El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Archivo de mayo, 2013

¿Qué hay para comer mamá?

Que hay para comer mamáIba a empezar diciendo que gran parte de mi infancia la recuerdo con mi madre en la cocina. Pero no sería del todo cierto.

Toda la vida que viví con mis padres la recuerdo con mi madre en la cocina. Así es mucho más preciso. Incluso ahora que hace más de 12 años que “volamos del nido”, mi madre sigue pasando una gran parte de su tiempo en ella, lo sé porque me consta. Hablamos a menudo, casi a diario. La vida en torno a una cocina. Y todo lo que lleva aparejado, comprar, preparar, guardar, conservar, cocinar, servir, recoger, etcétera. Y sin estudios de cocina, ni de dietética, ni de nutrición… nada de eso. Sin embargo, nadie se quejó. Ni se queja. Más al contrario, mi madre cocina como los ángeles, y el menú siempre fue y es lo que hoy podríamos llamar “los que sabemos” como equilibrado. De veras que recuerdo como si fuera hoy el más o menos largo camino del colegio a casa con una pregunta entre los dientes amartillada para sin casi decir un qué tal estás o un simple hola, soltarla a bocajarro, con más hambre que malicia. Eso seguro, malicia ninguna, quizá poca consideración… y mucho hambre. ¿Qué hay para comer mamá?

Como decía, la minuta diaria era variada y suculenta. Las especialidades muchas, aunque recuerdo con filial añoranza sus alubias rojas, su ensaladilla rusa (mis amigos de adolescencia “se pegaban” para venir a mi casa a comer esa ensaladilla), su gratén de patatas con pimientos rojos (plato sencillo pero pesado de preparar), su fricandó (ay, ay, ay ese fricandó), aquellos chipirones (los de verdad, ni calamares, ni gaitas) en su tinta con arroz, sus celestiales pochas (aun me recuerdan mis padres como me debí de poner a base de pochas con la tierna edad de un año), su sopa de arroz (capaz de resucitar a un muerto), aquel gazpacho ligero, muy ligero en consistencia pero de sabor contundente (no he vuelto a probar un gazpacho que se le parezca ni de lejos) y qué decir de su menestra (de las de verdad, claro), sus pimientos rellenos, su chicharro al horno, etcétera. Y todo ello por no hablar de mi plato estrella, bueno, en realidad el plato estrella de mi madre, ese que a día de hoy me sigue preparando para el día de mi cumpleaños (a pesar del asco que le da el hacerlo): los riñones al jerez con arroz. Mis mejores y mayores halagos delante de un plato los he proferido delante de los riñones al jerez con arroz de mi madre.

No se puede olvidar que de casta le vino al parecer a la “galga”. Su madre, mi abuela, era parecida… qué se podría decir de aquella carne rellena con huevo duro y aceitunas (y qué salsa, por Dios qué salsa) que preparaba mi abuela, sus sopas de ajo, sus albóndigas (del diámetro de una moneda de euro) aquella vinagreta que preparaba para acompañar una humilde ensalada de patata y remolacha, ¿puede tener algún “misterio” una vinagreta? Está claro que sí. Recuerdo también con especial delectación el helado de limón que preparaba mi abuela en verano. Ya ves.

Volviendo a la santa de mi madre, a esas madres en general me refiero, y a aquellas abuelas. El momento de la comida era uno más entre tantos otros en los que había que alimentar las hambrientas bocas de mis hermanos y mía… y de mi padre, claro. El desayuno, preparar el almuerzo para el colegio siempre bocatas, sin tonterías de galletas en envases monodosis ni zumitos. Bocata de embutido, bocata de mantequilla con miel o de mantequilla con azúcar, de fiambre y hasta bocatas de sardinas. Luego la merienda, más bocata, vasos de leche y algunos yogures o algo de fruta. Y más tarde la cena, también de cuchara; purés de verduras, de lentejas, coliflor al horno, berza, purrusalda, merluza a la romana, anchoas fritas, huevo pasado por agua, etcétera. Los postres, siempre fruta fresca y evidentemente de temporada. Entonces en los supermercados y mercados no había fruta que no fuera de temporada. Hoy sí, parece un contrasentido, pero la hay. A pesar de ello en casa de mis padres (y en la nuestra) la fruta sigue siendo de temporada. De la temporada buena, de la de aquí, me refiero.

Ya ves, y sin estudios de Nutrición Humana y Dietética y sin pasar por el Basque Culinary Center ni por un curso de tecnificación en el Bulli.

La condena de mi madre “a cocinas” (por “a galeras”) tiene sus claroscuros. Tiene que ser muy duro estar entregado en cuerpo y alma a estas cuestiones (además de a otras labores domésticas). La parte buena, que la tiene, es que nuestra satisfacción ha sido siempre lo suficientemente patente como para saberse recompensada por la inversión realizada. Hoy me pregunto si suficientemente recompensada. No, nunca creo que se pueda obtener una recompensa por tanto. Y digo tanto porque en todos esas recetas y bocatas había algo más que una simple buena planificación y cocinado. Había eso que queda cuando el mero cumplimiento de los compromisos se volatiliza. Había y hay amor, cariño, interés, preocupación… eso que solo unos padres, y no digamos una madre, puede añadir a un guiso o a un simple bocadillo.

Hoy, en general cocinamos menos y comemos peor. Tenemos menos recursos domésticos y por supuesto culinarios. Bebemos leches con omega tres, potajes  “de la abuela” enlatados y pizzas “caseras” termoselladas… sabemos más y sin embargo la comida nos sabe menos.

Pues te voy a decir una cosa más mamá. Hay otra cosa más de la que puedes sentirte satisfecha y orgullosa. Y mucho. Esa dedicación y buen hacer ha propiciado que hoy en nuestra casa, en la de tus nietas, se cocine más de lo que estoy seguro se cocina en la media de hogares similares al nuestro. Las razones que así se haga son básicamente dos. Puedes pensar que tu imagen me ha inspirado o bien que el temor de llegar a perder lo que una vez tuve me ha empujado a “tener” que cocinar. Posiblemente todo haya influido, pero tú mejor que nadie sabes que si se cocina por ese tipo de obligación las cosas no terminan sabiendo igual. El caso es que me gusta cocinar. Y me gusta responder a tus nietas cuando hoy son ellas las que me preguntan que qué hay para comer mientras les gotea el colmillo.

Por cierto, hemos de quedar y me tienes que poner al día con muchos de esos secretos que a menudo tanto te consulto por teléfono cuando me enfrento a una nueva receta de las tuyas, de las de casa, de las de siempre.

Gracias mamá. Muchas, pero que muchas gracias.

Los productos para perder peso a base de pimiento valen eso mismo

¿Te acuerdas de aquella entrada sobre la “dieta de la alcachofa”? Bien, pues esta entrada va de lo mismo, pero en vez de pastillitas y ampollitas con extracto de alcachofa y té verde esta vez abordaré una nueva moda: las pastillitas con extracto de pimiento y, de nuevo también con té verde.

Capsicum_annuum,_paprika

Nueva a medias, porque el tema del té verde lleva bastante tiempo coleando y dando guerra en lo que al perder peso se refiere, eliminar las grasas y demás super-efectos. La parte verdaderamente nueva es la del pimiento. Al menos yo me acabo de desayunar con la propuesta que hacen algunos como elemento favorecedor de la pérdida de kilos.

Bueno a lo mejor es que me he perdido algo y no es un tema tan novedoso como presagio ya que una somera búsqueda en Internet con los términos weight loss (pérdida de peso) y “capsicum” (el género botánico que da nombre al pimiento) arroja la friolera de más de 790.000 resultados. Es decir, el tema parece que está pegando fuerte. O mejor dicho, deben de estar intentando que pegue fuerte, que no es lo mismo.

Mi inquietud por este tema responde al sobresalto que el otro día supuso recibir un correo electrónico con una publicidad (la puedes ver tal cual aquí) referente a las maravillas de un producto que combina el extracto de Capsicum annuum (el pimiento en general) y el de Camellia sinensis (el té también en general), Y digo sobresalto porque las alegaciones que este fabricante español hace de su producto, el Capslim (“Cap” de capsicum y “Slim” de esbelto o delgado en inglés; está claro que no se han matado pensando una denominación comercial) son de todo menos creíbles y ciertas. Veamos qué se dice textualmente de este prodigio de la suple-complementación en materia de obesidad y metabolismo:

  • El concentrado de Pimiento (Capsicum annuum L.) estimula el gasto energético e impide la acumulación de grasa en el organismo. [¡caramba!]
  • El concentrado de Té Verde (Camellia sinensis L.) muestra una gran capacidad antioxidante y de drenaje y, junto con la cafeína, potencia el consumo de energía incrementando la oxidación de las grasas [¡Qué bueno! ¿no?].
  • La acción conjunta de todos los ingredientes de Capslim estimula el efecto termogénico (manera natural del organismo de incrementar el metabolismo energético aumentando el consumo de energía y disminuyendo la acumulación de grasa en el organismo. [vaya, vaya]

Cierto es que no son «reclamos» precisamente novedosos, todos los productos milagro hacen declaraciones semejantes, cuando no idénticas, sobre sus propiedades.

¿Por qué digo que este tipo de productos son «productos milagro»?

Es sencillo por que no hay una suficiente evidencia científica que avale estos grandilocuentes efectos. De hecho la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (la conocida EFSA) fue preguntada de forma bien concreta si se le pueden atribuir a cualquiera de estos dos elementos (el pimiento y el té verde) algunas de las declaraciones que se hacen en la publicidad cuando se venden en el marco de la pérdida de peso. Su respuesta fue contundente: no.

Dichas preguntas y respuestas las puedes encontrar a aquí para el Capsicum Annuum y aquí para la Camellia sinensis.

Más en concreto con respecto a la efectividad del extracto de pimiento la EFSA dice lo siguiente:

EFSA pimiento

En la valoración de las pruebas, el grupo de revisión [el de la EFSA] tuvo en cuenta que el único estudio de intervención en humanos del que se pueden extraer conclusiones para la fundamentación científica de la alegación no encontró ningún efecto del consumo de capsaicina en el mantenimiento del peso corporal después de la pérdida de peso. [se base o no este mantenimiento en el aumento de la termogénesis, el incremento del gasto energético o la “perdida” de calorías]

Así pues, no se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo de capsaicina y el mantenimiento del peso corporal después de la pérdida de peso. Y por tanto las propiedades que se pretendían atribuir al extracto de pimiento, tales como que este es beneficioso y/o necesario para la oxidación de las grasas y el efecto “quema-grasa”, lo que facilitaría la pérdida de peso es falso [o, al menos aun no se ha podido probar de momento]

En cuanto a las maravillas del té verde la opinión de la EFSA también es bastante clara. Sobre el efecto de este para aumentar la beta-oxidación de los ácidos grasos buscando una reducción del tejido adiposo:

EFSA te verde

En base a los datos presentados, el grupo de revisión [el de la EFSA] concluye que no se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo de catequinas de té verde y un aumento de la beta-oxidación de los ácidos grasos ácidos que conduzca a una reducción de la masa grasa corporal.

Sobre su efecto para ayudar a mantener o alcanzar un peso normal, más de lo mismo:

No se puede establecer una relación causa-efecto entre el consumo de catequinas de té verde y que se facilite el mantener un peso adecuado o que ayude a alcanzarlo.

Me parece que, una vez más, ha quedado bastante claro no solo cómo se hacen alegaciones absolutamente falaces y engañosas, sino que se hacen con total impunidad cuando a mi juicio contravienen la legislación europea que específicamente regula estas cuestiones sobre qué se puede decir o no de un determinado alimento o complemento alimenticio. Me refiero al REGLAMENTO (CE) 1924/2006 y más en concreto a lo especificado en su artículo 13. ¿Qué hacen nuestras autoridades sanitarias?

Por último, no quiero despedirme sin comentar el sinsentido que tiene en la mayor parte de los casos el decir por ejemplo que este concentrado se ha obtenido del “pimiento”, así y a las bravas, sin especificar, por ejemplo qué clase de pimiento se ha utilizado. Lo digo porque la especie Capsicum annuus abarca una cantidad de variedades y especies “sinónimas” francamente asombrosa. ¿Crees que es lo mismo el concentrado de un pimiento morrón que el de otro de Padrón; el de uno rojo que el de otro verde; el de una variedad que sea picante que la de otra que no lo sea…? Te comento esto porque la especie es para todos la misma. Sin embargo, a los fabricantes les da igual, anuncian concentrado de Capsicum annuum sea el que sea y se quedan tan anchos. Para que te hagas una idea, se conocen infinidad de variedades de pimiento que responden a la misma especie mencionada o a otras especies que son “sinónimas”, ¿quieres verlas?

  • Capsicum abyssinicum A.Rich.
  • Capsicum angulosum Mill.
  • Capsicum annuum var. abbreviata Fingerh.
  • Capsicum annuum var. abbreviatum Fingerh.
  • Capsicum annuum var. acuminatum Fingerh.
  • Capsicum annuum var. aviculare (Dierb.) D’Arcy & Eschbaugh
  • Capsicum annuum f. chlorocarpum Kuntze
  • Capsicum annuum var. conicum (G.Mey.) Voss
  • Capsicum annuum var. conoides (Mill.) Irish
  • Capsicum annuum var. cordiforme Edwall
  • Capsicum annuum f. erectum Makino
  • Capsicum annuum var. fasciculatum (Sturtev.) Irish
  • Capsicum annuum var. frutescens (L.) Kuntze
  • Capsicum annuum var. globiferum (G.Mey.) Voss
  • Capsicum annuum var. grossum (Willd.) Sendtn.
  • Capsicum annuum f. leucocarpum Kuntze
  • Capsicum annuum var. longum (DC.) Sendtn.
  • Capsicum annuum f. luteum Kuntze
  • Capsicum annuum subsp. microcarpon Dierb.
  • Capsicum annuum var. minimum (Mill.) Heiser
  • Capsicum annuum var. minus (Fingerh.) Shinners
  • Capsicum annuum var. minus Dunal
  • Capsicum annuum f. nigrum Makino
  • Capsicum annuum var. oblongoconicum (Dunal) Cufod.
  • Capsicum annuum var. parvoacuminatum Makino
  • Capsicum annuum f. pendulum Makino
  • Capsicum annuum f. violaceum Kuntze
  • Capsicum axi Vell.
  • Capsicum baccatum Rodschied nom. illeg.
  • Capsicum baccatum Buch.-Ham. ex Wall. nom. inval.
  • Capsicum bauhinii Dunal
  • Capsicum caerulescens Besser
  • Capsicum cerasiforme Mill.
  • Capsicum cerasiforme Willd. nom. illeg.
  • Capsicum ceratocarpum Fingerh.
  • Capsicum cereolum Bertol.
  • Capsicum comarim Vell.
  • Capsicum conicum G.Mey.
  • Capsicum conicum Lam.
  • Capsicum conoide Mill.
  • Capsicum conoides Roem. & Schult.
  • Capsicum conoideum Mill.
  • Capsicum conoideum var. chordale Fingerh.
  • Capsicum conoideum var. oblongoconicum Dunal
  • Capsicum conoideum var. sulcatum Fingerh.
  • Capsicum cordiforme Mill.
  • Capsicum crispum Dunal
  • Capsicum cydoniforme Roem. & Schult.
  • Capsicum dulce Dunal
  • Capsicum fasciculatum Sturtev.
  • Capsicum fastigiatum Blume
  • Capsicum frutescens L.
  • Capsicum frutescens var. cerasiforme (Mill.) L.H.Bailey
  • Capsicum frutescens var. conoides (Mill.) L.H.Bailey
  • Capsicum frutescens var. fasciculatum (Sturtev.) L.H.Bailey
  • Capsicum frutescens var. frutescens
  • Capsicum frutescens var. glabriusculum (Dunal) M.R.Almeida
  • Capsicum frutescens var. grossum (Mill.) L.H.Bailey
  • Capsicum frutescens var. lanicaule Greenm.
  • Capsicum frutescens var. longum(Sendtn.)
  • Capsicum frutescens var. minus Fingerh.
  • Capsicum frutescens var. queenslandicum Domin
  • Capsicum globiferum G.Mey.
  • Capsicum globosum Besser
  • Capsicum grossum L.
  • Capsicum indicum auct.
  • Capsicum indicum var. aviculare Dierb.
  • Capsicum indicum var. conoideum (Mill.) Dierb.
  • Capsicum indicum subsp. elaeocarpon Dierb.
  • Capsicum indicum var. aviculare Dierb.
  • Capsicum indicum var. conoideum (Mill.) Dierb.
  • Capsicum indicum subsp. elaeocarpon Dierb.
  • Capsicum indicum var. ribesium Dierb.
  • Capsicum longum DC.
  • Capsicum milleri Roem. & Schult.
  • Capsicum minimum Mill.
  • Capsicum odoratum Steud.
  • Capsicum odoriferum Vell.
  • Capsicum oliviforme Mill.
  • Capsicum ovatum DC.
  • Capsicum petenense Standl.
  • Capsicum pomiferum Mart. ex Steud.
  • Capsicum purpureum Vahl ex Hornem.
  • Capsicum purpureum Roxb.
  • Capsicum pyramidale Mill.
  • Capsicum quitense Willd. ex Roem. & Schult.
  • Capsicum silvestre Vell.
  • Capsicum sphaerium Willd.
  • Capsicum tetragonum Mill.
  • Capsicum tomatiforme Fingerh. ex Steud.
  • Capsicum torulosum Hornem.
  • Capsicum tournefortii Besser
  • Capsicum ustulatum Paxton
  • Capsicum violaceum Desf. nom. illeg.
  • Piper indicum Garsault

Como para que alguien te diga «con extracto de pimiento» así, sin más y tu te quedes tan ancho. Que no te tomen el pelo. Yo de momento hoy voy a comer un suculento plato de trigo con arroz salvaje y salteado con verduritas, entre ellas pimientos de tres colores (por si acaso). Recuerda come comida. #slurpslurp

Trigo verduras soja

————————————

Foto: Rasbak vía Wikimedioa Commons

 

La primera experiencia de Carolina (4 años) en un Burguer

Happy meal_ happymealy

De verdad que no sé en qué está pensando la gente cuando decide que las celebraciones de cumpleaños de sus hijos pequeños se hagan en una de estas grandes cadenas de hamburgueserías. El problema no es tanto en relación a lo que hagan con sus vidas, que cada uno celebre estas cosas donde quiera. El problema viene en el momento que sus decisiones afectan a terceras personas. En este caso a los amiguitos y amiguitas que se invitan para que acompañen al cumpleañero en cuestión al Burger de marras. Seamos claros este tipo de establecimientos no tienen una imagen estupenda que se diga.

El caso es que el otro día Carol, nuestra hija pequeña vino emocionada del cole diciendo que el cumpleaños de Manolito se iba a celebrar en uno de estos establecimientos. Maldita la gracia que me hizo, pero qué vas a hacer, creo que no se puede ir de fundamentalista por la vida y no dejarle ir… máxime con la enorme ilusión que traspiraba al comunicar la noticia. Estaba tan fascinada con la idea que todos los días previos nos recordaba su cita futura con el Burger. Como digo, el hecho en sí era todo un acontecimiento para ella.

Carol ZanahoriaAntes de continuar déjame que te diga como es Carolina de carácter: cuadriculada. Cuando se le mete una idea entre ceja y ceja ya puedes olvidarte. Afortunadamente en el día a día solo se empecina en hacer cosas positivas: ponerse una determinada prenda de ropa ella sola, dibujar lo que sea o incluso escribir (sin saber hacerlo) a base de copiar palabras cuyo significado se le ha dicho… entonces va ella y copia esos símbolos que son las letras y te escribe pequeñas notas. En cuanto al comer, la definición de Carolina es, sin lugar a dudas “gourmet” y “exploradora” (te sugiero que veas esta entrada para saber a qué me refiero) le gustan los alimentos selectos, de no cualquier calidad o preparación y además le gusta probar cosas nuevas. Para que te hagas una idea, las famosas pizzas precocinadas que normalmente tanto gustan a los niños, si por ella fuera se las comería el gato (menos mal que su padre le entiende perfectamente).

Así pues llegó el día y Carolina fue. Y después se le fue a buscar. He de decir que acudimos a recogerla con cierta expectación por ver cual era su dictamen, sabiendo en concreto cual era la ilusión que tenía por ir al Burger. Ya en camino de casa se estableció el siguiente diálogo:

¿Qué tal Carolina, qué tal has merendado?

Su respuesta crítica fue inapelable:

He pedido Nuggets y no me han gustado; las patatas, no estaban buenas estaban blandurris… y el helado, lo único que estaba bueno… pero no me lo he comido todo.

¿Te gustaría volver otro día?

Sí, para probar la hamburguesa con queso, porque no hay ni bocadillo de chori ni puntillitas…

No cielo, no; de esas cosas no hay en los Buerger XD

¿Qué es lo que más te ha gustado?

El regalo que me han dado (el que se da en la hamburguesería a todos los niños)

Así que ya ves, el gozo gastronómico en un pozo. Lo que más me apena es que si algún día ella insiste con el que quiere volver a uno de estos sitios, lo más probable es que lo haga por recibir el maldito regalo de los menús infantiles.

Nota: Carolina, si alguna vez lees esto de mayor, que sepas que te admiro y que me divierte un montón el escucharte razonar sobre estas cosas.

—————————–

Foto 1: happymealy