Un deportista es aquel que sabe que el triunfo del otro es también una recompensa: la de haber encontrado alguien mejor

El divino calvo

Creo que ése era el sobrenombre de Mathews, un brillante y longevo extremo inglés, que acabó sus día como sir Stanley Mathews; y confieso que me muero de envidia ante una Corona tan generosa como la británica, vista la tacañería de la nuestra a la hora de ensalzar a los mejores de entre los españoles. Para los que vimos jugar por primera vez a Di Stéfano en televisión, la primera sorpresa es que era un señor calvo: como don Luis, el maestro, sin ir más lejos. En el imaginario de un niño de diez años no cabía la imagen de don Luis corriendo en pantalón corto: eso era cosa de chicos jóvenes. Ni siquiera de niños: nuestros padres nos perseguían con furia porque no estudiábamos y nuestras madres porque rompíamos la escasa ropa, casi siempre heredada, y las únicas botas. Además, a ver quién era el guapo que encontraba un balón. En mi clase tenía uno Miñanmbres, de reglamento, nada menos; y todos le hacíamos la pelota desafordamente.

Di Stéfano, la Saeta Rubia, era el más famoso de un equipo que ya había ganado las dos primeras Copas de Europa al Stade de Reims y a la Fiorentina. La primera final, en el Parque de los Príncipes joder, qué nombre!) fue también el primer día que obtuve permiso para acostarme algo más tarde: mi padre y sus amigos escuchaban la radio en el bar familiar y había prórroga. luego ganó la segunda, en Chamartín. para la tercera los niños empezábamos a suponer que el Real Madrid era como el Caudillo: campeón de Europa por la gracia de Dios. Así que nos costó asimilar la primera eliminación: ante el Anderlecht belga. Vamos, que aquello era un sin Dios. Pero aún faltaban unos años. Y aún más para la eliminación del caudillo: pero ésa es otra historia.

¿Porqué era el más famoso aquel señor calvo? Éramos niños: no teníamos conciencia de lo que es jugar en equipo y ni siquiera noticia de lo dificil que es construirlo, qué flujos secretos, qué vectores invisibles transformaban a un grupo de gente muy dotada en un equipo invencible. Eso se aprende más tarde: entonces veíamos que Di Stéfano No era tan rápido como Gento, no driblaba como Kopa, no disparaba como Puskas… Eso sí: aparecía por todos los sitios del campo, pedía siempre la pelota, tenía un nerome compromiso con ella: para distribuirla, para tejer cada ataque de un modo distinto, para regalarle al rival una sorpresa mortal.

Se suele citar a los cinco grandes: Pelé, Cruyff, Maradona, Zidane y Di Stéfano. Siempre siento algunas exclusiones desde el lado sentimental, como las de Kubala y Luisito Suárez, (¡qué Barcelona aquel, Dios mío!) y desde el lado, más objetico, de la memoria de lo ajeno: Platini o Laudrup fueron irrepetibles. Como lo fue Eusebio. O Butragueño. Pero admitiendo las cinco estrellas, sin mayor esfuerzo, quizá Alfredo Di Stéfano fuera el menos dotado técnicamente de todos ellos.

Y, sin embargo, sobre sus hombros se sustentó un mito que será probablemente irrepetible: un equipo capaz de ganar cinco veces seguidas la Copa de Europa. Y con nueve chicos de aquí: sólo Alfredo y Héctor Rial eran foráneos en el primer campeón.

¿Qué tenía Alfredo Di Stéfano? ¿Espíritu ganador, como todo el mundo? Leyendo las cosas que se han publicado estos días, he creído atisbar que, en el campo, era imposible no obedecerle. Tenía tanta clarividencia y tanta generosidad que todos sabían quién era el jefe. Y por qué. Mi amigo Mateos (no el Fifirichi que jugó una de las finales) cuenta una historia que me encanta. El Madrid había fichado a Pachín, excelente alteral, precisamente del Burgos. En su primer partido, queriendo deslumbrar, metió un pase en profundidad que acabó en las botas de un rival. Alfredo se le acercó y le explicó con genio: «A usted se le ha fichado para que corte el balón. ¿Está claro? Pues ya sabe: corta y me lo da a mí.» Pachín siguió siendo un excelente lateral: estaba, con todos, en el homenaje al amigo al que adora.

Eso, que te adoren después de dar una orden, está al alcance de unos pocos: los grandes estrategas, los grandes conductores de masas. No les tengo simpatía, pero sí admiración. Cuando se trata de un juego que sublima toda intención lesiva, les tengo a la vez admiración y simpatía.

Pues bien, la historia del fútbol no recuerda a nadie como Alfredo Di Stéfano para conducir un ejército. Por eso, siendo el peor dotado de todos ellos, es el más grande.

Felicidades, maestro.

6 comentarios

  1. Dice ser taxman

    Primera eliminación ante el anderlech??? La primera eliminación del madrid en copa de europa fue ante el barcelona, gracias a los árbitros Míster Ellis y Míster Leafe, que en el partido de ida con empate a dos, el segundo gol del barsa viene de un penalty dos metros fuera del área y en la vuelta, le anulán al madrid cuatro goles en feudo barcelonista ganándos estos últimos por 2-1Antes de poner nada informate hombre

    19 febrero 2008 | 9:25

  2. Dice ser JAVIER

    .TIENE RAZÓN TAXMAN.LA PRIMERA VEZ QUE ELIMINARON AL MADRID EN COPA DE EUROPA FUE EN BARCELONA Y CON ESE ROBO…. PERO FUERON SOLO TRES ( 3) LOS GOLES ANULADOS.fUE UN COMPLOT .CONTRA EL REAL MADRID, PUES ESTUBO A PUNTO DE SUSPENDERSE LA COPA DE EUROPA SI LA VOLVIA A GANAR EL REAL MADRID.

    19 febrero 2008 | 11:02

  3. Dice ser Histerias

    Seria justo incluír a muchos jugadores más en esas listas, a los que ya cita añadiría a Kempes, Romario, Zico, Lev Yashin «la araña negra», Ronaldo, Maldini, Beckenbauer, Gento, Puskas, Hugo Sánchez, Raúl, Súker, Zamorano, Hierro, Guardiola, Stoichkov, Van Basten, Gullit, Rikjard, Schuster, Zamorano, Santillana, Camacho, Futre, Bobby Charlotn, Eric Cantona, Paul Gascoigne, Quini, Gordillo, Rexach, Koeman, Klinsman, Rivaldo, Ronaldinho, Bebeto, etc, etc, etc, etc, muchos de ellos poco tienen que envidiar a los que se consideran grandes de todos los tiempos, tal vez palmarés, pero no el hecho de levantarnos del sofá con sus genialidades. Hubo uno muy particular, por su personalidad y por no jugar nunca en un grande, Dalminha, capaz de hacer cosas que a muy pocos jugadores les hemos visto, caso parecido al de Mágico González y otros muchos buenos peloteros casi olvidados.

    19 febrero 2008 | 11:59

  4. Dice ser Manolo

    Yo le ví jugar contra el Alavés en los años 1954 y 1955 en Mendizorroza.Le pusieron como «secante» a Primi y me acuerdo que estando pegado a Di Stéfano, hizo la Saeta Rubia un taconazo de atrás hacia adelante y por encima del mismo cuerpo de Di Stéfano que lo dejó plantado a su «secante».¡Fué fabulosa aquella jugada!Un socio del D.Alavés.

    19 febrero 2008 | 13:12

  5. Dice ser El chat

    Grandisimo este jugador, ojala fueran asi os de ahora.

    19 febrero 2008 | 14:09

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