Entradas etiquetadas como ‘trafico’

Despedido por anular multas a cambio de posar junto al infractor

Steven Jarvis con una de las infractoras (Foto: SWNS)

Steven Jarvis con una de las multadas. (Foto: SWNS)

Cierto tipo de fotos las carga el diablo y te pueden meter en más de un problema, incluso costarte tu trabajo. Hace unos meses ya le pasó a una ciudadana estadounidense que sacó su dedo corazón a pasear en el Cementerio Nacional de Arlington. Colgó la ‘inocente instantánea’ en Facebook, y en pocos días, se encontró la carta de despido sobre la mesa de su despacho.

Como la gente parece que no aprende, un vigilante de parquímetros británico también ha perdido su empleo pero por un motivo bien diferente: pretendía publicar un libro recopilatorio de fotografías. No unas instantáneas al uso, todos tenían protagonistas parecidos: él, la multa, el infractor y dos grandes sonrisas. La razón de esas caras tan felices era que, Steven Jarvis, así se llama este ‘benefactor’, prometía a los multados que anularía la sanción o reduciría el importe si posaban juntos. Por lo que se ve el negocio le salió rana.

«Las fotos eran parte de mi proyecto para un catálogo. Les decía a los conductores que añadiría un comentario en mis notas para que sus multas tuvieran más posibilidades de ser retiradas«, ha confesado a una web local.

Por otro lado, un portavoz de la empresa para la que trabajaba Jarvis ha aclarado que el agente ha sido despedido no sólo por el tema de las imágenes, sino también por «utilizar una de nuestras cámaras para realizarlas«. Además, ha indicado que el libro jamás será publicado, ya que «las instantáneas fueron tomadas durante la jornada laboral y, por tanto, son propiedad de la compañía«. Seguro que después de esto a Jarvis se le ha borrado de un plumazo la sonrisa de su boca.

Muñecas hinchables para disminuir el exceso de velocidad de los conductores

Hace unos meses nos sorprendió la noticia del conductor que, con un maniquí como acompañante, quería librarse de las multas de tráfico por infringir una de las normas del carril Bus-VAO de la carretera A-6, en Madrid. La picaresca y el ingenio para saltarse a la torera las leyes no tienen parangón.

Ahora os traigo la historia de una jubilada china con mucho tiempo libre y con muy malas pulgas con los conductores enloquecidos que pasan cada día a toda velocidad por la puerta de su casa, en la localidad de Ningbo. Lin Chen, que así se llama la dulce ancianita, harta de que sus vecinos se saltaran los semáforos en rojo, ideó un plan infalible para que casi todos los vehículos  frenaran en seco: ¡¡¡Atar una muñeca hinchable al tronco de un árbol!!! Sí, amigos, una de esas que se pueden adquirir en cualquier sex-shop.

muñeca_hinchable

Como la señora Chen debe ser un poco recatada, seguro que le pareció demasiado fuerte mostrar a la ‘explosiva muñeca’ sin ropa, así que la vistió con un conjunto muy sexy de lencería. Aunque parezca mentira, la curiosa treta ha obtenido el efecto deseado, y hasta la policía está asombrada ya que la cifra de accidentes se ha reducido drásticamente, según publica el Mirror Online.

Después de relataros ‘el curioso caso de la muñeca hinchable’, rondan por mi cabeza varias dudas:

–          ¿Cómo se ha podido reducir el número de accidentes? Debería ser todo lo contrario, a no ser que los chinos tengan un sexto sentido y pueden mirar como los camaleones a varios sitios a la vez sin despistarse. Yo, siendo sincero, seguro que me la pegaba.

–          ¿A qué dedica el tiempo la policía local de Ningbo? Me inclino por pensar que los agentes estén observando si algún conductor comete alguna infracción al pasar al lado de ‘la guapa señorita’, en vez de regular el tráfico de la concurrida avenida.

–          Y por último, no me imagino que podría suceder si en una de nuestras rotondas colocásemos estratégicamente una de estas muñecas. Quizás funcionaría mejor que un radar de control de velocidad.

Una infidelidad al margen de la ley

La traición no deja de ser una mentira, así que también tiene las patas muy cortas. Si no lo creéis, podéis preguntarle al chino que protagoniza nuestra historia, al que su mujer ya está preparando la demanda de divorcio. El motivo directo es el adulterio (igual tiene alguna razón más, no sé).

Den Jialin es un trabajador de una multinacional que opera en China y, parecía un «hombre de su casa», de los que se levantan por la mañana para ir al trabajo y al terminar su jornada laboral retorna al hogar para convivir en armonía con su esposa. ¡Pero no lo es! Es un tipo con más peligro que David Navarro en un partido de fútbol… americano.

El ciudadano Jialin fue cazado con las manos en la masa (vale, es un tópico evidente, pero no he podido resistirme). Circulaba con su todoterreno a 95 km/h por una vía limitada a 80. De inmediato, un radar le pilló y le hicieron una foto en plena infracción de tráfico. Una imagen la mar de comprometedora, como podéis ver. Resulta que Jialin, además de no respetar los límites de velocidad, tampoco respetaba a su esposa. El tipo fue cazado mientras le agarraba un pecho a su acompañante, una joven de la que no ha trascendido su identidad.

La multa llegó como un dardo envenenado al hogar de la familia Jialin. La esposa, seguro que cabreada pensando en que tendrían que aflojar pasta por culpa de su marido, se topó de bruces con una situación aún más desagradable: descubrir que tu esposo dedica parte de su tiempo a meter mano a otra mientras conduce. La futura ex señora Jialin le pidió una explicación inmediata a su marido que, probablemente entre balbuceos, sólo acertó a decir que la imagen era un fotomontaje. ¡Infiel y poco original!

Moraleja: Mi recomendación es que no engañéis a vuestras parejas pero, si lo hacéis, no lo hagáis en el coche; aunque, si lo hacéis, no lo hagáis mientras conducís y, si lo hacéis, no os saltéis las normas de tráfico.

Un radar ‘caza’ a un coche fúnebre que circulaba a 187 km/h

Ayer (¡Primera colleja del día! Me acaban de explicar que en Internet no hay que hacer menciones temporales de este tipo) vimos que un muchacho ha decidido inaugurar su vida profesional como espantapájaros humano y decíamos que no nos parecía una decisión acertada para un licenciado en Música e Inglés. Sin embargo, visto el estrés al que están sometidos algunos profesionales, ya no nos parece tan descabellado apostar por la paz del campo y los pájaros.

Un ejemplo flagrante de profesional estresado -quiero pensar eso, en vez de decir profesional impresentable-, es el conductor de una empresa de servicios funerarios que protagoniza nuestra información. Debe ser que el hombre llegaba tarde al evento en el que le esperaban, porque se le fue la mano. O mejor, se le fue el pie derecho, el del acelerador de su coche fúnebre.

A la altura del término municipal de Mozárbez, cerca de Salamanca, un radar móvil colocado en la Autovía de la Plata (A-66), ‘cazó’ a un vehículo que rebasaba con holgura la velocidad máxima permitida en este tipo de vía, que es de 120 km/h. El coche circulaba a 187 km/h, una velocidad en la que va poniendo en peligro su vida… y la de los infortunados que se crucen con él por la carretera.

Mi subconsciente me pide que sea condescendiente con el caballero, (aprovecho para colar una perla, a ver si lo ven los jefes, y cito a Concepción Arenal, una de las pioneras del feminismo en España, que decía «odia el delito y compadece al delincuente») y más aún teniendo en cuenta que hay un punto algo cómico en esta noticia, ya que el conductor no estaba al volante de un turismo convencional, sino de un furgón de servicios funerarios. Además de arrancarme una leve sonrisa, este dato agrava la historia, ya que la velocidad máxima permitida para este tipo de vehículos es de 90 km/h, menos de la mitad de la velocidad a la que circulaba.

Las causas por las que el conductor del coche fúnebre iba a esa velocidad no han trascendido, así que dejo a vuestra imaginación el motivo de tamaño despropósito. Se premiará con una ovación y un agradecimiento en el siguiente post la respuesta más ingeniosa.

¿Te aclaras con estos semáforos?

A veces nos complicamos la vida con las señales. Las tapan los árboles, otras que no hay dios que las entienda, algunas se acumulan con una letra que nos hace la vida imposible a los miopes… un ejemplo claro era aquel que os contaba hace más de un año de Polonia, donde una única señal acumulaba hasta doce indicaciones, imposible de atender salvo que fueras andando.

Pues bueno, el acabose de las locuras de las señales se encuentra en la localidad china de Chongqing, famosa por… por… hombre, Chongqing, famosa por ser la cuna de grandes luchadores de kung fu, por comer arroz y por leer a Mao los viernes por la tarde. [Evidentemente ignoro por qué es conocida y en lugar de copiar y pegar cuatro cosas de la Wikipedia he optado por inventármelo, que para algo soy periodista, ¿no Trolly?]

Lo que os decía… las autoridades de Chongqing (¿pronunciado «Chochín»?) instalaron un sistema de semáforos infalible en un cruce, formado por un chorro de luces que te vuelve loco. En lugar de conducir, parece que te has ido de marcha con Guti y no ves la hora de salir del Buddha.

A decir verdad infalible tampoco es que sea, porque si bien siempre hay una luz que acertará diciendo lo que hay que hacer, habrá dos, cuatro, siete o solo Zidane dios sabe cuántas diciéndote cosas equivocadas. Ahora bien, no desesperéis, que os veo afilando las uñas para tiraros al cuello de un pobre becario o un pobre funcionario chino. Evidentemente, esto tiene truco.

Y el truco es que no hay que hacer caso de lo que te digan estos semáforos, porque son mera decoración (aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaamigo, ahí está la gracia… ¿teníamos que esperar al quinto párrafo para esto?). Según contaban las autoridades a la prensa británica, fue creado así a propósito: un montón de semáforos apuntando a todas partes con luces más activas que las de una discoteca y con un diseño que bien podría ser el fruto de una colaboración entre Calatrava y el instituto Noós.

«Se pusieron ahí porque el cruce se veía muy vacío; queda muy bonito por la noche y los conductores no tienen más que ignorarlos», cuenta un responsable de Tráfico. En cualquier caso, más vale que sepas de lo que va la cosa si algún día viajas a Chochín, porque si llegas ahí de nuevas, no sabes que es decoración y te da por ser un buen conductor puedes acabar loco.

PD: No es por nada, pero yo soy turista, me paro en ese semáforo y viene un policía chino enfadado a explicarme (en chino) que eso es solo decoración y yo, como mínimo, me acojono sufro cierta inquietud por no entender lo que está sucediendo.

Mimos que regañan a los conductores imprudentes

Un buen amigo mío tiene la teoría de que los policías que dirigen el tráfico empeoran la circulación en lugar de mejorarla. De hecho, hubo un tiempo en que cada vez que estábamos atascados en la carretera me decía: «Ya verás, seguro que hay un policía ahí delante». Sorprendentemente para mí, tenía un nivel de éxito bastante elevado.

Quizás para evitar protestas como las de mi amigo Manuel, en un municipio de Venezuela han decidido complementar el equipo policial de tráfico con unos refuerzos muy especiales: 120 mimos vestidos de payasos que intentan organizar el tráfico del Municipio de Sucre, en el este de Caracas, en las horas punta.

Según leo en la prensa internacional, los mimos intentan conseguir de forma amable lo que los policías no han conseguido con los métodos tradicionales… que la gente respete las señales. Dicen en los medios latinoamericanos que allí las señales son tomadas muchas veces como «consejos», que algunos autobuses paran donde les parece y que las motocicletas transforman las aceras en un carril-moto con obstáculos.

De ahí que veamos en 18 intersecciones a estos mimos, que forman parte de la cuarta temporada de la campaña para la educación vial «Para, Mira y Cruza», haciendo gestos para que los coches se detengan y regañándoles si no lo hacen.

Esta medida fue implantada anteriormente en Bogotá (Colombia), por el exalcalde Antanas Mockus, y allí fue vista como un éxito rotundo. Ah, bueno, y también fue contada por El Mundo Today, pero aquello evidentemente nunca ocurrió.

Ahora falta por ver la repercusión que tendrá en Venezuela, donde hasta la prensa pone en duda su efectividad, argumentando que es habitual ver coches haciendo marcha atrás en la autopista, motocicletas en sentido contrario y niños sentados en el manillar.

PD: Conociendo a mi amigo, si viviera en Sucre diría eso de «seguro que hay un mimo ahí delante» cada vez que estuviera en un atasco.