La localidad de Hagerstown, en Maryland (EE UU), está logrando el equivalente en la vida real de la tradición de rescate con brandy del San Bernardo de los Alpes, aunque en lugar de ‘bebidas espirituosas‘ que dan vida, los perros reparten vino que alegra el espíritu. ¡¡¡El dios Baco estará muy contento!!!
Un tanque de la era soviética. Un ruso desesperado por unos tragos de alcohol. Una tienda y varios coches destrozados. Parece una broma, pero el caballero que veréis subirse en el blindado (en uno de los vídeos que ilustra este post) acaba de inventar el alunizaje más bizarro de la historia. ¡¡¡Mi héroe, mi héroe!!!
Unos minutos antes robó el ‘juguete demoledor’ de una instalación militar. Apartó por las bravas todos los coches que se interponían en su camino y se empotró contra el escaparate de una tienda de licores. ¡¡¡Que alguien me detenga!!!Lee el resto de la entrada »
Pero lo realmente llamativo de toda esta historia es el cómo, lo fácil que les resultó robarla. Es decir, ¿basta con que una mujer entretenga al dueño para que sus dos acompañantes accedan como Pedro por su casa hasta una botella así?
Clelland Johnson, el propietario de la tienda, asegura que los ladrones (que se llevaron de propina otras tres botellas más cuyos precios sumaban más de 2.000 dólares) sabían perfectamente lo que buscaban. Anda, pues claro… El que parece que no sabía lo que tenía era él, ¿no?