Hemos pedido a Adriá Ferrán, el hermano diabólico de Ferrá Adriá, que rectifique los títulos de estas películas, tan zafios ellos, y confeccione un menú a la altura del selecto paladar de los lectores del Desternillador.
Archivo de septiembre, 2007
Ingresa heavy y se despierta pijo
Pues sí, camaradas, hoy ha nacido Público, el periódico para la persona de izquierdas que no renuncia al confort de la vida moderna. Lo que más nos ha gustado es esta noticia, rescatada del rincón en el ángulo oscuro de la página 40.
Esto promete.
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La invasión de los Ultracendados
Seguramente a Vd. también le ha pasado: un amigo de toda la vida o una compañera de trabajo o incluso su mismísimo cuñado le ha comentado de pasada “pues yo estoy encantado con Mercadona. Ya no hago la compra en otro sitio”. Desconfíe. Puede que su apariencia y su voz sean las de siempre pero en realidad está en presencia de un Ultracendado, un cuerpo invadido durante la noche por unas vainas viscosas que –según se rumorea- surgen del Departamento de Ultracongelados de Mercadona.
Al principio no das importancia al comentario, pero a partir de cierto punto empiezas a inquietarte: ¿estaré haciendo el canelo comprando en Carrefour?, ¿será verdad que las cajeras de Mercadona tienen los dientes más rubios que las del Lidl?, ¿por qué últimamente mi madre tiene la mirada tan fija?
Total, que un día consultas la página web y averiguas inexorablemente que no existe Mercadona en un kilómetro a la redonda. Pero eso no te achanta. Coges un taxi y acudes a esa Tierra Prometida de la Marca Blanca. Y sales cargado de barritas de cereales Hacendado, aceite de oliva Hacendado e incluso unas conservas Hacendado que no consigues identificar del todo.
Es el fin. Al día siguiente te levantarás convertido en un Ultracendado y proseguirás la sorda labor de evangelización de Mercadona.