Partamos de la base de que me fascina Lady Gaga y que pienso que todo lo que hace es sobresaliente, hasta ArtPop. Pues bien, su nueva canción, Rain On Me, me ha dejado entre frío y helado.
Eran las 7:30h de esta mañana cuando me he puesto mi pantalón corto, mis deportivas y mi camiseta para salir a correr mis 6km diarios. Lo nuevo de Lady Gaga ya se había estrenado y me moría de ganas por escucharlo. Apple Music y… ‘play’. Mi primer pensamiento ha sido «cuánto tarda en cantar Ariana« (me gusta mucho también), el último, después de la primera escucha fue «pues vaya… Está muy lejos de Telephone«.
La canción me gusta pero me esperaba algo más, y eso es lo que últimamente me ocurre con Gaga: Ha hecho cosas tan maravillosas en la música que siempre quiero más de ella. El problema es que después del batacazo que se llevó la pobre con el casi inexistente Stupid Love (que a mí me gusta mucho), ahora, me esperaba un temazo que con la primera escucha fuese reconocido como un número uno.
Acaba de publicarse el videoclip de la canción, en apenas 10 minutos ya ha conseguido medio millón de reproducciones pero, aunque hace grande el tema, tampoco es como el de Telephone.
En mi humilde opinión, como un opinador más, creo que Lady Gaga y Ariana Grande han desaprovechado una ocasión única para marcarse un Bang Bang. Esperaba otra cosa y por lo que estoy leyendo en los comentarios que hay en las redes sociales, sus fans tampoco esperaban del todo esto.
El videoclip está bien, es sobresaliente, pero yo quería una matrícula de honor. Están preciosas, pero aún tengo que verlo más veces para entenderlo. Ese toque futurista me gusta, el homenaje a la Pelopony (véase la foto) también, pero el guiño coreográfico al Single Ladies de Beyoncé me resulta bastante pegote.
Lady Gaga parece estar desesperada por superar el éxito de Shallow, pero eso es muy difícil.
Juro Que, que así se llama la canción, es la reinvención del flamenco más puro combinado con la modernez más internacional y una estética visual digna de premios.
