Nick Hess es un joven británico con una sorprendente particularidad: le basta con comer un puñado de patatas fritas para agarrarse una melopea de proporciones bíblicas. Según la BBC, este hombre sufre un raro síndrome con la sintetización de los hidratos de carbono en el cuerpo. Su estómago produce mucha levadura (como una especie de alambique cervecero) y transforma los carbohidratos en alcohol.

Antes de saber qué le sucedía se ponía malo sin ninguna razón. Le entraban fuertes dolores de estómago y de cabeza prácticamente todos los días. «Después de comer patatas, me volvía torpe y perdía la noción del tiempo. Durante un año, me despertaba casi todas las mañanas para vomitar como si tuviera resaca«, dijo. ¡¡¡En vez de botellón, hacía patatón!!! (Perdón por la licencia, no he podido resistirme). Lee el resto de la entrada »