Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

Las aguas de Mombasa

Hacer pronósticos en deporte es complicado, pero a veces te dan pistas que no dejan lugar a dudas. Cuando en Memorias de África, ahora tan de moda por la muerte del gran Sidney Pollack, se rompe una presa los kikuyus le explican a la baronesa Blixen: «Las aguas quieren ir a Mombasa«. Por eso se rompen las presas: porque las aguas quieren seguir su curso. Hace meses leímos con absoluta facilidad el descenso del Zaragoza: era un vestuario enfermo. Y hace cuatro días decíamos que la Liga ACB se iría a Vitoria, dada la diferencia de juego en la pintura entre uno y otro equipo. Lo siento por un lector que admira, como yo, a Ilyashova: pero no era bastante, decíamos, para detener el juego de Spliter y sus muchachos.

Ayer se vio de nuevo. Salieron con la puntería afinada los dos bombarderos azulgranas, Acker y Lakovic, pero duró un cuarto la inspiración: lo que tardó el TAU en ajustar la defensa y hacer desafinar a los violinistas. El resto fue terrible: un segundo cuarto en el que el finalista de la liga parecía un menesteroso. Quizá lo es, en el fondo: no se puede ir por la vida con Kasum y Malconato, y Basile, que en tiempos veía el aro como una piscina, se enfrenta ahora al ojal de un chaleco.

TAU se fue. Y no se fue del todo por la garra, el coraje y la clase de Roger Grimau.

Luego, el previsible arreón en el tercer cuarto sirvió para acercar a cuatro al equipo blaugrana: pero el nivel de acierto de los vitorianos y su capacidad para mantener la cabeza fría en los momentos difíciles estiró la puntuación hacia la zona cómoda. Y en ningún momento bajaron la concentración: mostraron toda la riqueza de un juego versátil, en el que hay mucha gente capaz de asumir responsabilidades: Pablo, , Singleton, Planinic o Rako... Aunque la figura fue, como ya se ha dicho, un pivot que hizo mucho daño, que arriesgó dentro con acierto, descongestionando su temible perímetro y atinando casi siempre en sus decisiones. Spliter, en efecto. No durará mucho.

El Barça es más de lo que vimos. Sin duda. Esperamos que esta fiesta no acabe por la vía rápida, pero el calendario, tan cargado, pasa facturas a quienes no tienen compensada la plantilla. En ese aspecto TAU es modélico, y Joseán Querejeta bien merece llevar a la ciudad del Zadorra un título que les birló Alberto Herreros en su última canasta como jugador en activo. Habrá que esperar al sábado.

El sábado, también, el Gavia y el Mortirolo. En situación parecida llegó Abraham Olano hace unos años y perdió el Giro. Pero estamos hablando de Alberto Contador, que es otra cosa cuando la ruta se empina. Toda la suerte del mundo para el campeón de Pinto.

1 comentario

  1. Dice ser afafd

    I agree with you , This is the best , Nothing is better , Enjoy!.

    06 junio 2008 | 5:02

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