Una mujer que camina se mira de reojo en el reflejo de un escaparate. Un hombre que camina en dirección opuesta frena en seco, alza su cámara reflex y comienza a hacer fotos al reflejo de la chica en el escaparate. Ella de repente se le acerca furiosa y le dice oye, ¿por qué me estás haciendo fotos sin mi permiso? Él contesta que las fotos se las hizo al escaparate, no a ella, y que el reflejo de su rostro fue casual. Ya, vuelve ella, pero enfocaste adrede mi reflejo. En efecto, vuelve él, pero nadie es dueño del reflejo que proyecta.
A ella no le sirve esa excusa y le pide que borre esas fotos. El hombre contesta que, en todo caso, el permiso debería pedírselo al encargado de la tienda propietaria del escaparate y, por lo tanto, también de cualquier reflejo que se proyecte en él. Espera y lo aclaramos, añade.
El hombre entra en la tienda. Ella sigue quieta. A rato el hombre sale, y le dice a la mujer que el encargado le ha dado permiso para hacer tantas fotos como quiera, ya que el escaparate forma parte de la vía pública. Ella se ríe nerviosa y le suelta irónica: A ver, artista, enséñame esas fotos. El hombre busca en la pantalla de su cámara una foto en concreto y se la enseña. Ella se queda atónita. Él dice: «Aquí conseguí superponer el reflejo de tu rostro en el rostro de la maniquí del escaparate. Busqué darle vida a la maniquí, o quitártela a ti. La pregunta es ¿quién gana a quién? ¿Tu rostro vivo y precioso sobre un cuerpo inerte, o acaso el maniquí te resta vida? Yo me decanto por lo primero. Tu encuadre perfecto parece conseguir que la maniquí desee romper el escaparate y fundirse en tu cuerpo como un guante».
……………………………………………………………….
Nota: Yo estaba a escasos dos metros de ellos, en una parada de taxis. Fui testigo de todo, lo escuché todo. También cuando los dos se marcharon juntos a tomar un café.
(Arriba foto real de la maniquí del escaparate)
Tal cual. Tremendo.
17 septiembre 2013 | 23:30
Muy bonita historia. Pero además de las connotaciones de historia de amor, plantea un curioso dilema sobre los derechos de imagen. Como abogado y con tu permiso lo utilizare. ¡Felicidades!
18 septiembre 2013 | 00:43
Está claro que debo ser un pervertido porque ya me gustan hasta las maniquís, está buenísima. Aunque puestos a elegir me quedo con la perfección: http://xurl.es/lcd5n
18 septiembre 2013 | 01:10
Muy bonita historia, el reflejo del amor se puede encontrar en cualquier escaparate…
http://www.lunaenpapel.blogspot.com
18 septiembre 2013 | 04:46
Pero las fotografías, sobre todo las reflex, también son reflejos en el espejo interior de la cámara.
18 septiembre 2013 | 07:15
Que poca sangre y cuanta horchata desprende el escaparate.
Lunares y aguas q patada al estilismo.
18 septiembre 2013 | 08:01
Joe, que profundo!!
Interesante reflexión!!
18 septiembre 2013 | 08:11
Una historía muy bonita.
http://areaestudiantis.com
18 septiembre 2013 | 08:44
ya te vale….y tú le pediste la foto también…
18 septiembre 2013 | 10:08
Jooooooder Simpulso…Hacía tiempo k no te ponía esto: ¡¡¡¡ Muy Millanesco el post de hoy !!!! 😉
El maniquí es mucho más sugerente k la ropa k luce…Fijo k es de una tienda de chinos con pretensiones de Zara…x la calle de Sants son la peste…
P.S.: K fueeeeeerteeeee !!! Tu si eres Simpulso y los demás » decimos ser «…Vaya morro !!!
18 septiembre 2013 | 10:55
vaya mierda de historia por dios……
18 septiembre 2013 | 12:03
Excelente historia, me vuelvo a quitar el sombrero «again» …
Hoy desde luego los trols habituales se han quedado sin argumentos para lanzar sus gases tóxicos … jajaj¡. Salvo la Trol Carpe … que lógicamente no ha paseado por Serrano en su vida … pero como no se puede callar ni debajo de agua … que señora más cansina ¡¡
18 septiembre 2013 | 14:07
En Serrano NO creo k pongan blusas tan horteras a los maniquíes…Truk…tu puta madre será un trol…
18 septiembre 2013 | 16:04
Apuesto a que la mujer nunca se había sometido a una prueba de reflejos.
18 septiembre 2013 | 19:42
No me canso de repetir y elogiar «esa habilidad tuya» para sorprender siempre a tus lectores. Hoy, con esa imagen sesentera de un escaparate de los ya desaparecidos grandes almacenes Galerías Preciados.
¿No encontraste el yutú de «Las flechas del amor» de Karina para acompañar el post, Simp?
18 septiembre 2013 | 20:52
La muchacha tonta de capirote; montar ese pollo por una gilipollez y en 12 horas estar comiendo ciruelo.
18 septiembre 2013 | 20:56
El reflejo en un cristal,
así como el del espejo,
es siempre un yo… invertido,
se esté desnudo o vestido,
se esté dormido o despierto.
Pero el reflejo del alma,
dicen que inmaterial,
no es nada menos ni nada más
que el muestrario de bonanza,
de canguelo o de jindama,
o bien de la mala leche
que destila cada cual.
El reflejo que se capte
en una fotografía
nunca, es una copia exacta
es, una imagen invertida.
18 septiembre 2013 | 22:32
Bis
El reflejo en un cristal,
así como el del espejo,
es siempre un yo… invertido,
se esté desnudo o vestido,
se esté dormido o despierto.
Pero el reflejo del alma,
dicen que inmaterial,
no es nada menos ni nada más
que el muestrario de bonanza,
de canguelo o de jindama,
o bien de la mala leche
que destila cada cual.
El reflejo que se capte
en una fotografía
nunca, es una copia exacta
es, una imagen invertida.
18 septiembre 2013 | 22:32
18 septiembre 2013 | 22:39
Discúlpame educadísima Carpe el error de teclado, no eres una Trol, eres una Troll con dos «ll», y cada día más …
19 septiembre 2013 | 15:07