FOTO: Remex
Con el paso de los daños he aprendido a distinguir al usuario feliz de mi taxi respecto a los demás mortales. Y he concluido que el hombre o la mujer feliz lo es, principalmente, por haber sobrepasado la esencia de su propia mismidad. Quiero decir que ha conseguido asumir su carcasa, sus virtudes, sus defectos, y se presenta en bruto, sin trabas, sin complejos, y una vez rebasada la barrera de lo físico y de lo psíquico se dedican, simplemente, a disfrutar del día a día. Lo más curioso del asunto es que, por norma general, suelen mostrarse más felices aquellos de aspecto físico no especialmente agraciado: a veces gorditos, a veces tirando a feos, pero más seguros de sí mismos, sin embargo, que el mayor de los Adonis, lo cual, dicho sea de paso, les vuelve extrañamente atractivos, o al menos emiten un áurea atractiva y, por tanto, atraen. Se nota en su mirada, se nota en el tono de su voz, incluso en su lenguaje gestual desenfadado. En el extremo opuesto, como digo, se encuentran todos esos guapos y guapas de revista que toman asiento en mi taxi como auténticos palos erguidos y le dan más importancia al qué dirán que a su propio lenguaje interior. Viven atrapados en la opinión del otro respecto a ellos mismos, y esto les vuelve inseguros y, por tanto, no tan felices como esos otros. Ni siquiera ríen igual: parecen risas ensayadas para agradar, risas aprendidas.
Llegado a este punto de la vida, reconozco que siento más envidia por el gordito feliz que por los Hércules de la dieta y el gimnasio. Estos últimos no tienen ningún mérito más allá de llevar estrictas conductas en lo referente al físico. Y con éstos también me refiero al que ejercita en demasía el intelecto, aquel que busca respuestas a todo y no suele hallarlas, lo cual les vuelve incompletos y frustrados en infinito bucle.
No quiero decir que el secreto de la felicidad esté en comer como si no hubiera un mañana, o en no leer ni el prospecto del champú, o en el término medio o el manido mens sana in corpore sano. Me refiero a otra cosa que no he llegado a alcanzar, ni a saber cómo alcanzarla. Conformarse con lo puesto no es tarea fácil, no se aprende en el blog de un taxista, ni en un maldito libro de autoayuda. Fijaos en los niños, no sé. Después de la infancia, todo es susceptible de torcerse.
Y yo qué sé. Dejadme en paz.
15 octubre 2014 | 20:40
¿Y si la felicidad fuese saber desde que nacemos cuál es el camino a seguir para encontrar lo que es realmente agradable al Señor, en qué consisten el bien y el mal fuera y dentro de lo humano, si es que existen, y elegir siempre lo primero, enfrascarnos en esa lucha discernidora y triunfal, que nos haría cada vez más fuertes, y en ninguna otra? ¿Somos realmente humanos según la definición que nosostros damos al término, estado, microestado, configuración…, o somos sólo una parte de un todo, quizá una pequeña parte de nuestro «yo» total?. El Señor quiere, quizá, que lo averiguemos por nuestros propios medios, y nos da un arma, el amor, pero sin instrucciones. A ver cómo volamos. «Yo soy el que soy» nos dice, pero nosotros, sus hijos, ¿somos?, ¿es racional pretender ser algo…completo? Tal vez sólo veamos una parte de nosotros mismos, quizá la peor. Y si es la peor, ¿para qué vamos a preocuparnos si estamos un poquito goditos, o un poquito flaquitos? El que nada tiene, nada perderá…
Pero nada tiene…
Pero nada perderá…, insisto.
Pero nada tiene…
¡Qué mala leche tiene mi otro yoooo! Buena mitad de la semana (estamos empezando el otoño semanal) a todos.
15 octubre 2014 | 22:10
Debe ser tope dificultoso sacar conclusiones sobre alguien, con un simple buenos días, que calor hace, etc., no?.
Si te digo que hace la tira de años que me conozco, y aún no sé quien soy, dirás que estoy pallá. A veces soy insegura, paranoica, colérica, contradictoria…Pero siempre, siempre, soy escéptica y descreída.
Así que no te dejes engañar, la mayoría de la gente, porta una máscara a modo de defensa, como una segunda piel, sobre todo los que son poco agraciados físicamente, esos solo se atreven a quitársela a solas con sus imperfecciones y/o debilidades.
No obstante, admiro tu tenacidad y buen hacer.
Lola.
15 octubre 2014 | 22:32
La felicidad es exactamente eso. vivir como un niño, en el cuerpo de un adulto. no pensar mas de lo necesario, ni darle vueltas a temas que no llevan ha nada. vivir tranquilo y de la mejor manera posible. no es necesario volverse loco, simplemente es se una persona sencilla y libre.
EFICIENCIA ENERGETICA; TODO LED
http://energiasolaraislada.blogspot.com.es/
15 octubre 2014 | 22:33
Felicidad…¿Y eso qué es?
mucho se lo preguntarán.
Para unos, la ausencia de dolor,
porque dolorido están.
Para otros, porque muy solos se encuentran,
el no estar en soledad.
Y para medio planeta
el no tener la preocupación
de, ¿cómo vamos a comer,
o con qué el hambre aplacar?
En cubierta la necesidad perentoria
otra se instala en su lugar
y… otra ver a recomenzar.
La vida es como es
y toda persona que llega al mundo,
por muy bien que le pintara,
ninguna se marchará
sin saber que ha estado en él.
Hay momentos de felicidad,
o de algo parecido,
son fracciones de segundos
cuando uno llega a olvidarse
inclusive de sí mismo,
pero sólo son… unos flashes.
Se vive porque se anhela
y busca la felicidad,
en la esperanza de que llegue
como la mujer de Ulises
se pasa la vida entera
tejiendo, teje que teje
y otras veces deshaciendo.
15 octubre 2014 | 23:11
Adicciones. Sin saber como activamos o deshabilitamos nuestra central química y sin tener conciencia de ello acabamos siendo adictos de lo que elaboramos, tristeza o felicidad. Hay industrias endógenas mejores y peores, con mayor y menor seguridad, estables e inestables. Somos lo que comemos y lo que nos han o nos hemos programado. Se debería, desde la edad mas temprana, enseñar a edificar y controlar la producción de nuestras maquinitas de emociones.
15 octubre 2014 | 23:20
Tendrás buena maestra al llegar tu nena. Besos con tinta.
15 octubre 2014 | 23:54
Si quieres ser feliz, debes tener necesariamente en el mundo occidental, dos cosas:
1. salud.
2. dinero.
Todo lo demas, se puede comprar. Todo tiene precio. Amigos, amantes, fiesta, coches, lujos, comida, descanso, relajacion, viajes… Todo tiene un precio.
El que se crea que en las pequeñas cosas esta la felicidad, se conforma con esa gran pequeña mentira de que una vida sencilla puede ser tan sastisfactoria como en realidad, sueñan vivir y que jamas podran llegar a hacerlo.
Asi es esta vida. Una cupula elitista de poder economico y politico, controla a la gran masa borrega ( nosotros ) y nos convencen de doctrinas populistas y asumidas con verdades. Entre ellas, esa tan famosa que dice que, el dinero, no da la felicidad. Los cojones, el dinero, la compra. Y compra a todos, a ti, a mi y a tu p… madre si es necesario. Todo lo compra el dinero, solo hace falta saber de cuanto se dispone y conocer hasta cuanto estas dispuesto a pagar para obtener lo que quieres.
Solo, cuando lo tengas absolutamente todo en la vida. Cuando ya no te quede nada por experimentar ni por comprar o corromper en su grado de pureza hasta tu nivel de depravacion, podras presumir de ser infeliz.
Ahora, a seguir viviendo la vida de Matrix….
16 octubre 2014 | 01:11
La felicidad no es un estado es un camino. Como dijo alguien es la ausencia de sufrimiento
16 octubre 2014 | 08:37
El problema es que buscamos la felicidad constante y eso no existe. Sólo pequeños instantes.
http://areaestudiantis.com
16 octubre 2014 | 08:57
La felicidad?, yo soy de las que creen que es una utopía así que si me toca un poco luego acabo viendome idiota, ja,ja… No hay mayor felicidad que los rayitos de luz que te proporciona el día a día, en su día con tu primer amor, sí luego también el segundo y el tercero, tu primer trabajo aún sir ser al que aspirabas!, un abrazo en el momento preciso, no esos plastas que «regalan abrazos» por doquier, es viva, fresca y efímera como esa cerillita que nos has encendido en la portada, es absurda cuando el mundo está lleno de necesidades básicas y sufrimiento… pero es un estado tan legal como sentirte contrapuestamente deprimido.. de ahí salieron las mejores obras de Kafka y tantos otros.. somos eso: el yin y el yang, esa es la realidad, no podríamos entender el uno sin el otro..
el gordito-feíto más feliz?, no lo creo, es solo imagen exterior, pesa más vá más lento, arita gordita parece más sonriente… que no Dani!, que el curpo e snuestro caparazón externo e igual que mantenemos la vista, el oído, el hígado a raya hay que mantener el cuerpo y no cuesta nada, solo no abandonarse al sofá con patatas fritas ni al cine con palomitas, comer a sus horas y lo justo, con 55 años presumo d ela misma talla que alos 15, la 38… no me gusta señalarme eh? pero quiero demostrar que sin esfuerzo se puede, nunca hice dietas y soy madre, se puede ser una carla bruni, una preysler sin tirar dinero en quirófanos!, dios nos libre de entrar!… a la vida hay que echarle «cojones», no perder nunca la curiosidad de preguntarse cosas y descubrir, mantener la frescura de la duda, la pasión por el arte, por pasear, por respirar y sentir pequeñísimas cosas, naufragar por las profundidades de nosotros mismos y quererse y respetarse como hacemos con el prójimo…
en mi vida habré cogido no más taxis que los dedos de mi mano, me encanta andar garbosa, claro que no vivo en una gran ciudad como madrid y barna, aunque cuando estoy cojo el metro!, vivo en una ciudad pequeña.. elegida también por salud mental
Yo soy de las que piensan si quieres puedes! o «cuidado con lo que deseas que casi seguro lo consigues»
16 octubre 2014 | 10:09
sr. al sur de gomaranto, me ha encantado su poema hoy!!!!!!!!!!
pero que mucho!
manuel nos ha salido por unos derroteros… que son casi un pecado uhhhhh
gran día a todos!, hoy no nos podemos quejar!, tan temprano y ya hemos tenido nuestro «ratito de felicidad»
16 octubre 2014 | 10:15
Querida Nekane: También a mi me ha gustado el post, y los comentarios, sobretodo el tuyo que es siempre muy estimulante. Lo que ocurre es que escribo muy deprisa, no tardo más de dos o tres minutos (soy muy nervioso) y cuando me quiero dar cuenta ya he publicado lo que me ha venido a la mente y, a veces, involuntariamente, me he salido casi totalmente del tema.
Sur de Gomaranto siempre me hace pensar, porque lo veo muy preocupado por todo lo que está ocurriendo en España, por las dificultades económicas que ha padecido y padece y vive gran parte de la ciudadanía.
A mi también me preocupa. Mi mente se va al río, a los campos, a las flores, pero estoy tan preocupado como él por el paro y demás plagas sociales. La actuación de los partidos políticos en relación a las cacareadas tarjetas opacas (unos dando de baja, a los afiliados implicados, se supone que en falso; otros abriendoles un expediente, que a buen seguro se guardará en un cajón hasta el total olvido) no dejan de ser más que “vacunas” para continuar los robos organizados de una u otra forma y que la ciudadanía está sufriendo por parte de esta partida de mangantes llamada casta o clase político-sindical, y que natualmente contamina la esencia de lo que tendría que ser bello en sí, la política y el sindicalismo (¿Lo ves?, ¡siempre hablando de lo bello, me cago en mius muelas!).
Ah, ¿que no es así?. Oh, sí lo es, porque seguimos pagando unas “dietas enormes” a cada diputado. Y nadie en su sano juicio dirá que no tienen que tenerlas, o que los diputados deben de pagar de su bolsillo los gastos que se deriven de su actuación para justificarlios a posteriori y recuperar su dinero. No, no estamos diciendo eso, lo cual sería una indecencia, como para echarse a llorar, una mezquindad. Pero visto lo visto, tendrían que estar organizadas de otra manera. Por ejemplo a través de tarjetas de crédito de un cierta disposición límite, quizá dos o tres mil euros al mes, a través de las cuales se fuesen controlando los correspondientes gastos. De esta forma todo lo que no se justifique tendría que ser reembolsado a la propia tarjeta por el usuario. Sería satisfactorio para todos los españoles ya que somos justos y hasta generosos.
Las “aportaciones a las oenegés” de los partidos, sindicatos, confesiones religiosas varias, de seguir existiendo ya que no parecen tener sentido sino aquellas que se dediquen plenamente a atender a las familias más desfavorecidas, deberían de quedar fijadas, concretadas, en la declaración de la renta de los ciudadanos (¡democracia directa!), y que fuese la propia administración pública la encargada de su mantenimiento, control y de que su función fuese la indicada en el dosier de acceso público de la correspondiente oenegé.
Ea, ya os he amargado el día. Perdón, perdón, perdón…
16 octubre 2014 | 10:36
Para mi el secreto de la felicidad tiene nombre de mujer: http://goo.gl/gJeRTL
16 octubre 2014 | 11:28
El secreto de la felicidad?
Para mi es muy simple, hacer en cada momento lo que quiero. Sin ataduras de ningun tipo. Hacer y decir lo que te apetece no tiene precio y cuesta muy poco.
Por supuesto teniendo siempre las necesidades basicas cumplidas… SALUD (lo pongo en mayuscula, porque sin salud no hay nada que hacer) tener para comer, un sitio donde vivir y poco mas.
No necesito grandes cosas, ni mucho dinero, me apaño con muy poco.
Por ejemplo me siento la reina del mambo cuando salgo a caminar con musica, y escucho mi cancion preferida…que sensacion de poder!!!
Que necesito para eso? poder caminar, que eso no se valora hasta que te toca estar inmovil por una escayola…por ejemplo.
Sobre el comentario guap@= infeliz …poco agraciad@=feliz….depende de cada cual.
Por supuesto cuando la gente sale a la calle tan peripuest@ seguro que ni se mueven no se vayan a estropear el modelito…jejeje
hay gente pa to
16 octubre 2014 | 12:34
Por lo que cuentas lo tuyo debe ser cosa de los GENES y, de ser así, tampoco tiene mucho mérito…No es normal con 55 años tener el mismo tipo que cuando tenías 15…
Discrepo con el post, aunque ma ha gustado, la felicidad no creo que dependa de la relación con ser gordo/flaco sino en una aptitud ante la vida…ponerse metas alcanzables, no dejar de sorprenderse nunca, disfrutar del día a día, valorar lo que un@ tiene…Querer y ser querido…Gozar de SALUD…tu y los tuyos…A mi me hace muy feliz escuchar mi musiketa y pillar la bici…cosas que apenas cuestan nada…Ver crecer así de sanos a mis hijos y hasta los pekeños pikes con MI Sant Jordi lo disfruto…y me parto la caja cuando dice que: » todas las canciones de mi querido Manolo García son iguales » …Aptitud y quererse como un@ es…al margen de ser bajita, con sobrepeso, etc…
16 octubre 2014 | 13:10
… Y tremendamente pesada y fea, no nos vayamos a engañar ahora ….
16 octubre 2014 | 15:50
Jjajajjajaj al menos no estoy aburrida como tu…Cansinoooooooooo…
16 octubre 2014 | 16:10
No hay q generalizar, pero los gordos calvos y feos mejor q seas simpaticones, pq si encima son unos cardos bordes y boceras te dan unas ganas locas de meterles una hostia y arrancarles la piñata.
A mi tb dejadme en paz q hoy no tengo el petete pa faroles.
16 octubre 2014 | 18:51
No es un secreto la felicidad!! es un estado que depende de muchas cosas. Creerle a Dios y creer en ÉL. Poner toda la confianza en ÉL, es la felicidad!!
Aunque los problemas apretujen el alma, el te da paz y sosiego, te da todo lo que necesitas para encontrar tranquilidad.
16 octubre 2014 | 19:05
No hay secreto. La felicidad es ver siempre el vaso de medio lleno (pero no de veneno).
16 octubre 2014 | 20:10