
    El caso es que desde que lo probé, se ha convertido en una cena obligada a la semana. Me gusta muchísimo porque, además de tener una textura muy rica, me resulta muy saciante.
    Mientras que si me tomo 2 huevos revueltos parece que me duran segundos en el plato, los huevos pasados por agua se comen más despacio y parece que cunden más, y además sin nada de grasa añadida.

    29 abril 2015 | 16:38

  17. Dice ser Elena

    Qué recuerdos¡¡ Sigo tus publicaciones, amigo Nutricionista, son estupendas. En mi caso, no había huevo pasado por agua (ahora llamado «escalfado»?), pero tengo muy presentes las acelgas cocidas con poca sal y aliño de aceite de maíz que preparaba mi madre para mi cardiaco padre (aún no habían descubierto los americanos el aceite de oliva, considerado entonces nefasto). Yo me las comía heroicamente mientras veía «El Gran Chaparral», creo que era los lunes. A cambio de tales esfuerzos sigo comiendo a diario verduras y ensaladas. Por cierto que ayer me vi el documental sobre obesidad infantil que recomendabas, es devastador. Después de verlo casi le hago la ola a esas mismas acelgas, aunque entonces las odiaba.

    30 abril 2015 | 20:50

  18. Dice ser Circe

    Y la avidina?

    06 mayo 2015 | 21:32

  19. Dice ser Beatriz

    Pues yo solía tomarlos hasta hace poco, para mi me salvaba las noches sobre todo cuanto estas a dieta jeje. Pero mi madre se le ha metido la perra de la salmonella. ¿Qué podemos hacer para poder seguir tomándolo sin riesgo? Gracias

    19 mayo 2015 | 12:14

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